Barral, Pedro. Sepúlveda (Segovia), 1902 – Madrid, 1981. Escultor.
Pedro Barral fue un escultor hecho en el oficio de la cantería que, como sus hermanos Emiliano, Martín y Alberto, aprendió con su padre en las canteras de Sepúlveda y que dominó muy pronto, pues con sólo doce años ya trabajaba con los maestros italianos que vinieron a Madrid para realizar la ornamentación de los edificios, bancos en su mayoría, que tan profundamente estaban cambiando la fisonomía de algunas arterias del centro madrileño, como la calle de Alcalá y la Gran Vía.
Su carrera como escultor evolucionó en estrecha relación con la de su hermano Emiliano, a quien Pedro admiraba profundamente y de quien puede ser considerado continuador, ya que a medida que aquél se fue situando y recibiendo encargos, Pedro pasó a colaborar con él, lo mismo que hicieron Martín y Alberto, aunque sin firmar obra alguna, pues sólo en un panteón realizado para la familia segoviana Cernuda-Pedrazuela el año 1925 aparece la firma Barral e Hijos.
Aquella dependencia continuó cuando Emiliano trasladó su estudio a Madrid, aunque con un cambio sustancial, ya que Pedro no sólo trabajó con él, sino que también participó directamente en la ejecución de sus más importantes proyectos, hecho que le permitió compartir muchas de sus inquietudes artísticas y, al mismo tiempo, asimilar su técnica, su estilo y ciertos recursos plásticos como la contraposición de superficies finamente pulidas con otras ásperas, picadas o abujardadas.
La guerra y el período inmediatamente posterior a su finalización trajeron muchos momentos de angustia a la vida de Pedro Barral, que fue detenido, procesado y condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la de veinte años y un día de prisión, merced a las firmas que se recogieron intercediendo por él y que, acogiéndose a la redención por el trabajo, consiguió reducir a cuatro años, por lo que en 1945 ya pudo reemprender su actividad aunque sólo, pues Emiliano había muerto y Martín y Alberto se exiliaron, el primero a Brasil y el segundo a Argentina.
Fue siempre un escultor realista que trabajó el yeso, la madera y el mármol, aunque siempre mostró su preferencia por la piedra caliza, realizando esculturas de diversos géneros: retratos de hombres, mujeres y niños, escultura histórica, religiosa y mitológica, desnudos femeninos, tipos populares y figuras de animales.
Animó la vida artística segoviana participando en la Exposición de Artistas Segovianos organizada en 1952 con cinco obras, una de las cuales, Cabeza de mujer, pasó a los fondos del Museo Provincial, y realizando trabajos como la Alegoría de las telecomunicaciones que se colocó en la fachada del edificio de Telefónica, una Cabeza de Felipe II para el Alcázar, el busto de Antonio Machado, copia del que hiciera su hermano Emiliano en 1922, para la Casa Museo del poeta y el Monumento al doctor Teófilo Hernando en Torreadrada (Segovia). Tiene obras en lugares públicos, como los monumentos a Miguel de Cervantes en Denia (Alicante), y al ingeniero León y Castillo en Las Palmas de Gran Canaria, el Caballero de Santiago del puente de Benavente o el relieve de San Miguel colocado en el barrio madrileño que lleva el nombre del arcángel y esculturas que adornan los jardines de muchas mansiones particulares, como la efigie a tamaño natural de Rabindranath Tagore para la finca La Muntanyeta de Denia.
Con su muerte, acaecida en 1981, desapareció en buena parte la vieja tradición, de tanto arraigo en el arte español, de la escultura figurativa en piedra realizada por el procedimiento de la talla directa. Fue Medalla de Oro de Escultura en la Spanische Kunstaustellung celebrada el año 1973 en Rheinfelden.
Obras de ~: panteón familia Cernuda-Pedrazuela, Segovia, 1925; Cabeza de mujer; Alegoría de las Telecomunicaciones, edificio de Telefónica de Segovia; Cabeza de Felipe II, Alcázar de Segovia; busto de Antonio Machado; monumento al Dr. Teófilo Hernando, Torreadrada (Segovia); monumento a Miguel de Cervantes, Denia (Alicante); monumento al ingeniero León y Castillo, Las Palmas de Gran Canaria; monumento al Caballero de Santiago, puente de Benavente (Zamora); efigie de Rabindranath Tagore, finca La Muntanyeta, Denia (Alicante).
Bibl.: J. M. Santamaría, Arte en Segovia. Siglo xx, Segovia, Obra Social y Cultural de Caja Segovia, 1985. C. H. Martín, Segovia, 1900, Segovia, Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, 2001.
Juan Manuel Santamaría López
