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Lluís de Montsuar Sebil de Canyissar

Biografía

Montsuar Sebil de Canyissar, Lluís de. Tortosa (Tarragona), c. 1595 – ¿Tortosa (Tarragona)?, 1657 ant.

Baile general de Cataluña, procurador de las señorías reales del Principado, proveedor general de los ejércitos del Rosellón, administrador de los bienes secuestrados durante la guerra, secretario del Consejo Supremo de Aragón, caballero de la Orden de Calatrava.

Primogénito de Francesc de Montsuar de Albanell (privilegio de nobleza en 1599) y de la tortosina Àngela Sebil de Canyissar Curto. Su padre era un doncel leridano perteneciente a una familia con conexiones bandoleras (señores de Favara y Torregrossa), el cual, tras casarse con la heredera Sebil (1593), fue señor de Paüls y se estableció en Tortosa. Tras ostentar diversos cargos municipales, recibió órdenes sagradas, ocupando una de las mejores canongías de la seo tortosina. En 1625 fue nombrado embajador de la Diputación del General en la Corte, para ofrecer colabo ración plena ante la guerra con Francia, que parecía inminente, y para procurar una rebaja en el servicio del carretatge.

Tío suyo fue Galcerán Albanell, maestro de Felipe IV niño y arzobispo de Granada. Lluís de Montsuar tuvo un hermano, Francesc de Montsuar, caballero de Santiago, que murió en Italia.

Lluís de Montsuar se hizo célebre en su tiempo por sus esfuerzos y sacrificios en pro de la causa felipista durante la Revolución de 1640. El memorial que elevó al Rey en diciembre de 1639 es una impecable hoja de servicios. Ejercía el cargo de baile general de Cataluña desde 1617 (sucediendo a su tío Galcerán Albanell), cuando el virrey le mandó a apaciguar las inquietudes que se vivían en Tortosa por la fábrica de ciertas acequias.

En 1624 fue su intervención, junto con la del conde de Savallà, la que evitó que unos amotinados incendiasen una casa en Barcelona. Durante la década de 1630, llevó a cabo la política de capbreaciones de la Corona para aumentar sus derechos feudales en el Principado.

En 1630 levantó a su costa una compañía de soldados para la guerra de Mantua, seis años más tarde asistió al Concilio Provincial Tarraconense. En 1637 participó en la campaña militar de Leucata, tomando a su cargo un trozo del ejército en retirada, e intercedió con éxito en la disputa entre los ediles de Figueras y las autoridades militares.

Habiendo estallado ya los motines en Barcelona, los reclutas levantados para embarcar hacia Italia tuvieron que pasar por Tortosa, tránsito que Montsuar gestionó como gobernador de la gente de guerra, junto con el envío de provisiones al ejército real del Rosellón. Su decisión de almacenar grandes cantidades de bastimentos y de pólvora para hacer frente a la demanda de los soldados en tránsito, alarmó a la población y provocó la revuelta popular de 21 de julio de 1640. Los ediles tortosinos para calmar a los sediciosos le instaron a depositar la pólvora en sus almacenes, y al final, tuvo que ceder y depositarla en las iglesias de Sant Antonio y de Sant Jaime. Sin embargo, nada detuvo una nueva revuelta de grandes proporciones al día siguiente, en la que los amotinados tomaron al asalto el castillo real de La Zuda.

Montsuar salvó milagrosamente la vida, gracias a la intervención de religiosos que le envolvieron y le pusieron el Santísimo Sacramento encima de la cabeza, sacándolo del castillo bajo palio y llevándolo a la catedral.

Al día siguiente, Montsuar pudo abandonar la ciudad por el río y refugiarse en Vinaroz, no sin antes haber conseguido llevarse consigo más de 240.000 ducados propiedad de la Corona que él custodiaba para el pago de soldados.

Dispuesto a retomar el control de la ciudad para su Rey, Montsuar fue pieza clave en la entrada del ejército del marqués de Los Vélez en Tortosa, llave del principado. Desde Alcañiz organizó toda la operación, preparó el terreno e hizo de enlace entre las autoridades militares y las locales; también procuró tropas a la oligarquía expulsada de la ciudad, con las cuales hicieron triunfar la contra-revolución. Montsuar entró en Tortosa con Los Vélez, y le acompañó hasta Montjuic ayudándole a conseguir la adhesión de las plazas fuertes catalanas; el Consejo de Ciento barcelonés lo declaró malfactor (traidor) el 10 de noviembre de 1641. El anterior mes de abril, el virrey Federico Colona le había enviado a los Condados (Rosellón y Cerdaña) a ejercer de veedor general del ejército, habiendo actuado hasta aquel momento de tesorero general en Tarragona. Sus bienes inmuebles en Tortosa habían sido pasto de las llamas, y “por haver perdido todo lo que tenia en él [principado]”, a principios de 1643 reclamó la hacienda que en Valencia el virrey había confiscado a su cuñado Josep de Santcliment por rebelde. En 1650 las autoridades francesas subastaron públicamente la torre y diversas de sus propiedades en Barcelona; las adquirió Josep Pinyana por 2.805 libras.

La lealtad hacia su Rey y su talante diplomático fueron las características más evidentes en Lluís de Montsuar, arrancando los elogios de Melo (“era D. Luis uno de los hombres que verdaderamente amaban el servicio de su principe”, “hombre muy confidente a su rey [...] y en extremo práctico en todas las cosas públicas y particulares del principado”). Montsuar casó con Emerenciana de Corbera de Anglesola, enlace del que no tuvo descendencia, discurriendo la sucesión de su patrimonio a los Corbera.

 

Fuentes y bibl.: Archivo de la Corona de Aragón, Consejo de Aragón, legs. 290, 373, 396 y 507.

J. M. Casas (ed.), Dietari de Jeroni Pujades, vol. III, Barcelona, Fundació Salvador Vives Casajuana, 1975, pág. 176; F. M. de Melo, Historia de los movimientos de separación y guerra de Cataluña en tiempos de Felipe IV [...], Cadiz, Universidad, 1990, págs. 40, 44, 105, 130 y 211; P. Molas i Ribalta, Catalunya i la casa d’Austria, Barcelona, Curial, 1996, pág. 59 n. 12 y 142; J. H. Muñoz i Sebastià y S. J. Rovira i Gómez, Revolta i contrarevolta a Tortosa (1640), Tortosa, Dertosa, 1997, págs. 24-26, 29 y 91-93; S. J. Rovira i Gómez, Els nobles de Tortosa (segle XVII), Tortosa, Consell Comarcal del Baix Ebre, 1997, págs. 225- 228; P. Molas Ribalta, “De la defensa de les lleis al canvi de sobirania”, pról. a DIETARIS de la Generalitat de Catalunya, t. V (1623-1644), Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1999, IX XV, pág. XIII; A. Simón i Tarrés (ed.), Cròniques de la Guerra dels Segadors, Barcelona, Fundació Pere Coromines, 2003, págs. 283-284; J. M. Solé i Sabaté (ed.), Història de la Generalitat de Catalunya i dels seus presidents, vol. II, Barcelona, Generalitat de Catalunya-Enciclopèdia Catalana, 2003, pág. 245.

 

Manuel Güell Junkert