Moncada, Guillermo de. Vizconde de Verán. ?, 1185 – Mallorca (Islas Baleares), 1229. Noble.
Perteneciente a uno de los tres linajes con este nombre (las otras dos ramas eran la de Moncada-Vic y la de Tortosa-Lleida), tuvo una actuación destacada durante la minoría de edad de Jaime I, participando activamente en las luchas por el control del Rey en competencia con Nuño Sans, conde del Rosellón. Tras su reconciliación con el Monarca en 1227, Guillermo de Moncada acogió con entusiasmo la empresa de la conquista de Mallorca. Espolearon su determinación dos hechos: que participaba también su antiguo rival Nuño Sans, y ciertos derechos históricos, ciertamente caducados, ya que su bisabuelo Guillermo Ramón había recibido, en 1146, de Ramón Berenguer IV el derecho de conquista del archipiélago.
En las Cortes de Barcelona de 1228, donde se decidió la colaboración de los estamentos en la empresa de conquista, Guillermo de Moncada, dispuesto a resaltar su rango, ofreció llevar, junto con su primo Ramón de Moncada, cuatrocientos caballeros. Dado que el Rey apenas podía reunir este mismo número de vasallos, se procedió a un reajuste de las aportaciones de los barones, a los que se les señaló un límite máximo de cien caballeros; así quedó fijado en el compromiso firmado el 28 de agosto de 1228, en Tarragona, poco antes de zarpar la flota; Guillermo participaba con cien caballeros y Ramón de Moncada con cincuenta.
Pero el destino tenía reservado a ambos un final demasiado prematuro, aunque heroico. En la batalla de Santa Ponsa, Guillermo y Ramón, que comandaban una de las alas de Caballería, sin conocimiento del terreno y sin la protección de los peones, confiados solamente en su intuición, se internaron en el territorio, quedaron por ello aislados, y fueron fácilmente abatidos por los musulmanes.
En el repartimiento de la isla, su sucesor Gastón fue dotado con uno de los cuatro estados señoriales que surgieron a raíz de la conquista. Se trataba de un importante patrimonio rústico, en torno a 16.000 hectáreas, y urbano, con trescientas treinta y nueve casas, seis hornos y ochenta tiendas situadas en la capital de Mallorca. La administración de tan abultado patrimonio fue confiada a un lugarteniente con la misión primordial del asentamiento de nuevos pobladores.
El señorío de Bearn en Mallorca acabó siendo incorporado por la Corona, siguiendo los pasos del señorío de Nuño Sans, conde del Rosellón, y de otros menores. Gastón había ya iniciado negociaciones sobre este tema con el rey Jaime II de Mallorca pero no cristalizaron, debido a la confiscación del reino de Mallorca por los reyes de Aragón entre 1285 y 1298.
Solamente a partir de esta fecha Jaime II pudo reanudar las negociaciones de compra que finalmente alcanzaron su objetivo en 1310.
Bibl.: S. Sobrequés i Vidal, Els barons de Catalunya, Barcelona, Vicens Vives, 1970; Les quatre grans cròniques (Jaume I, Bernat Desclot, Ramon Muntaner, Pere III), rev., pról. y notas de F. Soldevila, Barcelona, Selecta, 1971; P. Cateura Bennasser, “Mallorca y la política patrimonial de la monarquía (siglo xiii-primera mitad siglo xiv)”, en Estudis Baleàrics, 6 (1982), págs. 79-130.
Pau Cateura Bennásser
