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Garcí Jufré de Loaysa

Biografía

Loaysa, Garcí Jufré de. Señor de Petrel. ?, p. m. s. xiii – Murcia, 23.VIII.1285 post. Ricohombre castellano, copero mayor y albacea de Alfonso X, adelantado mayor de Murcia.

La familia de Garcí Jufré (o “Jofré”, como también aparece en la documentación) era aragonesa. Su padre, el noble Jufré de Loaysa, fue ayo de la infanta Violante, hija de Jaime I de Aragón. Cuando ésta partió a Castilla para contraer matrimonio con el futuro Alfonso X, hacia 1249, Jofré y su esposa Jacometa la acompañaron, y en su servicio permanecieron hasta su muerte. La cercanía de Jofré a la Familia Real le trajo cuantiosas donaciones de tierras y casas en Sevilla, Écija (señorío de la reina Violante) y, sobre todo, en el reino de Murcia, donde también obtuvo el señorío de Petrel (Petrer, actualmente en Alicante).

Durante el reinado de Alfonso X la actividad pública de Garcí, hijo mayor de Jufré, fue discreta, aunque reveladora de su posición en la Corte. Fue uno de los procuradores designados en 1269 por el infante heredero, Fernando de la Cerda, para acompañar a su futura esposa, Blanca de Francia, en el camino a Castilla. Pocos años después, durante la rebelión nobiliaria de 1272-1273, Garcí participó en la misión diplomática enviada por el Rey a los nobles descontentos para apaciguarlos. También desempeñó encargos para la Monarquía alfonsina en el ámbito murciano. En 1275 consta que era almojarife de Alicante y Orihuela, un lucrativo oficio recaudatorio. Y en 1276, por orden de Alfonso X, abasteció el castillo de esa última ciudad de hombres, armas y viandas.

A la muerte de su padre, Garcí Jufré heredó el señorío de Petrel. Asimismo, fue beneficiado por la Corona con tierras en la huerta de Murcia y el campo de Cartagena. En 1281 se le concedió la villa y castillo de Jumilla, también en Murcia. Su matrimonio lo ligó a la familia Ayala, con fuertes intereses en la misma región. Casó con María Fernández, llamada la Cruzada, hermana de Pedro López de Ayala, abuelo del afamado canciller homónimo.

Muerto el infante Fernando de la Cerda en 1275, y aunque ciertos nobles defendían el derecho del hijo de éste a reinar, había quedado como heredero del trono el futuro Sancho IV. Éste promovió, a comienzos de 1282, un auténtico golpe de Estado contra su padre el Rey para asegurar su sucesión. Garcí Jufré permaneció fiel a Alfonso X, cuya autoridad siguió siendo reconocida sólo por los reinos de Sevilla, Murcia y Badajoz. En el otoño de 1282, en Sevilla, este personaje intervino como testigo en la sentencia y el testamento por los que el Rey Sabio desheredaba a Sancho. Loaysa profesó en la Corte alfonsina el cargo de copero mayor, hasta la muerte del Soberano. En enero de 1284, en el codicilo del testamento del Rey, “Garci Iufre, nuestro copero”, era incluido entre los albaceas. Según la tradición y la documentación posterior, tras la muerte de Alfonso X, su corazón fue depositado por el señor de Petrel en la iglesia del alcázar murciano.

En abril de 1284 Loaysa, junto al resto de los nobles, reconoció al nuevo Monarca. Sancho IV lo nombró entonces, en Sevilla, adelantado del reino de Murcia, además de dar y prometer diversos beneficios a su familia. Ello se correspondía con la política de reconciliación emprendida por el Soberano con los ricoshombres que se le habían enfrentado en el período anterior. Hay constancia de su condición de adelantado desde finales de julio de 1284 hasta agosto de 1285. Su actividad en este oficio se centró en hacer respetar diversos privilegios de la Iglesia de Cartagena.

El 23 de agosto de 1285 redactaba su testamento. Debió de morir poco después, pues su nombre desapareció de la documentación regia en septiembre. Falleció en Murcia, a consecuencia de una grave enfermedad. El 6 de marzo de 1286 el obispo y el Cabildo de Cartagena autorizaban su enterramiento en la iglesia mayor de Santa María de Murcia. Dejó el señorío de Petrel a su hijo Juan García, que pasaría a la órbita de Jaime II de Aragón tras tomar partido por él en la guerra castellano-aragonesa de 1296-1304.

 

Bibl.: F. Cascales, Discursos históricos de la ciudad de Murcia y su reino, Murcia, Francisco Benedito, 1775, págs. 49 y 427; A. Ballesteros, Alfonso X el Sabio, Barcelona, Salvat, 1963, págs. 480, 941, 965, 992, 998, 1006, 1050, 1121 y 1124; R. Pérez-Bustamante, El gobierno y la administración de los reinos de la Corona de Castilla (1230-1474), t. I, Madrid, Universidad Autónoma, 1976, págs. 399, 439 y 441; J. Torres Fontes, “El adelantamiento mayor del reino de Murcia en la crisis castellana de 1282-1284”, en Estudios sobre patrimonio, cultura y ciencias medievales (Cádiz), III-IV (2001-2002), págs. 227-235 (espec., pág. 234, n.º 25); B. Vázquez Campos, Los adelantados mayores de Andalucía y Murcia (siglos xiii-xiv), tesis doctoral, Sevilla, Universidad, 2003 (inéd.).

 

Braulio Vázquez Campos

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