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Bernardo Bitti

Biografía

Bitti, Bernardo. Camerino (Ancona, Italia), 1548 – Lima (Perú), 1610. Pintor, jesuita (SI).

Hijo de Pablo Bitti y Cornelia. En la ciudad de Roma entra como hermano coadjutor en la Compañía de Jesús el año de 1568. En esta ocasión declara que había ejercido el oficio desde hacía cinco años. En Roma pinta algunos frescos en el noviciado de Santa Andrea del Quirinal. Considerado un buen pintor por sus superiores, es enviado al Perú en 1575 a solicitud de los jesuitas que se encontraban allí, quienes tuvieron en cuenta, para este pedido, que las pinturas eran un elemento indispensable para la evangelización.

Bitti estaba formado en la escuela de los manieristas romanos bajo la influencia de Vasari y Salviatti. Sus colores son fríos y sus figuras alargadas, impactando por su perfección. En Sevilla, mientras esperaba el permiso de embarque, seguramente conoció la obra del Divino Morales, ya que en el arte de Bitti puede verse la huella de este pintor.

Llegado al virreinato del Perú, Bitti trabaja en Lima y Cuzco, realizando algunos encargos para la ciudad de Arequipa. De allí pasa a la Audiencia de Charcas (hoy Bolivia), a las ciudades de La Paz, Potosí y Chuquisaca. En esta última pinta los lienzos del retablo mayor de San Miguel, iglesia jesuítica dedicada originalmente a san Juan Bautista. Las pinturas de este retablo se encuentran en el Museo de la catedral de Sucre; entre ellas destaca el lienzo de la Imposición de la Casulla a San Idelfonso, los apóstoles Juan y Santiago, y La Virgen con el Niño y San Juanito. En Lima, en la iglesia de San Pedro, se conserva el gran lienzo de la Coronación de la Virgen y el de la Candelaria, donde Bitti muestra toda la elegancia de las figuras propias de la “maniera” italiana.

Bitti es enviado, en 1585, a Juli (Perú), pueblo de indios aimaras situado a orillas del lago Titicaca donde los jesuitas tenían un gran centro misional. Allí pinta la mayor parte de su obra. Entre ellas están El bautismo de Cristo en la iglesia de San Juan, la Santa Catalina en la iglesia de San Pedro y la titular de la Asunción, iglesias todas estas que pertenecían a la Orden jesuítica. Al retornar a Lima, Bitti se encuentra con otros pintores italianos ejerciendo su arte en la ciudad de los Reyes; éstos son el napolitano Pérez de Alesio, autor de un fresco en la Capilla Sixtina, y el romano Angelino Medoro, quien en su vejez retorna a Sevilla, ciudad en la que había trabajado antes de pasar a las Indias.  El arte de Bitti influyó en su colaborador, el jesuita Pedro de Vargas, quien trabaja con él en Lima y Cuzco. También influyó en el dominico quiteño fray Pedro Bedón, quien, después de su estadía en Lima, donde ejerció como traductor de quechua en el Tercer Concilio Limense (1583), funda una escuela pictórica para indios en la ciudad de Quito. El pintor más destacado de esta escuela es el indio Andrés Sánchez Galque, autor del lienzo de Los mulatos de las Esmeraldas, conservado en el Museo de América de Madrid. La influencia de Bitti en las escuelas locales de Perú y Bolivia se hace sentir hasta bien entrado el siglo XVII cuando llegan a Lima obras de Valdés Leal y múltiples lienzos de Zurbarán y su taller que se dispersan por todo el virreinato; estos envíos cambian las tendencias estéticas basadas en el “manierismo” que habían primado hasta entonces, sobre todo en la capital virreinal. Por aquellos años, a mediados del siglo XVII, ya se había formado la escuela cuzqueña de pintura, así como los maestros que trabajaron en el altiplano boliviano y los alrededores del lago Titicaca y todos aquellos que desempeñaron su arte en Potosí.

 

Obras de ~: frescos en el noviciado de Santa Andrea del Quirinal, Roma; lienzos del retablo mayor de San Miguel, Chuquisaca (Bolivia) (hoy en el museo de la catedral de Sucre); Coronación de la Virgen y candelaria, iglesia de San Pedro, Lima; El bautismo de Cristo, Iglesia de San Juan, Juli (Perú); Santa Catalina, iglesia de San Pedro, Juli (Perú).

 

Bibl.: R. Vargas Ugarte, Ensayo de un diccionario de artífices coloniales de la América Meridional, Lima, Taller Gráfico A. Baiocco, 1947; M. Soria, La pintura del siglo XVI en Sudamérica, Buenos Aires, Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, 1956; J. de Mesa y T. Gisbert, Bitti, un pintor manierista en Sudamérica, La Paz, UMSA, 1974; R. Estabridis, “La influencia italiana en la pintura virreinal”, en Pintura en el Virreinato Peruano, Lima, Banco de Crédito, 1989, págs. 109-164; F. Statsny, “Maniera y Contramaniera en la pintura Latinoamericana”, en VV. AA., La dispersión de manierismo, México, UNAM, 1980, págs. 197-236.

 

Teresa Gisbert y José de Mesa