Ayuda

Alfonso de la Peña Pineda

Biografía

Peña Pineda, Alfonso de la. Valladolid, 23.I.1904 – Madrid, 26.III.1971. Médico, catedrático, urólogo.

Estudió la carrera de Medicina en la Facultad de Medicina de Madrid. Durante este período, fue alumno interno en el Hospital de San Carlos. Hijo del doctor Leonardo de la Peña y Díaz, catedrático de Madrid —primero de Anatomía y después de Urología—, se inclinó por esta última disciplina una vez que acabó la carrera. En 1931, obtuvo el grado de doctor tras la defensa de la tesis La próstata como foco oculto de infección: prostatitis latentes. Estudio experimental y clínico.

Estimulado por su padre y viendo que la moderna urología se realizaba en otros lugares fuera de España, en 1928 se desplazó a Estados Unidos, donde trabajó durante tres años en diversos hospitales (Columbia Hospital y Milwaukee Children‘s Hospital), para posteriormente asentarse en la Mayo Clinic de Rochester (Minnesota), donde hizo el rotatorio y se especializó en Urología junto a Williams F. Braasch.

Esta dilatada estancia en Estados Unidos le marcó, sin duda, no sólo en el quehacer, técnica y desarrollo personal, sino en lo que se refería a una nueva forma de entender y enfocar la medicina que en un futuro pudo desarrollar en su Cátedra de Madrid. Más tarde, en el año 1933, volvió a Estados Unidos con una beca de la Fundación del Amo, y después, siempre con ganas de aprender más o perfeccionar diversas técnicas, marchó a Berlín, donde fue ayudante del profesor A. von Lichtenberg en la Hedwigs Krankenhaus.

A su vuelta y una vez en Madrid, trató de conseguir mediante oposición, como era la costumbre en esa época, una plaza que le permitiera poner en práctica cuanto había aprendido fuera de España. Inicialmente, obtuvo por oposición la plaza de jefe de Urología del Hospital de Lérida y en el año 1946 la del Hospital de Jaén. Vacante la plaza de catedrático en Madrid tras el fallecimiento de su padre, Leonardo de la Peña y Díaz, se presentó a la correspondiente oposición y, tras dura competencia, en 1948 sucedió a su padre en dicha Cátedra.

Peña Pineda fue un afamado urólogo, con enormes condiciones docentes que producían una considerable atracción a cuantos se acercaban a oír sus clases o sesiones clínicas. Sus conocimientos anatómicos y su destreza como cirujano concitaron rápidamente la admiración de sus colaboradores. Dominaba perfectamente las diversas técnicas exploratorias que había aprendido durante sus estancias en el extranjero, demostrando en todo momento una enorme capacidad de trabajo. Todo ello y su gran capacidad de relacionarse le convirtieron muy pronto en una referencia de la medicina española de la posguerra.

Una de sus contribuciones más importante a la urología española fue la creación en su Servicio del Hospital Clínico de San Carlos de una escuela de excelentes reseccionistas endoscópicos en patología del tracto urinario inferior en los adultos y en la infancia. Esta técnica de cirugía endoscópica, una auténtica novedad apenas realizada por unos pocos en España y de la que él fue uno de los pioneros, la aprendió con los mejores maestros de Estados Unidos, concretamente durante su estancia en la Clínica Mayo. También a él se le debe la introducción de diversas técnicas innovadoras en la cirugía del adenoma de próstata y que siguen vigentes en la actualidad. Formó una gran cantidad de urólogos, muchos de los cuales se consideraron sus discípulos y ocuparon altas responsabilidades en la universidad y en los hospitales españoles. Entre ellos, cabe destacar a Luis Resel Esteve —que a la postre sería catedrático de la misma Cátedra que ocupó su maestro—, Vicente Borobia López, Pedro González-Páramo, Ángel Silmi Moyano, Óscar Leiva Galmis y Mariano Rabadán.

Sus publicaciones fueron igualmente numerosas e importantes. Publicó un considerable número de libros, entre los que destaca el dedicado a los Tumores del testículo, libro excelente que tuvo una gran acogida en su momento. Sus publicaciones fueron sobre temas muy variados, destacando las referidas a las alergias en el campo de la urología, diversas sobre citoscopia y biopsia percutánea de la próstata, litotricia, aspectos muy diversos del tratamiento quirúrgico o no de los diferentes tipos de tumores urológicos y sobre trasplante renal. Cabe destacar fuera de lo propiamente científico sus reflexiones sobre la Deontología médica profesional, en que demostraba sus profundos conocimientos y buen sentido en relación a la conducta del médico ante el paciente, los compañeros y la sociedad. Era frecuente encontrar sus publicaciones en las revistas más prestigiadas. Su participación en congresos nacionales e internacionales fue muy frecuente, habiendo sido ponente oficial en muchos de ellos, de la misma forma que impartió multitud de conferencias tanto en ciudades españolas como en el extranjero. Fue editor de Urología Internationalis, a la cual dotó de un extraordinario dinamismo publicándose en ella las aportaciones más brillantes de esos años. Fue igualmente editor de la revista española Cirugía, Ginecología y Urología.

Su actividad en las sociedades científicas de todo el mundo fue extraordinaria. Fue miembro del Colegio Norteamericano de Cirugía, del Consejo de Gobernadores del Colegio Internacional de Cirujanos y del Comité Europeo del Colegio Internacional de Cirujanos, presidente del Congreso de la Sociedad de Urología del Mediterráneo Latino en 1962 y del Congreso del Colegio Internacional de Cirujanos celebrado en Barcelona en 1963, y miembro de multitud de sociedades de irología, tales como las de Francia, Inglaterra, Alemania e Italia. Fue, asimismo, profesor agregado de Urología del Instituto Ramón y Cajal, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y jefe Nacional de Urología del Seguro Obligatorio de Enfermedad.

Fue distinguido con las Grandes Cruces de Isabel la Católica, Alfonso X el Sabio y la del Mérito Naval, así como la de Oficial de la Legión de Honor Francesa.

Cónsul honorario de la República de Bolivia y comendador de la Orden del Cóndor. Ingresó como académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina en 1968 con un discurso titulado Epidemiología urológica.

Evolución de un saber, ocupando el sillón número 14 tras el fallecimiento de Santiago Carro y García, siendo contestado por Manuel Bermejillo Martínez.

 

Obras de ~: con E. de la Peña, Patología de la próstata, Barcelona, Salvat, 1934; con E. de la Peña, La próstata y sus enfermedades, Madrid, Ediciones Morata, 1941; Cuatro técnicas de resección transuretral de la próstata, Valencia, Tipografía Pascual Quiles, 1946-1947; Introducción al estudio de la urología, Valencia, Medicina Española, 1949; Tumores del testículo, Madrid, Editorial Paz Montalvo, 1955; “Alergia en urología”, en R. Alemany-Vall (ed.), Tratado de Alergia, Madrid, Editorial Científico Médica, 1960; “Tumores renales de la infancia”, en Tumoraciones en la infancia, Madrid, X Congreso Nacional de Pediatría, 1960; “Deontología médica profesional”, en Anales de la Real Academia Nacional de Medicina (ARANM), 1960, págs. 343-468; Urolitectomía transvaginal, Madrid, J. Cosano, 1961; con P. González Páramo y O. Leyva, “Diagnosis by spermatic phlebography of retrocaval ureter in humans”, en Journal of Urology and Nephrology, 75 (1969), págs. 187-190.

 

Bibl.: C. Laguna Serrano, “Discurso en memoria del Excmo. Sr. D. Alfonso de la Peña Pineda”, en ARANM, 88 (1971), págs. 442-460; V. Matilla Gómez, “Alfonso de la Peña Pineda”, en 202 Biografías Académicas, Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1987, págs. 296-297; M. Díaz- Rubio, 100 médicos españoles del siglo XX, Madrid, You & Us, 2000; E. García Cuerpo, “Hospital Clínico Universitario de San Carlos de la Moncloa. Alfonso de la Peña y Díaz (1904- 1971)”, en E. Maganto Pavón y M. Pérez Albacete (eds.), Historia Biográfica y Bibliográfica de la Urología Española en el siglo XX, Madrid, Edicomplet, 2002, págs. 243-248.

 

Manuel Díaz-Rubio García

Personajes similares