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Blas Valera

Biografía

Valera, Blas. Chachapoyas (Perú), c. 1545 – Málaga, 2.IV.1597. Jesuita (SI), lingüista, cronista de Indias.

Cronista mestizo del Perú, escribió sobre los incas. Fue hijo del conquistador español Luis Valera y de la indígena chachapoyana Francisca Pérez. Su padre participó en la conquista de esa región bajo el mando de Alonso de Alvarado y fue encomendero de las localidades de Chibalta y Tiapulli.

El joven Blas Valera partió a estudiar a Trujillo. Ahí se fue familiarizando con dos de sus pasiones intelectuales: la gramática castellana y el latín. El año 1568 entró al Colegio de la Compañía de Jesús en Lima. Fue novicio cerca de seis años, participando en importantes campañas evangelizadoras, como por ejemplo en Huarochirí. Recibió la ordenación sacerdotal en Cuzco en 1573. Con el hábito jesuita visitó muchas localidades, evangelizando y recogiendo materiales para su proyecto de historia: Quito, Cajamarca, Chachapoyas, Trujillo, Huamachuco, Huánuco, Tarma, Lima, Pachacámac, Chincha, Cuzco, Juli, Copacabana, La Paz, etc.

El padre Valera fue un notable lingüista, erudito en latín y quechua. Fue además uno de los primeros estudiosos de los quipus. Para él, estos ingeniosos instrumentos no eran solamente ayudas mnemotécnicas para la contabilidad, también podían contener narraciones y poesía. Como prueba aporta unos versos tomados de los “ñudos y cuentas historiales” (están incluidos en los Comentarios reales de Garcilaso). Por estas razones fue llamado a colaborar con el equipo que elaboró el catecismo quechua-aimara del Tercer Concilio Limense (1582-1583).

Blas Valera fue enviado a España alrededor de 1590, muriendo en Málaga en 1597. Lamentablemente, casi toda la obra de este notable cronista se ha perdido. Sólo se conocen menciones de sus escritos y las partes insertadas por el Inca Garcilaso en sus Comentarios reales (1609). Precisamente, fue Garcilaso uno los primeros en elogiar al Padre Valera: “Se me ofrece la autoridad de otro insigne varón, religioso de la Santa Compañía de Jesús, llamado el Padre Blas Valera, que escribía la historia de aquel imperio en elegantísimo latín, y que pudiera escribirla en muchas lenguas, porque tuvo don de ellas; mas por la desdicha de aquella mi tierra, que no mereció que su República quedara escrita de tal mano, se perdieron sus papeles en la ruina y saco de Cádiz, que los ingleses hicieron en el año de mil quinientos y noventa y seis. Y él murió poco después”. Garcilaso se refiere a una obra del padre Valera mutilada durante el ataque e incendio de Cádiz por parte de la flota anglo-holandesa del conde de Essex (1596). La parte salvada del siniestro fue copiada por el Inca en 1600 aproximadamente.

Por referencias en otros autores se conoce el título de la obra de Valera: Historia Occidentalis, escrita en latín. Con ese título la citan Francisco de Herrera y Maldonado en su Apología de la fidelidad de la Historia (1620) y el jesuita Alonso de Sandoval en De Instauranda Aethiopum (1647).

Gracias a los extensos textos copiados por Garcilaso se conocen algunos de los temas tratados por el padre Valera. Por ejemplo, la vida de barbarie antes de los incas y el rol civilizador de los gobernantes cusqueños. También la forma en que los incas realizaban sus conquistas. Éstas se hacían para civilizar a los bárbaros o para castigar ofensas de los pueblos vecinos. En todo caso primero los requerían para llegar a un acuerdo. Finalmente el “ídolo” de los vencidos terminaba incorporado a un templo principal de Cuzco. Esto significaba que lo tenían como rehén, palabra que usa Blas Valera y copia el Inca Garcilaso.

Elogia el sabio gobierno de los incas y señala que fueron muy queridos por sus súbditos. Es minucioso en la descripción de leyes y el sistema de tributación. Brinda importantes noticias sobre Sinchi Roca, Huiracocha, Túpac Inca Yupanqui y Pachacútec. De este último ofrece una colección de máximas. Atribuye los sacrificios humanos y prácticas de antropofagia a los antis, “porque no llegó el imperio de los incas a ellos”. Defiende la hoja de coca por su utilidad como remedio. En ese sentido debate con aquellos que proponían la prohibición de la planta por su uso persistente en los rituales indígenas. En ese caso, si fuera así —decía el padre Valera— habría que prohibir casi todos los productos de la tierra ya que de todo usaban en sus ofrendas y ceremonias.

Valera apuesta por enseñarles a usar cristianamente todas las cosas. Pone de relieve la importancia del quechua como lengua general difundida por los incas. Como consecuencia de la conquista se fue perdiendo y surgieron nuevamente las lenguas locales. Esta confusión de lenguas —dice— es una estrategia de Satanás para dificultar la evangelización. Propone difundir nuevamente la lengua del Cuzco y utilizarla en la predicación. No está de acuerdo en obligar a los indígenas a que aprendan castellano para ser evangelizados.

También se sabe que un Vocabulario quechua fue llevado a La Paz por el jesuita Diego de Torres en 1599. El texto es mencionado por Anello Oliva: “vocabulario de mano del Padre Blas de Valera, erudito en las antiguallas del Perú”. Algunos autores atribuyen al padre Valera la Relación de las costumbres antiguas de los naturales del Perú, también conocida cono Relación del Jesuita Anónimo. Esta posibilidad es respaldada por Gonzáles de la Rosa, Francisco Loayza, Cornejo Bouroncle, Raúl Porras, Esteve Barba, entre otros. Pero es cuestionada por José de la Riva-Agüero, José Durand y Carlos Araníbar. Esta relación contiene información sobre aspectos religiosos, la jerarquía de la casta sacerdotal, dos dibujos de la “tiara” (huampar chuco) usada por el sumo sacerdote, adivinos, acllas, quipus, elaboración y uso de la chicha, vida cotidiana, leyes y castigos.

Además niega la práctica de sacrificios humanos entre los incas, se hacen críticas a Polo de Ondegardo y sugerentes comentarios sobre la evangelización de los indígenas.

 

Obras de ~: Las costumbres antiguas del Perú y la Historia de los incas (siglo xvi), introd., notas y comentarios de F. A. Loayza, Lima, 1945 (Los Pequeños Grandes Libros de la Historia Americana, serie I, t. VIII).

 

Bibl.: R. Porras Barrenechea, Fuentes históricas peruanas, Lima, UNMSM, 1963; Garcilaso de La Vega, Comentarios reales de los incas, ed., índice analítico y glosario de C. Araníbar, México-Lima, Fondo de Cultura Económica, 1991 (2 vols.); S. Barraza Lescano, Nuevos alcances sobre la vida y la obra de Blas Valera, conferencia, Lima, 17 de octubre de 2000; Ch. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-Temático, Roma- Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001.

 

Virgilio Freddy Cabanillas