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Al-Azraq

Biografía

Al-Azraq: Abū Abd Allāh Muḥammad b. Huḏayl, al-Azraq. Alcalá de la Jovada (Alicante), 1218-1220 – Alcoy (Alicante), 23.IV.1276. Caudillo musulmán.

Para Julián Ribera, el nombre de al-Azraq se trataría de un apodo, el Azul o el de los ojos Azules. Aparece en crónicas y documentos cristianos con las grafías de Landrac, Alazrach, Alazarach, Azadrach, Azadraque, al-Azark, Aladrach y Alazrach. Aunque Burns y otros aceptan que fuera pariente de los Banū Hūd de Murcia, para María del Carmen Barceló ello es totalmente falso, porque Huḏayl, que nada tiene que ver con Hūd, era el nombre de una importante tribu de árabes del Norte.

Utilizaba el título honorífico de wazir, del que se ignora si tenía algún contenido específico. Sus dominios son difíciles de precisar con exactitud, pudiendo ubicarlos en los partidos judiciales de Pego, Callosa d’En Sarrià y Cocentaina, con algunos puntos aislados en los de Alcoy, Vila Joiosa, Denia, Gandía y Albaida, tierras que fueron de la taifa de Denia y fronteras con el Reino de Murcia. Cuando las tropas de Jaime I avanzaron hacia el sur entraron en contacto con al-Azraq, quien firmó con el infante Alfonso un tratado en el lugar de Alcalá, “junto al pozo” (Tratado del Pouet). Se trata de un documento bilingüe (castellano-árabe), que presenta disparidad de fechas: la versión árabe está datada el 14 de abril de 1245, la cristiana el 16 de abril 1244. La firma del convenio en 1245 estaría en relación con la toma de Biar por Jaime I y el valor estratégico del territorio. En el pacto, don Alfonso le dona ocho castillos: Pop, Tárbena, Margarita, Churolas, Castiel, Alcalá, Gallinera y Borbuchén con sus alquerías, términos y pertenencias. Entrega en el acto los de Pop y Tárbena, y retiene a perpetuidad para sí y su linaje los de Alcalá y Borbuchén, y los otros cuatro por tres años, partiendo las rentas con el infante, al cabo de los cuales los entregará al infante, lo mismo que haría con los castillos que ganara en lo sucesivo. El incumplimiento de esta cláusula motivó la primera rebelión mudéjar acaudillada por al-Azraq, datada entre 1247 y 1258.

Al-Azraq trataba de ganar tiempo con el pacto y no estaba dispuesto a rendir fácilmente una región que podía defender con relativo éxito. Las acciones de 1247 no son una “revuelta”, sino la prosecución de la resistencia y, por tanto, de la conquista. Ibn Huḏayl constituyó una especie de “microestado” en las sierras de la Marina al suplantar al desaparecido sultán en 1244, recaudando los tributos de la zona, sobre todo el diezmo legal. Su residencia principal estaba en el castillo de Alcalá, en la entrada occidental de la Vall de Gallinera, de difícil acceso. Al-Azraq disponía de una geografía favorable para resistir los ataques de los cristianos, además de una experimentada práctica militar, que utilizaba, sobre todo, con la táctica de la guerrilla, que culminaron en el fet de Rugat: al-Azraq hizo creer a Jaime I que estaba dispuesto a hacerse cristiano y a casarse con una parienta de Carròs; cuando el Rey acudió con 35 caballeros a cerrar el trato en la proximidades del castillo de Rugat —que tenían los andalusíes—, al-Azraq le preparó una emboscada nocturna, desde siete puntos diferentes, siendo capturados dieciocho cristianos y corriendo Jaime I grave riesgo por su vida. Otro factor que jugó a favor de al-Azraq fue el entendimiento con el infante Manuel y Alfonso X, rey de Castilla, lo que le permitió mantener la resistencia diez años.

La zona defendida por al-Azraq no iba más allá del macizo montañoso entre Alcoy y Denia, y fue la excusa para que Jaime I anulara todos los pactos de capitulación del reino que garantizaban el mantenimiento de la población indígena, para expulsar a los andalusíes a la frontera de Murcia y repartir la tierra entre colonos cristianos. El anuncio de la expulsión se dio el 6 de enero de 1248. Luego, la guerra se generalizó por casi todo el Reino de Valencia.

Desde 1250, al-Azraq prefirió utilizar la vía de la negociación y la sutileza diplomática para mantener su reducto montañés; empleó como mediadores al infante don Manuel y a Alfonso X de Castilla desde 1252, intentando consolidar una alianza militar con el monarca castellano. Jaime I no llevó a cabo el ataque definitivo contra al-Azraq hasta que éste fue traicionado por un personaje allegado suyo. La campaña definitiva fue muy rápida y a partir de febrero de 1258 se rindieron los alcaides de Planes, de Castell y, en junio, el de Alcalá. El caudillo andalusí fue expulsado del reino.

La segunda sublevación mudéjar se inició en 1275 por causas complejas, entre las que cabe destacar la tensión étnico-religiosa en toda la Península, provocada por la guerra entre granadinos-marroquíes contra castellanos. Los triunfos de aquellos debieron de animar a los musulmanes valencianos, varios de cuyos jefes se pusieron en contacto con los granadinos. Uno de ellos era al-Azraq, que conservaba aún su prestigio. Por el lado cristiano bandas de almogávares saquearon varias poblaciones musulmanas y cautivaron a sus habitantes (Cocentaina, Ibi, Biar). El Rey, que estaba en Lérida, volvió rápidamente a Valencia, donde estaba a principios de 1275. Sometió la revuelta de Valencia y tomó medidas para sofocar los disturbios en la zona meridional, a la que mandó a su hijo bastardo, Pedro Ferrando, con tropas. Convocó a los caballeros del reino para que se presentaran en Játiva con las armas. A principios de febrero de 1276 Jaime I se quedó en la zona central del reino dirigiendo las operaciones contra los rebeldes hasta que llegara el príncipe heredero Pedro desde Francia y Cataluña a finales de junio.

La revuelta, de cronología y acontecimientos difíciles de seguir con detalle, se complicó con la entrada de jinetes granadinos y marroquíes que ayudaron a los rebeldes, extendiéndose la sublevación y cayendo en sus manos muchas fortalezas. El foco de la sublevación estaba en Tárbena, Gallinera, Alcalá, Pego, Guadalest, Confrides, a los que se añaden Serra y Tous. Al-Azraq murió cuando intentaba asaltar Alcoy (fecha tradicional de la muerte, el 23 de abril), pero la revuelta siguió hasta ser sofocada en Montesa a finales de septiembre de 1277 por Pedro III.

 

Bibl.: F. de P. Momblanch, Al-Azraq, capitán de moros, Alicante, Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1977; R. Bañó Armiñana, “Contribució a l’estudi de les sublevacions d’Al-Azraq en les comarques de l’Alcoià i del Comtat”, en Revista del Instituto de Estudios Alicantinos, 33 (1981), págs. 39-64; M.ª C. Barceló, “Documentos árabes de al-Azraq, (1245-1250)”, en Saitabi, XXXII (1982), págs. 27-41; R. I. Burns y P. Chevedden, “El tractat de rendició d’al-Azraq amb Jaume I i l’infant Alfons en 1245: el tex àrab i el context valencià”, en L’Espill, 17-18 (1983), págs. 231-257; J. Torró, El naiximent d’una colonia. Dominació i resistència a la frontera valenciana (1238-1276), Valencia, Universidad, 1999.

 

José Hinojosa Montalvo

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