Ayuda

Antonio Valladares de Sotomayor

Biografía

Valladares de Sotomayor, Antonio. D.A.V.S. Anastasio Valderosal y Montedoro, Anselmo Tovalina Ordaso de Tiroa, Valerio Llamas Dávalos y Resa, Leonardo Evaristo Lasa y Montado, Thomas Valerio Roldan de Santoyoa, Antonio Valdasreal. Rianxo (La Coruña), 30.VII.1737 – Madrid, c. 1820. Escritor y periodista.

Era el octavo hijo de doce, del escribano de Su Majestad Diego José Valladares y Sotomayor, natural de Tuy, y de su mujer Ángela Domínguez de Noboa, hidalgos, aunque de economía más bien modesta. No se conocen los pormenores de su educación —sólo que vivió en su pueblo natal los ocho primeros años de vida— ni del período que transcurre entre 1746 y su llegada a la Corte en 1760, pero sin duda había conseguido cierta instrucción que, unida al estudio y a su tesón, le permitió dedicarse al cultivo de la literatura.

Sus primeros pasos en Madrid debieron de ser difíciles. No obstante, llegó en un momento en que el nuevo monarca Carlos III inspiraba nuevos proyectos ilustrados, y un joven emprendedor dotado de ingenio, de cierta preparación y —se supone— que de algunas recomendaciones, podría abrirse camino en el mundo de las letras. Así se observa en sus primeras obras, obras de circunstancias con las que pretendía hacerse presente en el panorama literario de la Corte.

Pero para sobrevivir tuvo que acudir al teatro y a las publicaciones periódicas con el fin de ganarse la vida de una forma compatible con el “honor heredado en su cuna”, como siempre recuerda. Precisamente este hecho le convierte, a juicio de los ilustrados oficiales —Forner y Moratín— en uno más de los escritores mercenarios que inundaban los escenarios con obras de mal gusto y que poblaban los estantes de las librerías con sus desatinos. No se sabe si en estos años mantuvo algún otro empleo, sólo hay constancia de que durante algún tiempo (desde 1785) desempeñó el puesto de administrador de la Renta de Correos en Osuna (Sevilla) hasta que consiguió poner en marcha una empresa rentable que además le dio prestigio: el Semanario Erudito (1787-1791), en el que publicó obras de valor histórico y literario (Quevedo, Macanaz, Sarmiento, Burriel, etc.), algunas inéditas. Sin embargo, la prohibición en 1791 de todas las publicaciones periódicas decretada por Floridablanca va a determinar el resto de su vida, ya que quedó en la ruina al no poder hacer frente a las deudas que había contraído en esta empresa.

El “laborioso Valladares”, como le llama Godoy en sus Memorias, después de reiterados e infructuosos intentos de continuar el Semanario Erudito, editó otras obras e inició un nuevo experimento literario: la novela por entregas titulada La Leandra (1797-1807), que quedó inconclusa después de llegar al noveno tomo.

Después de muchas solicitudes y negativas, sólo consiguió una ayuda de costa de 1500 reales para “continuar sus trabajos literarios”. En estos años, además, siguió escribiendo para el teatro y, por fin, en 1804 consiguió licencia para publicar el Almacén de frutos literarios inéditos, que fue prohibido nada más salir. Todavía en 1815, con casi ochenta años, inició una nueva aventura editorial con los tomos I y II de sus Tertulias de invierno en Chinchón, obra miscelánea que pretendía entretener e instruir. En 1818 vendió a Francisco Javier de Burgos, que fue ministro de Fomento años después, la importante colección de manuscritos que poseía y que intentaba publicar sin éxito, y el privilegio real que se le había concedido para imprimirlos, por 18.000 reales. De esta manera, pudo continuar sus Tertulias en 1820 con los tomos III y IV —su última obra conocida—, que presumiblemente quedó interrumpida por su muerte, ya que en el tomo III avisaba de que “seguirán otros muchos”.

En conjunto, a pesar del desprecio de Forner y Moratín, se puede considerar al escritor gallego como uno de los literatos españoles más activos de la segunda mitad del siglo xviii, ferviente y entusiasta defensor de la Ilustración, cuya ideología contribuyó a difundir y a acercar al pueblo, y dramaturgo y novelista de éxito que supo agradar al público manteniendo al mismo tiempo una cierta dignidad literaria, hasta el punto de que Mesonero Romanos llegó a considerarle “hombre de bastante erudición y buen gusto”.

Por otra parte, la larga trayectoria vital de Antonio Valladares de Sotomayor presenta los rasgos del escritor moderno, que partiendo de una situación económica modesta pretende vivir de su trabajo literario, y que para ello, incluso, no duda en asumir riesgos, poniendo en marcha proyectos periodísticos y editoriales, cuyos vaivenes económicos determinan el curso de su vida.

De su obra literaria, aparte de la novela sentimental La Leandra (1797-1805), destaca su producción dramática, compuesta por más de cien piezas entre comedias y sainetes, originales y traducidas o adaptadas, la mayor parte de las cuales se representaron en los teatros de Madrid. Fue uno de los dramaturgos de más éxito popular de la segunda mitad del siglo xviii, junto con Luciano Francisco Comella y Gaspar Zavala y Zamora, que son los representantes más significativos de la llamada “escuela de Comella”. Con sus obras pretende divertir y al mismo tiempo educar al pueblo siguiendo los dictados de la Ilustración, aunque, a diferencia de los neoclásicos, hace concesiones al gusto del público, en detrimento del cumplimiento de las tres unidades clásicas. Sus mayores éxitos fueron: las comedias de magia Esposa y trono a un tiempo, y mágico de Serván (1781), El mágico del Mogol (1782) y Ciencia vence al poder con los mayores prodigios, y mágico de Eriván (1782); las comedias sentimentales El vinatero de Madrid (1784) y El preso por amor o el Real encuentro (1796) y las comedias heroico-militares con protagonista femenino El Emperador Alberto I y la Adelina (1781), Exceder en heroísmo la mujer al héroe mismo. La Emilia (1781) y Saber del mayor peligro triunfar sola una mujer. La Elvira (1781).

 

Obras de ~: Verdadera y gloriosa relación que expressa las rendidas reverentes gracias que a [...] Carlos Tercero [...] dan sus vasallos en esta Corte, por la regia, soberana piedad que con ellos usó en perdonarles el ruido que fomentaron, pidiendo a su Magestad la baxa del Pan y demás víveres [...], [Madrid, José Francisco Martínez Abad, 1766]; El dichoso pensador. Desagravio de las mugeres, sus prendas, excelencias y sublimidades [...] Pensamiento primero: La hermosura es perfección. Obra semanaria [...], Madrid, Joseph Martínez Abad, 1766; El dichoso pensador. Desagravio de las mugeres [...] Pensamiento II. Lo que puede una beldad, Madrid, Joseph Martínez Abad, 1766; Carta que escrive Don Antonio Valdasreal, a un amigo suyo, pintándole en un romance la nunca bien celebrada diversión de los Bayles en Máscara en esta Corte [...], Madrid, Joseph Martínez Abad, 1767; El Prado por adentro y el Philósopho por afuera. Obra dividida en tres figuras, Madrid, Joseph Francisco Martínez Abad, 1768; Semanario erudito, que comprehende varias obras inéditas críticas, morales, instructivas, políticas, históricas, satíricas y jocosas, de nuestros mejores autores, antiguos y modernos, Madrid, Alfonso López, A. Espinosa, 1787-1791, 34 ts. (Oviedo, Pentalfa Microediciones, 1989, 34 microfichas); La Leandra. Novela original que comprehende muchas, Madrid, Antonio Ulloa, 1797-1807, 9 vols.; Colección de seguidillas o cantares de los más instructivos y selectos [...], Madrid, Franganillo, 1799; Almacén de frutos literarios inéditos de nuestros mejores autores antiguos y modernos. Dados a luz por Don [...], Madrid, Repullés, 1804, 2 vols.; Colección de algunas obras inéditas, críticas, eruditas, históricas y políticas [...], Madrid, Imprenta e la calle Relatores, 1806-1807, 2 vols.; Profecía que verá cumplida brevemente la España y con especialidad los heroicos madrileños, [Madrid, 1814]; La verdad como es en sí, o razones que convencen de la falsa y equívoca expresión que asienta que “peca mortalmente el que hace comedias o concurre a ellas”, Orihuela, Viuda de Santa María e Hijos, 1815 (reimpr.); Tertulias de invierno en Chinchón, Madrid, F. de la Porta, 1815-1820, 4 vols.; Nuevo semanario erudito: compuesto de obras inéditas, críticas, políticas, históricas y morales de nuestros mejores autores antiguos y modernos [...] que da a luz [...], Madrid, Viuda de Vallin, 1816, 2 vols.

 

Bibl.: G. del Mónaco, Introduzione alla Bibliografia Critica di Antonio Valladares de Sotomayor. I, s. l., Ecumenica Editrice, 1979; J. Herrera Navarro, Fuentes manuscritas e impresas de la obra literaria de don Antonio Valladares de Sotomayor, Madrid, Fundación Universitaria Española (FUE), 1984; “Don Antonio Valladares de Sotomayor: Datos biográficos y obra dramática”, en VV. AA., Homenaje a Pedro Sainz Rodríguez, t. II, Madrid, FUE, 1986, págs. 349-365; J. Herrera Navarro, Catálogo de autores teatrales del siglo XVIII, Madrid, FUE, 1993, págs. 450-463; E. S. Ibrahim Soheim, Don Antonio Valladares de Sotomayor, autor dramático del siglo XVIII, Madrid, Universidad Complutense, 1993; F. Aguilar Piñal, Bibliografía de Autores Españoles del siglo XVIII, t. VIII, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1995, págs. 268-290; J. Herrera Navarro, “Don Antonio Valladares de Sotomayor: nuevos datos biográficos”, en Cuadernos para la Investigación de la Literatura Hispánica, 30 (2005), págs. 429-448; Petimetres y majos. Saineteros madrileños del siglo XVIII, Madrid, Ediciones del Orto-Ediciones Clásicas, 2009 (Col. Breviarios de Talía, 2), págs. 101-119.

 

Jerónimo Herrera Navarro

Personajes similares