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Enrique de Saureulx

Biografía

Saureulx, Enrique de. Villers (Francia), 1567 – Madrid, 11.IX.1633. Político y religioso.

Miembro de una familia de la nobleza menor del norte de Francia, el joven Henri de Saureulx se debió de incorporar en fecha temprana a la gran abadía de San Jean des Vignes en Soissons, donde llegó a ser viceprior. Pariente de uno de los jefes de la Liga Católica en Picardía, el señor de Rieux, el inquieto monje participó en alguna de sus acciones militares y políticas. Ante el reflujo de las posiciones de la Liga en Picardía en 1594 Saureulx debió retornar a su monasterio. Pero al año siguiente, ante la ofensiva española en la provincia, Saureulx reunió a parte de la congregación de su monasterio, a algunos partidarios de la Liga de Soissons y a parte de la guarnición italiana que residía en los arrabales de la villa y tomó por sorpresa el castillo de Pierrefonds (10 de agosto de 1595). Esto era muy significativo, dado que parecía anunciar una nueva revuelta entre la nobleza picarda contra el poder de Enrique IV, pero fue un éxito sin porvenir. El propio Saureulx fue hecho prisionero al ir a comunicar con el general español en Cambrai y la guarnición napolitana del castillo lo vendió a los partidarios del rey francés.

Tras escapar de su prisión, el monje (como lo conocían los españoles) se retiró a Flandes, donde formó parte de la comunidad de refugiados franceses, sobre todo parisinos, que ahí se habían expatriado para intentar seguir la guerra contra el rey de Francia. En el exilio recibió una pensión de cincuenta escudos y el priorato de la villa de Lucheux (1596). A diferencia de los otros refugiados, Saureulx no sólo demandaba la caridad del rey católico, sino también reparación por la “pérdida” de Pierrefonds, rendido por las tropas de Felipe II. Fuerte en sus argumentos, cuya justicia sería reconocida posteriormente por dos juntas de teólogos y juristas (5 de octubre de 1606 y 5 de junio de 1608), el refugiado se dirigió en 1600 a España después de obtener licencia y realizar una “información” sobre sus actividades políticas y orígenes familiares, en la que participan algunos de los más notables entre los refugiados franceses.

Tras su llegada a la Corte se iniciaba la segunda etapa de la vida política de el monje, una actividad que encarna bien el acercamiento entre la Monarquía francesa y la hispánica en la década de 1610 y el ulterior fracaso de esta alianza. Promovido pronto a la posición de capellán real (1601), el religioso mantuvo sus peticiones de compensación hasta el final de sus días y logró algunas pensiones en Italia y algunos pagos extraordinarios que le permitirán tener una posición desahogada. Pero Saureulx no fue uno más de los demandantes ante la Corte, sino que mostró la misma actividad e inquietud que le habían llevado a tomar las armas en Francia. En 1616 intentó fundar en la Corte un Monte de Piedad y desde el principio participó en la recepción de los diversos refugiados franceses que procedentes de Flandes iban llegando a la Península, adquiriendo así una cierta posición en la inteligencia diplomática española. Para la cada vez más abundante comunidad francesa logró fundar entre 1613 y 1617, pese a múltiples problemas, el Hospital de San Luis de los Franceses (del que proviene la actual parroquia madrileña de igual nombre) y ese mismo año la cofradía de “l’Espíritu Santo y Virgen de Buen Fin”. Saureulx mantuvo en todo momento relación con religiosos franceses y éstos le sucederían en el control del hospital. De igual forma intentó que las instituciones por él fundadas estuvieran bajo el patronazgo de las Coronas francesa y española. De todos los exiliados de la Liga Católica que se dirigieron a la península tras la paz de Vervins (1598), Saureulx fue el más exitoso y es el único que dejó huella duradera. Este católico militante murió cuando parecía disiparse el sueño de la alianza de las dos Coronas, no sin antes dejar como única heredera de todos sus bienes a su alma.

 

Bibl.: F. Humphry, Histoire de St-Louis des Français à Madrid, Bordeaux, Durand, 1854 (reimpr., Madrid, Fundación Saint Louis des Français, 1998); F. Arroyo Martín, “Apuntes sobre la emigración francesa en el Madrid del siglo XVII”, en Torre de los Lujanes, 34 (1997), págs. 171-198; A. Hugon, “Les lendemains de Vervins: la “guerre couverte” des soldats perdus du catholicisme ligueur”, en P. Mironneau e I. Pétay-Clottes (eds.), Paix des armes. Paix des âmes, Paris, Imprimerie Nationale, 2000, págs. 177-186; R. Descimon y J. J. Ruiz Ibáñez, “Marineros con brújula, pero sin mar. Los exiliados católicos radicales franceses al final de las Guerras de Religión: discurso, acción política, interés social y procesos de desagregación”, en Historia y Política, 9 (2003), págs. 291-324.

 

José Javier Ruiz Ibáñez

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