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Joaquim Juncosa Donadeu

Biografía

Juncosa Donadeu, Joaquim. Cornudella (Tarragona), 1631 – ¿Escaladei (Tarragona)?, 1708. Pintor y fraile lego cartujo (O.Cart).

Son escasas las noticias sobre fray Joaquim Juncosa y menos los estudios que hayan ido más allá de las valiosas informaciones que Palomino (1724) y Ceán Bermúdez (1800) aportaron sobre uno de los pintores más célebres del barroco catalán. Su condición de fraile lego cartujo —profesó en la cartuja de Escaladei (Tarragona) en 1660— le permitió abastecer las necesidades artísticas de la provincia cartujana catalana a lo largo de toda la segunda mitad del siglo xvii. No obstante, los impredecibles avatares históricos de los siglos siguientes han reducido a la nada el testimonio de su paso por ellas. A modo de ejemplo de lo perdido en la cartuja de Escaladei, la historiografía antigua subraya que Juncosa pintó los Retratos de varones ilustres de la orden, una Gloria al fresco, un Nacimiento, una Coronación y treinta y seis lienzos más para la iglesia.

En la cartuja de Montalegre (Barcelona), saqueada por las tropas napoleónicas, se atribuyeron a sus pinceles ocho temas alusivos al Santísimo Sacramento y toda la decoración al fresco de la bóveda de la iglesia.

Joaquim Juncosa debió familiarizarse con el oficio en el taller que su padre Joan Juncosa tenía en sociedad con los pintores reusenses Josep y Joan Franquet.

De su etapa juvenil podrían ser algunos lienzos de iconografía profana y de batallas, al estilo de las recordadas Fábulas que supuestamente pintó para el marqués de la Guardia de Cáller (Cerdeña) o de la controvertida Batalla de centauros de la antigua colección del cardenal Antoni Despuig subastada en Sotheby’s.

Se desconoce qué le motivaría a ingresar en la Orden Cartujana, pero lo cierto es que su nueva condición debió facilitarle la contemplación de la obra de fray Lluís Pasqual (c. 1556-c. 1621), el insigne pintor cartujano a quien tanto alabó Francisco Pacheco en su Arte de la pintura, y de fray Ramón Berenguer (fallecido en 1675), también monje y pintor de Escaladei, enviado a El Paular a copiar la célebre serie de lienzos de la Vida de san Bruno de Vicente Carducho. No obstante, el viaje de fray Juncosa a Roma por los alrededores de 1670, acompañado del joven aprendiz de pintor Miquel Serra (1658-1733), debió significar un punto de inflexión en la conformación de su estilo y en sus modelos de referencia, hasta el punto que sus biógrafos apuntan que llegó a repudiar su anterior producción. Posteriores a su viaje italiano son los doce óleos con temas relativos a los Misterios del Rosario para la iglesia de Jesús Nazareno de la cartuja mallorquina de Valdemosa, realizados durante su estancia en la isla entre 1678 y 1684 —quizás únicamente interrumpida en 1680 para colaborar en la empresa pictórica de la decoración del santuario de la Misericordia de Reus (Tarragona)—. Estos grandes lienzos son el mejor testimonio de la calidad de su obra, traduciéndose en composiciones valientes y de gran originalidad que reflejan una perfecta interiorización de los lenguajes pictóricos del clasicismo barroco romano y del valiente e intenso naturalismo napolitano seiscentista.

Juan Agustín Ceán Bermúdez le atribuye un segundo viaje a Roma, en esta ocasión huyendo de las estrictas obligaciones de la regla cartujana que le impedían pintar con la tranquilidad necesaria.

El mismo autor apunta que la insubordinación del fraile fue perdonada por el Papa y que murió en el retiro de una ermita romana en 1708. No opina lo mismo Palomino: el autor de El Parnaso señala que la muerte le sobrevino en la cartuja de Escaladei. Si fueron uno o dos viajes a Roma o si abandonó Miquel Serra a su suerte por los favores de una dama son sólo algunos de los muchos interrogantes que aún restan por esclarecer de su biografía. No está más claro su catálogo provisional, en el que figuran, al margen de las obras citadas anteriormente, una Santa Cena de la sacristía de la iglesia de la cartuja de Valdemosa, y un San Sebastián y un San Pedro del Museo de Reus. Se conocen por fotografías antiguas una Trinidad Terrestre, una Huida a Egipto y una Epifanía de la iglesia de Santa Ana de Barcelona, desaparecidas en 1936. Se han descartado recientemente de su catálogo provisional la Santa Helena del Museo del Prado, considerada de autor anónimo, y el Jesús enseñando las llagas de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge, restituida a Antonio Viladomat.

 

Obras de ~: Misterios del Rosario, c. 1678-1674; Santa Cena, c. 1678-1674; Batalla de centauros; San Sebastián; San Pedro in cátedra (despar.); Fábulas; Nacimiento de la Virgen; Gloria; Coronación de la Virgen; Retratos de varones ilustres; Lienzos alusivos al Santísimo Sacramento; Bóveda al fresco con una Gloria con ángeles; San Bruno leyendo la regla a sus monjes; Trinidad Terrestre; Huida a Egipto; Epifanía.

 

Bibl.: A. A. Palomino de Castro, El Museo Pictórico y Escala Óptica. El Parnaso Español pintoresco laureado, Madrid, 1724 (vol. III, Madrid, Aguilar, 1988, pág. 127); A. Ponz, Viaje de España, Madrid, 1772 (Madrid, Aguilar, 1947); J. A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, t. V, Madrid, Imprenta Viuda de Ibarra, 1800, págs. 237-241; F. Quilliet, Dictionnaire des peintres espagnols, Paris, 1816, pág. 170; V. Furió, “Els pintors cartoixos Fra Joaquim Juncosa i Fra Manuel Bayeu”, en Bolletí de la Societat Arqueològica Luliana, XX (1925), págs. 241-246 y 276- 280; S. Alcolea, “La pintura desde 1500 a 1850”, en Historia de la pintura en Cataluña, Madrid, Tecnos, 1957, págs. 183- 192; R. Benet, “La pintura del siglo xviii”, en VV. AA., L’art Català-II, Barcelona, Aymà, 1958-1961, págs. 95-124; S. Alcolea, “La pintura en Barcelona en el siglo xviii”, en Anales y Boletín de los Museos de Arte de Barcelona, XIV (1959- 1960), y XV (1961-1962); J. Ainaud, “Arte. El renacimiento, el Barroco, el neoclásico”, en VV. AA., Tierras de España: Cataluña (II), Madrid-Barcelona, Noguer, 1978, págs. 73-132; J. R. Triadó, Història de l’art català-V: L’època del Barroc: segles xvii-xviii, Barcelona, Edicions 62, 1984; J. Ainaud, La pintura catalana. De l’esplendor del Gòtic al Barroc, Génova-Barcelona, Skira-Carroggio, 1990; M. Carbonell, “Joaquim Juncosa”, en VV. AA., Gran Enciclopèdia de la Pintura i l’Escultura a les Balears-II [Palma de Mallorca], Promallorca-Àmbit Serveis Editorials, 1996, págs. 379-381; R. Cornudella, “Anònim. Aparició del nen Jesús a sant Antoni de Pàdua”, en VV. AA., Catàleg d’escultura i pintura dels segles xvi, xvii i xviii, Època del Renaixement i el Barroc, Fons del Museu Frederic Marès (III), Barcelona, Ajuntament, 1996, cat. 358; M. Carbonell, “Juncosa i Donadeu, Joaquim”, en VV. AA., Diccionari d’Història Eclesiàstica de Catalunya-II, Barcelona, Claret-Generalitat de Catalunya, 2000, págs. 450-452; F. Miralpeix, “Joaquim Juncosa. Pentecostès”, en VV. AA., Llums del Barroc, Girona, Caixa de Girona, 2004, págs. 120-123.

 

Francesc Miralpeix Vilamala

 

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