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Felipe Adrados Beano

Biografía

Adrados Beano, Felipe. Turégano (Segovia), 5.IX.1900 – ?, 1936. Capitán de artillería y matemático.

Procedente de la clase de paisano, fue nombrado alumno de la Academia de Artillería el 2 de septiembre de 1918, prestando juramento de fidelidad a las banderas el 2 de diciembre del mismo. En 1921 se le promueve al empleo de alférez. Al año siguiente es promovido al empleo de teniente; su primer destino será el 1.er Regimiento de Artillería ligera en Madrid, quedando en situación de guarnición y servicio.

Al comenzar el nuevo año es nombrado ayudante del primer grupo, asistiendo posteriormente al curso de la Escuela Central de Tiro de Carabanchel.

Felipe Adrados destaca como profesional artillero, llevándole a efectuar el curso realizado en los Alcázares, provincia de Murcia, cuyo título era “Experiencias y determinación de las reglas de tiro de artillería”. Todo ello le capacitará para ser habilitado para el Grupo de Artillería de Instrucción. El 11 de junio participará en los ejercicios de tiro realizados en presencia de los reyes de España, Italia y los príncipes herederos de ambos países, siendo felicitado por los mismos por la brillante actuación y acertada instrucción de las maniobras efectuadas.

En septiembre de 1924 pone rumbo a Ceuta; una vez llega a la plaza pernocta en los locales del Regimiento Mixto de Artillería; en los días posteriores tomará parte en una serie de operaciones realizadas con el objetivo de conducir su convoy a la posición de Goranes. Al finalizar su actuación es felicitado por el alto comisario de España en Marruecos, general Aizpuru. El mes de septiembre continuará su labor en el avance de las columnas de los generales Castro Girona y Serrano hacia Xeruta. Finalizando 1924, bajo las órdenes del teniente coronel Alfaro Velarde, cooperó con los disparos realizados por su batería en la ocupación de Kudia-Kaiton. Al comenzar 1925 regresa a la Península; así embarca en el vapor Reina Victoria con rumbo a Sevilla y llega a Madrid. Su estancia en la capital será breve y al mes siguiente regresa al Protectorado, incorporándose en Larache al 1.er Regimiento de Montaña.

A lo largo de las campañas emprendidas por España, en su intento de dominar la zona del Protectorado marroquí que le había sido encomendada, el año 1925 es clave: aumento de la hostilidad del líder rifeño Abd-el-Krim contra los franceses, el cese del residente general Lyautey, las bases puestas tras la firma del estatuto de Tánger el año anterior, la Conferencia de Madrid en 1925 entre los Gobiernos francés y español en su actuación conjunta en Marruecos. Pero sin lugar a dudas el desembarco español en la bahía de Alhucemas está cargado de simbolismo, significa el comienzo de la pacificación del Protectorado.

Adrados, tras una fugaz estancia en Barcelona, a principios de 1926, volverá al Regimiento Mixto de Artillería de Melilla, siendo destinado a la 9.ª batería del campamento de Drius, efectuando una marcha táctica hasta las inmediaciones de Ben-Tieb. En este mismo año se le concederá la Cruz de 1.ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo, seguida en los meses siguientes con la concesión de la Medalla Militar de Marruecos con el pasador “Melilla”. La finalización de las hostilidades en el Protectorado de Marruecos supone para Felipe Adrados una serie de nuevos destinos y una nueva etapa que sabrá afrontar con la brillantez y profesionalidad. Así en 1927 se incorpora al Regimiento de Artillería a Caballo, en el campamento de Carabanchel, pasando a prestar sus servicios a la Plana Mayor del Regimiento.

Seguidamente, tras su presencia en las diversas conferencias formativas y cursos de la Escuela Superior de Guerra, se dispone que asista al 2.º período del curso que celebra el Grupo de Información de Artillería.

Este paréntesis, formativo-teórico, es acompañado por una serie de ejercicios prácticos en Colmenar de Oreja, además de asistir al juicio crítico de las últimas maniobras de la Escuela Superior de Guerra. Antes de finalizar el año 1927 se le concede la Medalla de Marruecos con el pasador de “Tetuán” y el ascenso al empleo de capitán de Artillería por antigüedad. Al año siguiente, tras ser designado para asistir de nuevo al curso de Información de Artillería, es destinado al propio grupo de Información en los meses posteriores, en concreto a la sección de topografía.

Al finalizar 1929 la situación de deterioro que iba alcanzando la dictadura de Primo de Rivera era palpable.

El 28 de enero de 1930 dimitía el dictador.

Seguidamente el rey encargó a Dámaso Berenguer que se hiciera cargo del gobierno y condujera al país a la normalidad constitucional de 1876. En los primeros meses de su gestión desaparecieron las posibles conspiraciones, pero con el paso del tiempo se hacían perceptibles ciertas deficiencias del sistema de la llamada “dictablanda” de Berenguer. Por su parte el capitán Adrados en estos momentos se centrará en la impartición de cursos y conferencias que le avalan como un profesional de primer orden: conferencia a los capitanes de infantería que seguían el curso de aptitud para el ascenso, diversas explicaciones a la comisión de oficiales de aviación, se hace cargo de la comisión para restituir fotografías aéreas y confecciona nuevas hojas para los planos de diversas ciudades.

El dinamismo de la política interna del país lo marca, en agosto de 1930, el Pacto de San Sebastián, que supuso la alianza entre los diversos sectores del republicanismo y las fuerzas políticas que estaban al margen del sistema. La crisis del Gobierno de Berenguer era manifiesta a finales de 1930. Así en diciembre del citado año tiene lugar en Cuatro Vientos una serie de movimientos sediciosos. El propio capitán Adrados interviene de forma activa y sofoca las acciones de los insurgentes.

Al comenzar 1931 es destinado a la sección de Información de Artillería de la Escuela Central de Tiro, tomando parte en los ejercicios del curso de preparación para el ascenso a coroneles, siendo él el encargado de describir el material y los métodos empleados en la sección topográfica.

A mediados de febrero de 1931 se hace cargo del gobierno el almirante Aznar, que promete la celebración de elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Tras los resultados vendría la Segunda República española. El día 24 de abril el capitán Adrados firma la promesa de fidelidad y adhesión a la República. En el mes de mayo forma parte de la sección de Información para intervenir en la represión de los desórdenes públicos. Con la nueva política emprendida por Azaña y sus decretos reorganizadores del Ejército, la sección de Información se convierte en un grupo autónomo, denominado Escuela de Información y Topografía. Adrados sería el encargado del servicio topográfico, comenzando en noviembre de 1931 como profesor. Con la idea de poner al día toda la doctrina topográfica existente se le encarga la redacción de distintos folletos: “Cartografía”, “Material topográfico”, “El punto” y “La dirección”, que unidos a una recopilación de datos astronómicos, las llamadas “Tablas astronómicas”, son enviados a todos los cuerpos del arma, con la intención de que todas las guarniciones de artillería dispongan de los nuevos métodos en la corrección del tiro.

En el transcurso del régimen republicano tendrá una actividad profesional muy intensa, así como merecedora de gratificaciones y reconocimientos, concediéndole un premio de efectividad en 1932. En 1933 es nombrado profesor de la clase de sargentos que hacían el curso de aptitud para el ascenso. En 1934 marcha en comisión de servicio a Francia y Suiza, poniéndose al día en los últimos avances topográficos.

Al regresar a España es encargado como profesor del curso de coroneles próximos al ascenso, concediéndole el distintivo del profesorado. Como últimos datos destacados como profesional, estarían su entera dedicación, como agregado a la Escuela de Tiro, sección de Campaña, para confeccionar la redacción de distintos reglamentos técnicos.

Murió asesinado por las milicias populares en 1936, al comienzo de la Guerra Civil española.

 

Obras de ~: Topografía artillera, 1943, Texto de la Academia del Arma.

 

Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Expedientes personales, 1.ª, 261.ª

 

Javier Ramiro de la Mata