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Gaspar Miguel de Berrío

Biografía

Berrío, Gaspar Miguel de. Potosí (Bolivia), 1706 – c. 1762. Pintor.

Hijo de Diego Berrío y de Juana Bravo de Laguna, casado en 1738 con Isidora Correa. La actividad de Berrío está documentada entre 1735 y 1762, y se desarrolla principalmente en el pueblo de Puna, cercano a la Villa Imperial de Potosí, de donde es oriundo el artista. Es criollo de condición. Su actividad se puede seguir con precisión por las abundantes obras datadas y firmadas de su mano. No se conoce la fecha de su muerte pero el último lienzo firmado que se le conoce es de 1762. En sus primeras obras Berrío muestra la influencia de Melchor Pérez Holguín, de la cual se aparta para tomar el estilo propio de los pintores indios que valora el sobredorado y tiende a composiciones donde las figuras están altamente idealizadas.

La primera obra conocida de Berrío es un San Eustaquio, fechado en 1735. Luego están los lienzos de la iglesia de Belén de Potosí (hoy perdidos), que estaban firmados entre 1736 y 1737, y representaban escenas de la infancia de Cristo. En el Museo de la Moneda de Potosí, proveniente del convento de Santa Mónica, se halla el El Patrocinio de San José, firmado en 1737, la obra maestra de Berrío. Estilísticamente presenta dos planos, uno celestial sobredorado y otro terrenal donde están los santos tratados según el estilo de Holguín, quien, a su vez, sigue a las escuelas españolas. El cuadro del Patrocinio de San José tuvo tanto éxito que el mismo pintor hizo varias réplicas, como la del Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile, que también está firmada. Otras obras importantes son el lienzo de San Nicolás de Bari, santo muy popular en Potosí por considerársele patrono de los nacimientos, tan difíciles y peligrosos en una ciudad situada a cuatro mil metros de altura; y el cuadro de la Virgen de Aránzazu patrona de los vascos, que ostenta el escudo de Guipúzcoa. También está en la Moneda un retrato ecuestre del rey Carlos III, de su mano. Finalmente, en el Museo Charcas (Sucre, Bolivia) existe una vista de Potosí que Berrío pintó en 1758. Este lienzo muestra la urbe más populosa de América con las “lagunas”, o represas, que los españoles construyeron a fin de almacenar el agua necesaria para el trabajo minero. Asimismo, puede verse la Ribera, río artificial que alimentaba los diferentes ingenios que funcionaban dentro del casco urbano de la villa. En el centro del lienzo puede verse el famoso Cerro, llamado por los indígenas Sumac Orco, protagonista de la pintura; en él, como hormigas, suben y bajan mitayos y arrieros. Al pie del Cerro, y cruzando la Ribera, puede verse la ciudad criolla y española, en la que destacan los campanarios de los templos y, finalmente, en la periferia están los catorce barrios de indios donde vivían los mitayos procedentes de las diferentes comunidades del altiplano. El último cuadro conocido de Berrío es un San Juan Nepomuceno firmado en Potosí en 1762, hoy en el Museo Fernández Blanco de Buenos Aires.

 

Bibl.: N. Martín, “La Villa Imperial de Potosí”, en Documentos de Arte Colonial Sudamericano, Buenos Aires, Academia Nacional de Buenos Aires de la República Argentina, 1943; M. Chacón Torres, Arte Virreinal en Potosí, Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1973; J. de Mesa y T. Gisbert, Holguín y la pintura Virreinal en Bolivia, La Paz, Gisbert y Cía., 1977.

 

Teresa Gisbert y José de Mesa