Mariño de Lobera, Pedro. Pontevedra, 1528 – ¿Valdivia (Chile)?, ú. t. s. XVI. Escritor, corregidor de Valdivia.
Hijo de Juan Rodríguez de Lobera y Ribero y de Constanza de Mariño, pasó al Perú con el virrey Antonio de Mendoza y, después de una estancia temporal en Nombre de Dios, en 1551, a la Guerra de Chile.
En 1557 fue agraciado primero con una encomienda en Concepción, y en 1560, con otra en La Imperial; dos años después fijó su vecindad en Valdivia, donde el gobernador del reino, García de Mendoza, le hizo gracia de la que había sido de Martín González en los llanos de Veslidera, feudo del que el sucesor de García, Francisco de Villagra, contra derecho, lo despojó, dándoselo a Gaspar de Villarroel.
Mariño aduciría que tenía en el repartimiento “casa mita, comidas, herramientas e chácaras sembradas”; precisa en su crónica que estaba en el valle de Codico, alojándose en sus casas, en 1580, Gaspar Viera con la gente del desalojado fuerte de Quinchilca.
Corregidor de Valdivia en 1575, durante su mandato ocurrió el terremoto del 16 de diciembre, cuyas incidencias trata con todo detalle en su crónica. Durante este cataclismo, acompañado de un maremoto que hizo estragos en el puerto, se derrumbaron varios cerros de la cordillera de los Andes, obstruyéndose el desagüe de la laguna de Anigua (Riñihue), que a su vez recibe las aguas de otros seis lagos; esta represa cedió al cabo de cuatro meses y medio, produciendo la correspondiente avalancha sobre el valle de los ríos San Pedro, Calle Calle y Valdivia, con incontables muertes y pérdida de ganados.
En 1586, titulándose siempre vecino de Valdivia, se encontraba en Lima, otorgando poderes al licenciado Nuño Pérez de Sotomayor y Antonio de Quiroga, de partida para España, con otros, a una sobrina, dos vecinos, y en su ausencia, al Consistorio, Justicia y Regimiento de Pontevedra, a fin de que cobrasen su herencia y bienes que tenía en esa ciudad.
Su animada crónica ha sido cada vez más valorada, en la medida en que algunos de los sucesos relatados, aparentemente fantásticos, han podido comprobarse ser verdaderos; tal, el terremoto de Valdivia de 1575, exactamente igual al ocurrido en la misma ciudad el 22 de mayo de 1960.
Sus servicios en el ejército fueron relevantes. El poeta Pedro de Oña le tributó, en su Arauco Domado, al describir la batalla de Penco, un rendido elogio.
Había casado con Francisca de Miranda Marañón, de la que tuvo, al menos, cuatro hijos activos en Valdivia.
Obras de ~: Crónica del Reino de Chile. Escrita por el capitán Don Pedro Mariño de Lovera. Dirigida al Exmo. Señor Don García Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, Vicerei y capitán Jeneral de los Reinos del Perú y Chile. Reducida a nuevo método, y estilo por el Padre Bartolomé de Escobar, de la Compañía de Jesús, Santiago de Chile, Imprenta del Ferrocarril, 1865 (Colección de Historiadores de Chile y Documentos relativos a la Historia Nacional, vol. VI).
Bibl.: G. Guarda, Una ciudad chilena del s. xvi, Valdivia 1552-1604. Urbanística. Res Pública. Economía. Sociedad, Santiago de Chile, Universidad Católica de Chile, 1993, págs. 192-193.
Gabriel Guarda, OSB
