Duruelo, Maestro de. ?, p. m. s. XVI– s. m. s. XVI. Pintor activo en tierras de Segovia entre 1540 y 1550.
Artista activo en el área nororiental de la antigua diócesis de Segovia, en torno a Sepúlveda, y estrechamente relacionado con maestros del ámbito seguntino y del sur de Burgos. No ha podido establecerse su identidad. Es probablemente artista foráneo o formado fuera de Segovia en contacto con Juan de Soreda, ya en su etapa madura, y con pintores como Diego de Madrid, el Maestro de Roa, el Maestro de Ventosilla o Juan Illana.
Sus pinturas sobre tabla adornaron en lo esencial retablos enteramente pictóricos de estructura plateresca, donde recurre aún con frecuencia al uso de panes de oro, principalmente en los bancos, con medias figuras de santos, según fórmula tradicional. Sus creaciones denotan, sin embargo, influencias italianas de segunda mano, fundamentalmente rafaelescas, y la manipulación de fuentes figurativas varias, además del gusto por el sfumato, por siluetar los contornos y por las atmósferas oscuras.
Los dos retablos más significativos son los de Duruelo (Segovia) y Adrada de Aza (Burgos). El primero, con dieciséis tableros, dedicado a la Vida de Cristo, con episodios de la infancia y de la Pasión, y el segundo, de santa Columba, con dieciocho tablas, con pinturas referidas a distintos santos, incluida la titular, y a la Pasión de Cristo. Ambos disponen de un banco con medias figuras emparejadas de apóstoles, alguno de los cuales se repite en el otro de manera exacta (Santos Juanes).
De 1544 es el retablo de San Bartolomé de la parroquial de Cozuelos (Segovia), con pinturas en el banco de San Antonio de Padua y San Andrés, ésta de inspiración miguelangelesca, y las de la Subida al Calvario, la Crucifixión y un dramático Llanto sobre Cristo muerto, con complejos nimbos radiales dorados, al gusto portugués. Más avanzado es el de San Bernabé de Membibre de la Hoz (Segovia), con dobles figuras de santo, además de la pintura del titular y la Crucifixión. El mismo afán mostrado aquí de reforzar con panes de oro diversos detalles de los atavíos y de los complementos iconográficos lo encontramos en varias pinturas reaprovechadas en un retablo del lugar de El Olmo (Segovia), ya sea en las santas del banco como las dedicadas a pasajes de la vida de santa Catalina; podría ser anterior a 1537.
También reaprovechadas son varias tablas de diversos santos y del ciclo de la Natividad alojadas en los retablos colaterales de Encinas (Segovia). Y de un estilo algo más sobrio, sin oros, son las integradas en el retablo mayor barroco de la parroquial de Sebúlcor (Segovia).
Suyo es con toda certeza el retablo de Villovela de Esgueva, y alguna de las pinturas del retablo mayor de Valdeande, al sur de Burgos, y muy próxima a su estilo viene a ser la copia de la Circuncisión de Parmigianino existente en Mayorga de Campos (Valadolid).
A pesar de su calidad, la influencia de su obra sobre los pintores locales resulta poco menos que inexistente.
Obras de ~: Retablo de San Bartolomé, iglesia de Cozuelos (Segovia), 1544; Pinturas del retablo mayor, iglesia parroquial de Duruelo (Segovia); Pinturas del retablo mayor, iglesia parroquial de Adrada de Aza (Burgos); Retablo de San Bernabé, parroquial de Membibre de la Hoz (Segovia); Tablas de retablo mayor, iglesia parroquial de Sebúlcor (Segovia) y Retablo de Villovela de Esgueva (Burgos).
Bibl.: F. Collar de Cáceres, Pintura en la antigua diócesis de Segovia 1500.1631, Segovia, Diputación Provincial, 1989, págs. 119-124; J. L. Hernando Garrido: “Notas sobre pintura del siglo xvi en la Ribera del Duero: párvulos hallazgos y otras apostillas”, en Renacimiento del Duero, Aranda de Duero, Ayuntamiento, 2003, págs. 248-249; F. Egaña Casariego y P. Martín Pérez, Las Edades del Hombre, El árbol de la vida, catálogo de exposición, Segovia, Fundación las Edades del Hombre, 2003, págs. 288-289.
Fernando Collar de Cáceres
