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Pedro Simón Abril

Biografía

Simón Abril, Pedro. San Lorenzo de la Parrilla (Cuenca), c. 1540 – Medina de Rioseco (Valladolid), 5.V.1595. Humanista, maestro de letras humanas, profesor de griego, retórica y filosofía y traductor.

Quizá de familia judeoconversa, el apellido Simón procede de San Lorenzo de la Parrilla (“craticulensis” se titula en su primer libro; “natural de la Parrilla” en el Methodus de 1569), donde debió de nacer, si bien ya luego se intitula “Laminitanus” y “natural de la ciudad de Alcaraz”. Hijo de Juan Fernández Simón y de María Fernández de Abril, “vecinos de la dicha ciudad”. Se desconocen otros miembros de su familia, excepto a sus dos tíos Alfonso Simón, médico, y Francisco Abril, ciudadano en Játiva; por su testamento de 2 de enero de 1595 se conoce la existencia de su sobrino Pedro de la Serna, médico, natural de La Parrilla, Cuenca, a quien legó su biblioteca. También se desconoce dónde realizó sus estudios, dudándose entre Valencia, Alcalá y Salamanca, siendo Zaragoza la universidad en la que fue nombrado licenciado en 1584. Luego aparece ya como doctor Abril.

Pronto se inclinó por la enseñanza de la lengua latina, actuando como maestro de Latinidad y Letras Humanas. Propugnó siempre el uso de la lengua vernácula y su confrontación con la latina como norma pedagógica. Su vida corre paralela a su producción impresa, que se entiende siempre de un modo pragmático como obras que trabaja para las necesidades de su enseñanza en las aulas de primeras letras y latinidad.

Acababa de publicar su Latini idiomatis docendi ac discendi methodus (Lyon, 1561), y comenzó por ejercer primero en Uncastillo (Zaragoza) como dómine y profesor de Filosofía entre 1566 y 1570.

Esto le ocasionó un problema de jurisdicción por la enseñanza de la filosofía ya que tenía privilegio para ello la Universidad de Huesca, razón por la cual fue denunciado; a fines de diciembre de 1570, fue condenado a una doble multa, y, como continuó enseñándola al año siguiente, se fulminó contra él sentencia de excomunión el día 12 de febrero de 1571, si bien fue absuelto el 23 de mayo de ese mismo año. Inmediatamente, 8 de julio de 1571, fue contratado por el Ayuntamiento de Tudela para la enseñanza de la Gramática Latina. Allí publicó tres libros concernientes a las asignaturas por él impartidas (“gramática y retórica y oratoria y poesía y griego y lógica y metaphísica si obiere auditores para ello”): M. Tullii Ciceronis Epistolarum selectarum libri tres (Tudela, 1572), Introductio ad libros Logicorum Aristotelis libri duo (Tudela, 1572) y la tercera edición de su gramática latina con el título de De lingua Latina vel de arte grammatica libri quatuor (Tudela, 1573), que lleva un exástico latino contra Zoilo y una “Apología del autor al lector contra los envidiosos murmuradores”, donde se justifica por haber escrito dicha gramática contradiciendo la línea del Arte de Antonio. Aunque tenía contrato en Tudela hasta el año 1575, amigablemente concertado con la ciudad de Tudela, se trasladó a Zaragoza como catedrático de Retórica desde 1574 hasta 1576, si bien la Universidad de Zaragoza no se fundó oficialmente hasta 1583. Tres nuevos libros de didáctica jalonan su actividad: Liber primus accusationis in C. Verrem (Zaragoza, 1574); Aesopi Fabulae Latine atque Hispane (Zaragoza, 1575) y Rudimenta artis grammaticae Latinae linguae (Zaragoza, 1576). La insatisfacción de Abril en Zaragoza motivó que hiciera un viaje a Madrid para ofrecer a Felipe II la traducción que publicó al año siguiente en Zaragoza de Las seis comedias de Terencio (Zaragoza, 1577), quizá la obra que más fama le ha dado. Gestionó también en ese momento su contrato para impartir al año siguiente clase en el estudio de artes de Alcaraz, comenzando el 1 de julio de 1578 hasta el 1 de febrero de 1581, tras sufrir examen “para que se viera la suficiencia del dicho licenciado Pedro Simón Abril”, nombrándolo preceptor de humanidades con un sueldo de 30.000 maravedís. Era profesor de Letras de Humanidad en las escuelas de Zaragoza cuando también publicó la Regla y orden para ayudar a bien morir, traducción castellana del libro del jesuita Juan Polanco (Zaragoza, 1578). Es esta obra, junto con la traducción del librito espiritual de Ludovico Blosio (alias Dacriano) la que le alinea en el variado quehacer del humanismo cristiano y católico español, como hicieron también otros humanistas. No permaneció inactivo Simón Abril en Alcaraz, pues fruto de su callada actividad como maestro son las Tablas de leer y escribir bien y fácilmente (Madrid, 1582), la segunda edición de las Comedias de Terencio (Alcalá, 1583), Los dos libros de las Epístolas selectas de Marco Tulio Cicerón (Zaragoza, 1583) y Los dos libros de la Gramática latina (Alcalá, 1583; Zaragoza, 1583).

En el verano de 1583, se trasladó Simón Abril por motivos editoriales a Zaragoza, y al no regresar a los veinticinco días después quedó rescindido su contrato con Alcaraz, a la vez que el 15 de agosto de 1583 era contratado por Pedro Cerbuna como catedrático de Gramática para la Universidad de Zaragoza, enseñando Latinidad, Griego y Retórica. Producto de su actividad académica en Zaragoza en esos años son las diversas obras que publicó: Aphorismi sive breves senttentiae de vitiis orationis (Zaragoza, 1584), la traducción de Los ocho libros de República del filósofo Aristóteles (Zaragoza, 1584) y la edición bilingüe de Esopo (Zaragoza, 1584), la traducción castellana de El espejo de monjes de la vida monástica de Ludovico Blosio o Dacriano (Zaragoza, 1585), La gramática griega (Zaragoza, 1586) y la Cartilla griega (Zaragoza, 1586). A la Gramática griega recién impresa en Zaragoza Pedro Madrigal le antepuso una nueva edición de la cartilla griega (Madrid, 1587), circulando así a partir de entonces. A continuación se le pierde la pista, si bien todas sus obras se publicaron en Madrid o Alcalá, lo que hace presumir que pudiera residir durante esos años en la Corte: Primera Parte de la Filosofía llamada la Lógica (Alcalá, 1587), Los 16 libros de las Epístolas de Cicerón (Madrid, 1589), Apuntamientos de cómo se deben reformar las doctrinas y la manera de enseñarlas (Madrid, 1589). Igualmente el hecho de que aparecieran dos aprobaciones suyas en sendos libros impresos en Madrid en 1587 y 1589 abona la idea de su residencia en la Corte. Solamente se encuentra una pieza nueva en la bibliografía de Pedro Simón Abril: Instrucción para enseñar a los niños fácilmente el leer y el escribir (Zaragoza, 1590); la aparición de este folleto sugiere la posibilidad de que este preceptor de Latinidad hubiera regresado a Aragón. Aún en vida de este humanista se publicaron en Barcelona (1592) Los 16 libros de las Epístolas de Marco Tulio Cicerón. La última noticia fehaciente es de septiembre de 1594, cuando Tudela lo reclamaba para contratarlo de profesor, pero le faltaba por cumplir un año más en Medina de Rioseco: “Yo les prometo que el año que viene, si soy vivo, pues estaré libre de toda obligación, que yo les vaya a servir de mejor gana que a pueblo de toda España”. Sin embargo, después de testar en Medina el 2 de enero de 1595, murió el 5 de mayo de ese mismo año. Su biblioteca ascendía a 333 entradas, monotemática, propia de un humanista muy centrado en su mundo y ajeno a cualesquiera otras veleidades literarias. A instancias de Gregorio Mayans, se publicaron muchas obras suyas en la segunda mitad del xviii, válidas todavía para la enseñanza del latín en ese momento, en particular debido al uso del método de confrontar el latín con el castellano.

Simón Abril insistió varias veces en el elenco de sus piezas manuscritas: el Catecismo de Pío V; el Símbolo de San Atanasio; los Progymnasmas de Aftonio; Oraciones de Demóstenes contra Esquines; Dos sermones de S. Basilio; dos de S. Juan Crisóstomo; oraciones de Cicerón; el Cratilo y el Gorgias de Platón; el Pluto de Aristófanes; la Medea de Eurípides; las obras de Cornelio Tácito y alguna otra de las que no se conservan sino los títulos.

 

Obras de ~: Latini idiomatis docendi ac discendi methodus, Lyon, 1561; M. T. Cicerón, M. Tullii Ciceronis Epistolarum selectarum libri tres [...], trad. de ~, Tudela, Tomás Porralis, 1572; Introductio ad libros Logicorum Aristotelis libri duo, Tudela, Tomás Porralis Allobregen, 1572; De lingua Latina vel de arte grammatica libri quatuor, Tudela, Tomás Porralis Allobregen, 1573 (3.ª ed.); M. T. Cicerón, Liber primus accusationis in C. Verrem, ed. de ~, Zaragoza, Pedro Sánchez de Ezpeleta, 1574; Esopo, Aesopi Fabulae Latine atque Hispane, trad. de ~, Zaragoza, Miguel Huesa, 1575 (Zaragoza, Lorenzo y Diego de Robles, 1584); Rudimenta artis grammaticae Latinae linguae, Zaragoza, ex oficina de Pedro Sánchez de Ezpeleta, 1576; P. Terencio Africano, Las seis comedias de Terencio, trad. de ~, Zaragoza, en casa de Juan Soler, 1577 (Las seys Comedias de Terentio conforme a la edicion del Faerno, trad. de ~, Alcalá, Juan Gracián, 1583); J. Polanco, SI, Regla y orden para ayudar a bien morir [...], trad. de ~, Zaragoza, Juan Soler, 1578; Tablas de leer y escribir bien y fácilmente, Madrid, 1582; M. T. Cicerón, Los dos libros de las Epístolas selectas de Marco Tulio Cicerón, trad. de ~, Zaragoza, Juan Soler, 1583; Los dos libros de la Gramática latina [...], Alcalá, Juan Gracián, 1583 (Zaragoza, Juan Soler, 1583); Aphorismi sive breves senttentiae de vitiis orationis, Zaragoza, 1584; Aristóteles, Los ocho libros de República del filósofo Aristóteles, trad. de ~, Zaragoza, Lorenzo y Diego de Robles, 1584; L. Blosio, El espejo de monjes de la vida monástica, trad. de ~, Zaragoza, 1585; La gramática griega escrita en lengua castellana [...], Zaragoza, Lorenzo y Diego de Robles, 1586; Cartilla griega [...], Zaragoza, Lorenzo y Diego de Robles, 1586 (Madrid, Pedro Madrigal, 1587); Primera Parte de la Filosofía llamada la Lógica [...], Alcalá, Juan Gracián, 1587; M. T. Cicerón, Los 16 libros de las Epístolas [...], trad. de ~, Madrid, Pedro Madrigal, 1589 (Barcelona, Jaime Cendrat, 1592); Apuntamientos de cómo se deben reformar las doctrinas y la manera de enseñarlas [...] Madrid, Pedro Madrigal, 1589; Instrucción para enseñar a los niños fácilmente el leer y el escribir [...], Zaragoza, viuda de Juan de Escarrilla, 1590; La segunda parte de la filosofía llamada la fisiolojía o filosofía natural, s. XVI (ms. en Palacio Real de Madrid, Real Biblioteca, Fondo Gondomar, sign. RB II/1158); Los diez libros de las Ethicas o Morales de Aristoteles, escritas a su hijo Nicomacho, trad. de ~, s. xvi (ms. en Biblioteca Nacional de España, sign. MSS/8651).

 

Bibl.: A. Sánchez-Rubio Ibáñez, Pedro Simón Abril como escritor de asuntos sociales: discurso leido en la Universidad de Zaragoza en la solemne apertura del curso académico de 1900 á 1901 [...], Zaragoza, Imprenta de la Vda. de C. Ariño, 1900; M. Morreale de Castro, Pedro Simón Abril, en Revista de Filología Española (Madrid), Anejo LI (1949), págs. 269-318 (relación de obras de ~); L. de Cañigral Cortés, “Los Aphorismi de vitiis orationis: planteamientos bibliográficos y datos sobre una edición desconocida de Pedro Simón Abril”, en Al-Basit, 17 (1985), págs. 95-112; “Pedro Simón Abril, teórico de la traducción”, en J. C. Santoyo et al. (eds.), Fidus interpres. Actas de las primeras jornadas nacionales de Historia de la Traducción, I, León, 1987, págs. 215-221; L. de Cañigral Cortés, “Una obra desconocida de Pedro Simón Abril”, en Al-Basit, 20 (1987), págs. 79-103; “Pedro Simón Abril y Miguel Sabuco: coincidencias programáticas en pedagogía y reforma de la enseñanza”, en Al-Basit, 22 (1987), págs. 43- 53; “La Cartilla Griega de Pedro Simón Abril: una nueva edición, en Al-Basit, 23 (1988), págs. 149-169; (ed.), Pedro Simón Abril. Textos de Humanismo y Didáctica, Albacete, 1988; “Aportaciones a la bibliografía de P. Simón Abril”, en VV. AA., Actas del VII Congreso Español de Estudios Clásicos, vol. 3, Madrid, 1989, págs. 393-398; M. Breva Claramonte, “El uso y la copia en el método de Pedro Simón Abril (1530-1600)”, en Revista española de lingüística, 21, 1 (1991), págs. 47-64; L. de Cañigral Cortés, “La traducción castellana del Methodus ad eos adiuvandos qui moriuntur del P. J. Polanco: una obra desconocida de P. Simón Abril”, en Al-Basit, 28 (1991), págs. 169-189; M. Breva Claramonte, La didáctica de lenguas en el Renacimiento: J. Luis Vives y Pedro Simón Abril, Bilbao, Universidad de Deusto, 1994; M. C. Gutiérrez Huerta y A. Serrano Cueto, “Pedro Simón Abril y Aldo Manucio: a propósito de las Aesopi fabulae”, en E. Sánchez Salor (coord.), La recepción de las artes clásicas en el siglo XVI, Cáceres, Universidad de Extremadura, 1996, págs. 663-668; J. C. Miralles Maldonado, “Pedro Simón Abril: sus traducciones de los Adelphoe de Terencio”, en K. Gregor y A. L. Pujante Álvarez-Castellanos (coords.), Teatro clásico en traducción: texto, representación, recepción: actas del Congreso Internacional, Murcia, 9-11 noviembre 1995, Murcia, Universidad, 1996, págs. 209-218; M. Breva Claramonte, “Los antecedentes de la didáctica de las lenguas en Pedro Simón Abril (1530-1600)”, en B. Bagola (coord.), La lingüística española en la época de los descubrimientos: actas del coloquio en honor del profesor Hans- Josef Niederehe, Hamburgo, Buske, 2000, págs. 9-18; A. Rojo Vega, “La biblioteca del maestro Pedro Simón Abril”, en P. Cátedra y M.ª L. López Vidriero (dirs.), El libro antiguo español VI: De libros, librerías, imprentas y lectores, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca-Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas, 2002, págs. 365-388.

 

Luis de Cañigral Cortés