Nieto, Vicente. Aranjuez (Madrid), 1769 – Potosí (Bolivia), 1810. Militar y político.
Después de haber intervenido en varias acciones militares en España como la guerra con Francia en 1793, fue destinado al Río de La Plata, donde luchó contra las invasiones inglesas en 1806 y 1807. De regreso a su patria, se incorporó al Regimiento Pueblo y participó en la Guerra de la Independencia Española combatiendo contra las tropas enviadas por Napoleón, distinguiéndose en la batalla de Río Seco en 1808, a raíz de la cual fue promovido al grado de mayor general. Ese mismo año fue enviado de nuevo a Buenos Aires por la Junta Central para servir a órdenes del virrey Hidalgo de Cisneros.
El 25 de mayo de 1809 estalló en Charcas una rebelión encabezada por los oidores y el estamento criollo que destituyó y puso en prisión al presidente Ramón García Pizarro, asumiendo el mando bajo el nombre de Audiencia gobernadora. Con el fin de controlar esta subversión considerada antivirreinal, Nieto fue enviado por Cisneros al mando de una tropa veterana que llegó a La Plata en diciembre de aquel año. Por entonces, lo ocurrido en esa ciudad había repercutido en La Paz donde el Cabildo constituyó una junta llamada Tuitiva, a la usanza peninsular, con el propósito de hacerse cargo del gobierno a fin de precautelar los derechos de Fernando VII mientras éste permaneciera cautivo de los franceses.
Durante los meses en que estuvo al mando de la Audiencia de Charcas, Nieto se caracterizó por su moderación represiva, ya que se redujo a expatriar a los oidores rebeldes como José de la Iglesias, Ussoz y Mozi, López Ballesteros y el fogoso fiscal López Andreu.
También fueron expatriados y enviados a Lima los hermanos Manuel y Jaime Zudáñez. El primero murió en prisión, mientras Jaime que actuó en los procesos independentistas de Chile, Buenos Aires y Montevideo. Si bien fueron convocadas las tropas realistas que existían en Potosí, éstas no llegaron a actuar debido a que los rebeldes depusieron las armas sometiéndose a la autoridad de Nieto.
La política de apaciguamiento practicada por Nieto fue muy distinta a la drástica represión de José Manuel Goyeneche en La Paz, quien ocupó esta ciudad a sangre y fuego, condenando al cadalso a los principales jefes de la Junta Tuitiva e implantando un estado de terror. Por otra parte, Nieto no pudo evitar que todo el Alto Perú volviera a manos del virrey de Lima, no obstante haber perdido éste tal derecho al organizarse el virreinato de Buenos Aires en 1776.
Cuando en mayo de 1810 Cisneros fue depuesto por otra Junta patriótica que se formó en Buenos Aires, ésta envió un ejército a las provincias del Alto Perú para respaldar a los patriotas que allí se habían sublevado y para rescatar de poder del Perú las ricas provincias cuyo mayor baluarte económico lo constituía la enorme riqueza minera del cerro de Potosí.
Fue entonces cuando Nieto se unió al general José de Córdova y al intendente de Potosí Francisco de Paula Sanz para enfrentarse a las tropas bonaerenses, las cuales triunfaron en Suipacha en noviembre de ese mismo año. Los tres personajes realistas fueron reducidos a prisión y, cumpliendo órdenes del jefe del ejército expedicionario Juan José Castelli, fueron fusilados en Potosí.
Bibl.: L. M. Correa, D. Vicente Nieto, Mariscal de Campo, Gobernador interino de Buenos Aires, Buenos Aires, 1957; E. Just Lleo, Comienzo de la independencia en el Alto Perú. Los sucesos de Chuquisaca, 1809, Sucre, Judicial, 1994, págs. 311-313 y 514-517; J. M. Barnadas, Diccionario Histórico de Bolivia, t. II, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2002, pág. 342.
José Luis Roca