Coci, Jorge. Constanza (Alemania), s. m. s. xv – Zaragoza, 1548. Impresor.
Figura documentado por primera vez en 1492, en un acto de poder firmado por Pablo Hurus para presentar carta de franqueza con el nombre de Georgio Koch de Constanza, junto con Voolff Appenteger de Constanza —su socio en 1499—, Gaspar von Buel de Sant Gallen y Paulo de Prusia. Fue criado y oficial de confianza de la imprenta de Pablo Hurus y, en consecuencia, perfecto conocedor del oficio, de los recursos técnicos utilizados por su maestro y de las posibilidades que ofrecía el material tipográfico del que disponía la imprenta.
El 21 de marzo de 1499 adquirió, junto con otros dos socios, el ya mencionado Lope Appenteger y Leonardo Hutz, también alemanes, la imprenta de sus maestros Pablo y Juan Hurus, situada en unas casas propiedad de Francisco Palomar de la parroquia de San Gil, única existente en ese momento en el reino de Aragón, por 450 florines, que se pagaron en Constanza en cuatro plazos anuales entre 1499 y 1502. Las primeras obras conocidas salidas del taller de los tres impresores son un Breviario para el monasterio jerónimo de Santa Engracia y la Crónica de Gauberto Fabricio de Vagad, contratada con la Diputación del reino de Aragón.
Lope Appenteger, que era sobrino de Pablo y Juan Hurus, hijo de Ludwig Appenteger y de Anna Hurus, debió de abandonar la sociedad en 1502, ya que tras esa fecha no figura en ninguna de las obras salidas de las prensas de Zaragoza. Hutz, por su parte, aparece mencionado en los colofones hasta 1504. De esta manera, Jorge Coci se convirtió en 1505 en el único propietario de la empresa y fue el único maestro impresor del reino de Aragón hasta 1528.
Jorge Coci imprimió, solo o en sociedad, una cantidad superior a los dos centenares de obras, todas ellas de gran calidad, con profusión de recursos técnicos y muy seleccionadas en los contenidos. Entre ellas destacan por su importancia o por su calidad: la Summa de paciencia de Andrés de Li, de 1505; Las CCC de Juan de Mena, de 1506, la Tragicomedia de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas, de 1507; el Amadís de Gaula de 1508, la Crónica de España de Valera, de 1513; las Décadas de Tito Livio, de 1520, el Flos Sanctorum de Pedro de la Vega, de 1521, el Inventario o collectorio de cirugia de Guido de Cauliaco, de 1533, y las obras del jurista aragonés Juan de Molino, entre otras. Casi siempre fue él mismo el que costeó sus propias producciones, pero, a la vez, la calidad de su trabajo atrajo frecuentemente a diversas diócesis y órdenes religiosas para imprimir sus libros litúrgicos en Zaragoza, por lo que se convirtió en un especialista en este tipo de obras. A la par, este impresor de origen alemán alcanzó en Zaragoza un nivel social y una capacidad financiera muy altos, así como el reconocimiento de sus conciudadanos merced a su participación en las actividades de la parroquia de San Miguel de los Navarros. Esta alta consideración obtenida en la ciudad y su relación profesional, muy fructífera y estrecha, con el monasterio jerónimo de Santa Engracia de Zaragoza, condujeron a que se le concediese en él una capilla para ser enterrado junto con toda su familia, que se instituyó bajo la advocación de santa Isabel. Para la elaboración del retablo de dicha capilla contrató a Damián Forment, autor del retablo del Pilar de Zaragoza.
Tras la muerte de su esposa, Isabel Rodríguez, Jorge Coci realizó tres actos de singular trascendencia: en 1536 vendió su librería de la calle Botigas Fondas de Zaragoza a Bartolomé de Nájera, su hombre de confianza en los negocios del libro; un año después entregó al notario su testamento cerrado y vendió al mismo Bartolomé de Nájera y a Pablo Hurus su imprenta y sus libros por 47.101 sueldos y 4 dineros jaqueses.
Sin embargo, la muerte de Pablo Hurus tuvo como efecto que el 27 de octubre de 1539, Coci, que quiso desvincularse por completo de sus negocios de impresión, vendiese al notario zaragozano Pedro Bernuz la mitad de la imprenta correspondiente a Hurus, que había revertido en él.
Jorge Coci alcanzó una edad avanzada para la época y murió sin descendencia a comienzos de 1548, once años después de haber tomado la decisión de retirarse del mundo de la imprenta.
Bibl.: J. M. S ánchez, Bibliografía zaragozana del siglo xv, Madrid, Imprenta Alemana, 1908 (Mairena de Aljarafe, Sevilla, Extramuros, [2008]); Bibliografía aragonesa del siglo xvi, Madrid, Imprenta Clásica Española, 1913, 2 vols.; H. Thomas, “The printer George Coci of Saragossa”, en Gutemberg Festchrift (1925), págs. 276-278; F. J. Norton, Printing in Spain 1501-1520. With a note on the early editions of the Celestina, Cambridge, Cambridge University Press, 1966; R. S . Janke, “Algunos documentos sobre Pablo Hurus y el comercio de los libros en Zaragoza a fines del siglo xv”, en Príncipe de Viana, anejo 2 (1966), págs. 335-349; M. J. Pedraza Gracia, Documentos para el estudio de la historia del libro en Zaragoza entre 1501 y 1521, Zaragoza, Centro de Documentación Bibliográfica, 1993; J. Delgado Casado, Diccionario de impresores españoles (siglos xv-xvii), vol. I, Madrid, Arco/Libros, 1996, págs. 144-147; M. J. Pedraza Gracia, La producción y distribución del libro en Zaragoza, 1501/1521, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1997; “El traspaso de la imprenta de Pablo Hurus: aportación documental para el estudio de la imprenta incunable zaragozana”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, LXVIII (1997), págs. 131-142; “Los talleres de imprenta zaragozanos entre 1475 y 1577”, en Pliegos de bibliofilia, 11 (2000), págs. 3-22.
Manuel José Pedraza Gracia