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Gabriel de Cárdenas Maldonado

Biografía

Cárdenas Maldonado, Gabriel de. Cuéllar (Sego­via) c. 1560 – c. 1603. Pintor.

Hijo del pintor Julián Maldonado y de Catalina de Lemos, y sobrino del también pintor Juan Maldo­nado, es, junto con el riosecano Pedro de Bolduque, el artista de mayor relieve activo en Cuéllar en el último tercio del siglo XVI. Colaboró de manera asidua con los escultores Pedro de Bolduque y Roque Muñoz.

Hubo de formarse en el taller paterno, y muy pro­bablemente en estrecho contacto con artistas de ám­bito vallisoletano, como el aún demasiado difuso Be­nedetto Rabuyate, y en el conocimiento de la pintura italiana quinientista (Correggio, los Bassano), como se deja ver en su obra, amén de servirse para sus com­posiciones con frecuencia de estampas italianas y fla­mencas. Su actividad está documentada desde 1588 por tierras de Valladolid y Segovia, dentro siempre de esta diócesis.

En 1588 sucedió a su padre como receptor de los pagos del retablo de San Pedro de Fuentepelayo (Se­govia), como luego en el retablo mayor de la parro­quial de Cogeces del Monte (Valladolid), en el que es­tán algunas de sus mejores pinturas, bajo la influencia de Correggio, los Bassano y de conocidas estampas. Este mismo año firmó el tríptico de la Virgen de la Rosa del Museo del Prado, cuya tabla central depende directamente de la composición de Rafael, a la que incorporó un añadido bodegonista. Un año después contrataba la pintura de los retablos mayor y colateral de la Concepción de Cuéllar, que en 1592 se extendió a la pintura mural del testero de la iglesia, a la vez que se obligó a hacer una pintura de San Francisco y otra del Lavatorio para el de San Francisco, todo encargo de Melchor de Rojas. Sólo se conserva el entonces re­tablo mayor, de talla, obra de Bolduque.

En octubre de este año contrató la pintura del reta­blo de Vegafría, cuyo ensamblaje y talla haría Pedro de Santoyo. Y en 1595 realizaba un tríptico-oratorio para Bartolomé González. De este mismo año datan la policromía y las pinturas del retablo de la Quinta Angustia en la iglesia de Santa María de Fuentepe­layo (Segovia), con composiciones inspiradas en Se­bastiano del Piombo y Tiziano, y trabajó por enton­ces para Fuentepiñel y en la capilla del hospital de la Magdalena de Fuentidueña, donde hizo pinturas murales y la policromía de los retablos tallados por Roque Muñoz. En 1596 pintó las sargas de San An­drés (perdidas), según el modelo de las de Santa Ma­ría de la Cuesta. En 1597 firmó la “bassanesca” Ado­ración de los pastores de Cuéllar (casa parroquial). Y en 1600 se obligó realizar un San Roque de talla y pin­tura para San Miguel de Iscar. Hizo además el retablo del Carmen para la iglesia de Santiago de Sepúlveda, firmó el contrato para el de la ermita de San Roque de Mozoncillo, con R. Muñoz, y a finales de año traba­jaba en la iglesia de Santa María del Manto, en Riaza. Trabajó también en torno a 1600 para la iglesia de Santa Marina de Cuéllar de la que era feligrés, y en ocasiones fue mayordomo, realizando el monumento de Semana Santa.

Hubo de morir en torno a 1603. Su viuda cedió a Agustín Medina el retablo que tenía contratado con Pedro de Luna, marqués de la Adrada, para quien tra­bajó Cárdenas en la Magdalena de Fuentidueña.

Se le atribuyen las deterioradas pinturas de los re­tablos mayor y del Rosario en la iglesia de los Va­lles de Fuentidueña, reacomodadas hace unos años tras singular expurgo en el primero de ellos. Suyo y de su taller ha de ser, asimismo, el ciclo iconográfico pintado al temple en las bóvedas del convento de la Trinidad de Cuéllar, para el que policromó en 1594 el retablo, obra de Bolduque. Parecen también de su mano algunas de las tablas superiores del retablo de la iglesia de San Pedro de Cuéllar (1575), hoy en las MM. Concepcionistas Franciscanas y probablemente obra paterna, lo que por lo temprano obliga a pensar en una fecha de nacimiento anterior a 1560.

Estuvo casado con María de la Cruz, como consta ya en 1591, y ha de ser su hijo el Julián de Cárdenas Mal­donado que ingresó como aprendiz en el taller madri­leño del pintor Antonio de Batala el 20 de marzo de 1618 (AHP, Madrid, prot. 4558, fols. 113 y 407).

 

Obras de ~: Tríptico de la Virgen de la Rosa, Madrid, Mu­seo del Prado, 1588; Pinturas del retablo mayor, Cogeces del Monte (Valladolid), iglesia parroquial, c. 1590; Pinturas del retablo mayor de Vegafría (Segovia), iglesia parroquial, des­pués de 1592; Pinturas de la bóveda del antiguo convento de la Trinidad, Cuéllar (Segovia), c. 1594; Pinturas del retablo de la Quinta Angustia, Fuentepelayo (Segovia), iglesia de santa María, 1595; Adoración de los pastores, Cuéllar (Segovia), casa parroquial, 1597; Pinturas del retablo, Mozoncillo (Segovia), ermita de San Roque, c. 1600; Pinturas del retablo del Rosario, Valles de Fuentidueña (Segovia), parcialmente incorporadas al retablo mayor parroquial (atrib.).

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Provincial de Ma­drid, prot. 4558, fols. 113 y 407.

D. Angulo Íñiguez, “Gabriel de Cárdenas. Tríptico fir­mado en 1588”, en Archivo Español de Arte, XLV (1973) págs. 189-190; B. Velasco Bayón, “Tablas de Maldonado en Cuéllar. ¿Gabriel de Cárdenas Maldonado?”, en Estudios Sego­vianos, XXV (1973), págs. 554-555; E. Valdivieso, Catálogo Monumental de Valladolid. Antiguo Partido Judicial de Peña­fiel, Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1975, pág. 63; B. Velasco Bayón, Historia de Cuéllar, Segovia, Diputación Provincial, pág. 338; F. Collar de Cáceres, “Gabriel de Cár­denas Maldonado. Con motivo del tríptico adquirido para el Museo del Prado”, en Boletín del Museo del Prado, IV, n.º 12 (1983), págs. 140-148; VV. AA., Rafael en España, Catálogo de exposición, Madrid, Museo del Prado, 1985, pág. 154; F. Collar de Cáceres, Pintura en la antigua diócesis de Sego­via, 1500-1631, vol. I, Segovia, Diputación Provincial, 1989, págs. 345-359; “Sobre Pedro de Bolduque”, en Anuario del De­partamento de Historia y Teoría del Arte, Universidad Autónoma de Madrid (UAM), XI (1989), págs. 101-108; “El convento de la Trinidad de Cuéllar y su ciclo pictórico”, en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte (UAM), XII (2000), págs. 39-59; F. Collar de Cáceres e I. Fiz Fuertes, Las Eda­des del Hombre, El árbol de la Vida, Segovia, Las Edades del Hombre, 2003, págs. 91 y 116-117 y págs. 100-101, respect.

 

Fernando Collar de Cáceres