Ayuda

Vicente María Maturana Altémiz

Biografía

Maturana Altémiz, Vicente María. Madrid, 16.X.1754 – Sevilla, 12.XI.1809. Mariscal de campo de los Ejércitos, coronel y director general del Cuerpo de Artillería, inventor de la Artillería a caballo.

Ingresó como cadete en el Real Colegio de Artillería en Segovia el 7 de febrero de 1768, donde, debido a su aplicación, alcanzó el grado de sub-brigadier y permaneció en él hasta finalizar el plan de estudios el 8 de diciembre de 1771, con el empleo de subteniente de Artillería con el n.º 9 de la 6.ª promoción del Cuerpo.

Destinado al Ejército que participó en la desgraciada expedición a Argel, dirigida por el general O’Reilly, embarcó en Cartagena y desembarcó en la playa de Argel el 8 de julio de 1775 con los primeros Granaderos y Cazadores, donde se mantuvo al mando de dos cañones de batallón a pesar de haber sido herido y quemado. Por los méritos que contrajo en esta expedición, el 28 de enero de 1776 se le concedió el grado de teniente del Ejército, siendo el primer agraciado entre los subalternos. De regreso a España, fue destinado al arreglo de los trenes de Artillería de la plaza de Ciudad Rodrigo. En 1777 pasó destinado al Ejército Expedicionario, que a las órdenes del teniente general Ceballos se envió contra los establecimientos portugueses de la costa de Brasil. Se halló en el desembarco, toma y rendición de la isla de Santa Catalina en Brasil, en la toma de la plaza de la Colonia de Sacramento en el Río de la Plata, en la marcha al Río Grande y en todas las operaciones del Ejército, por su conducta fue recompensado el 26 de octubre de 1777 con el grado de capitán del Ejército.

Finalizada la expedición fue nombrado ayudante de campo del virrey de Buenos Aires Juan José de Vértiz.

El 18 de mayo de 1778 ascendió a teniente de Artillería.

Sirvió en Río de la Plata durante la guerra de 1779 con la Gran Bretaña y permaneció en América un total de ocho años, por los buenos servicios que prestó, entre los que cabe citar la organización de una brigada de Artillería a caballo con objeto de combatir a los indios pampas. El 20 de octubre de 1784 se le concedió el grado de teniente coronel del Ejército. A su regreso a la Península en 1785 fue destinado a la Fábrica de Artillería de Sevilla.

El 15 de febrero de 1786 ascendió a capitán de Artillería pasando a mandar la 2.ª compañía del 2.º batallón de Artillería en Cádiz, donde permaneció hasta 1790. En agosto de ese año, con motivo de hallarse amenazada de sitio la ciudad de Ceuta, pasó con el primer refuerzo de tropas al socorro de la plaza encontrándose en los dos sitios y bombardeos de la plaza de Ceuta puestos por el rey de Marruecos los años 1790 y 1791, donde fue herido, habiendo ejercido las funciones de mayor de la Brigada de Artillería y secretario de la Junta de Generales; en la salida del 30 de septiembre de 1791, mandando la tropa ligera y la Brigada de Incendiarios que atacó a los moros en la Batería de la Puntilla y la que, desalojados los enemigos a viva fuerza, se quemó enteramente y clavó la artillería que había en ella.

Se encontró en la defensa de la plaza de Tolón con el Ejército Aliado y permaneció allí hasta su total evacuación, ejerciendo las funciones de mayor de la Brigada de Artillería del Ejército y de la Armada, hallándose continuamente empleado en la defensa de los puestos y campamentos exteriores. Fue nombrado por el comandante general Federico Gravina para varias comisiones de riesgo y confianza y para todas las providencias relativas a la Artillería en la retirada de aquella plaza y asistencia al Consejo de Guerra de Generales por enfermedad del titular.

Durante la Guerra contra la Convención, fue destinado a conducir y establecer el empleo de los obuses de montaña en los Ejércitos de Campaña de Aragón y Cataluña. En la campaña de 1794 estuvo al mando de las Baterías de la vanguardia y de la izquierda del Ejército, se encontró en los ataques y acciones de los días 17 y 20 de noviembre de 1794 donde fue contuso; posteriormente fue destinado al mando de la Artillería de la vanguardia que cubrió la retirada del Ejército a Gerona. El general José Urrutia lo envió en comisión importante relativa a la defensa de la plaza de Rosas en la Escuadra los días 24, 25 y 26 de diciembre, durante el continuo fuego que los franceses dirigieron contra la plaza y desembarcadero.

El mismo general le encargó la organización de una brigada de artillería volante con tiros de mulas, que tuvo la ocasión de distinguirse posteriormente en la batalla de Pontos. En 1795 estuvo al mando de la Artillería de Posición y a Caballo de la izquierda del Ejército de Campaña. Se encontró en todas las acciones ocurridas en ella, hasta que debido a un grave accidente se retiró del Ejército (pocos días antes del cese de hostilidades que precedió a la Paz de Basilea). Terminada la guerra, la Artillería a caballo pasó al olvido, pero Maturana, destinado en Madrid, no cejó en su empeño y probablemente es el autor en 1796 de un manuscrito que, aunque firmado por el eclesiástico Clemente Peñalosa y Zúñiga, causó un gran revuelo y polémica en el Cuerpo de Artillería titulado Memoria sobre la artillería volante o a caballo. Impugnación que hace un oficial a la antecedente obra. Probablemente por ello, Godoy le encargó, en Madrid, la formación y mando de la Brigada de Artillería Volante del Real Cuerpo de Guardias de Corps que subsistió de 1796 a 1803. Para ello publicó en 1797 el Reglamento para la formación, servicio y permanente conservación de la Brigada de Artillería Volante del Real Cuerpo de Guardias de Corps. De esta unidad se grabaron unas conocidas láminas dibujadas por Juliá y Guerrero. En octubre de 1798 se le concedió la administración usufructuaria de la Encomienda de Huélamos de la Orden de Santiago.

Participó en la campaña de Portugal de 1801 bajo las órdenes del príncipe de la Paz, al mando de la Artillería Volante y, por los méritos adquiridos, el 19 de enero de 1801 ascendió a brigadier del Ejército. Al regreso de Portugal, fue nombrado maestro militar del príncipe de Asturias y de los infantes permaneciendo tres años a su cargo, durante el que, el 7 de julio de 1802, ascendió a coronel de Artillería.

El 12 de julio de 1803 se le destinó como jefe del 3.er Regimiento de Artillería en Sevilla. Al iniciarse la guerra contra Inglaterra en 1804 fue nombrado comandante general de Artillería del Ejército de Campaña del Campo de Gibraltar a las órdenes del general Castaños, empleo que sirvió hasta 1807. El 16 de mayo de 1805 fue nombrado jefe de Escuela del Tercer Departamento de Artillería. Durante este tiempo proyectó “un cañón maniobrero” que fuese apto para su tracción hipomóvil y del que tras un informe favorable de una brigada de oficiales, llegaron a construirse dos piezas en la fundición de Sevilla y publicó al menos dos obras. En 1807 fue nombrado comandante general de Artillería del Ejército de Campaña de Extremadura que entró en Portugal a las órdenes del general marqués de la Solana, mandando además una división de tres mil hombres con la que se adueñó y ocupó la plaza de Yelves hasta la retirada del Ejército con el que regresó a Sevilla. En esta ciudad recibió la noticia del 2 de mayo y se adhirió a la Junta Superior de Sevilla que le condecoró con el distintivo de la Banda Roja y lo nombró ayudante general. Desarrolló una importante actividad para preparar y aprestar las unidades de artillería que con el Ejército de Andalucía resultaron decisivas en la batalla de Bailén; posteriormente cabe destacar la creación el 22 de octubre de 1808 de una brigada a caballo denominada Brigada Maniobrera. El 11 de agosto de 1808 ascendió a mariscal de campo del Ejército. El 2 de noviembre se le nombró subinspector general de Artillería de Segovia y el 13 de diciembre, tras la caída de Madrid y la exoneración del general Morla, fue nombrado director general del Cuerpo de Artillería, con este cargo logró mantener vigente la Ordenanza de Artillería de 1806 que por haber sido firmada por Godoy la Junta Central había abolido en esos momentos. El 28 de diciembre fue nombrado consejero de Guerra y poco después vocal de la Junta Superior Militar. Falleció en Sevilla el 12 de noviembre de 1809 a los cincuenta y cinco años de edad y cuarenta y uno de servicio. Estuvo casado con Manuela Vázquez, con la que tuvo tres hijos, un varón y dos mujeres.

 

Obras de ~: Maniobras de la artillería volante 6 lams. / presentada al Exc. Sr. Príncipe de la Paz por el Coronel D. Vicente María de Maturana Comandante de la Brigada de artillería volante del Rs. Cuerpo de Guardias de Corps, Madrid, Real Imprenta, 1796 [en Biblioteca Nacional de España, ER-3205 (y C. Barrena, J. Blas, J. Carrete y J. M. Medrano, Calcografía Nacional. Catálogo general, Madrid, Real Academia de San Fernando. Calcografía Nacional, 2004)]; Memoria sobre la Artillería Volante ó de á caballo, escrita por D. Clemente Peñalosa y Zúñiga, Dignidad que fue de la Sta. Iglesia Catedral de Segovia, dirigida en la parte técnica por el Mariscal de Campo de los reales exércitos D. Vicente María de Maturana, Segovia, 1796 (2.ª ed., Madrid, Librería de Hidalgo, 1809); Reglamento para la formación, servicio y permanente conservación de la Brigada de Artillería Volante del Real Cuerpo de Guardias de Corps, Aranjuez, 1797; Discurso para la abertura de las Juntas de Instrucción en el Departamento de Artillería de Andalucía dirigido a los jefes y oficiales de este Real Cuerpo... Algeciras, Imprenta de Juan Bautista Contilló y Conti, ¿1806?; Exercicio doctrinal y evoluciones de una brigada de artillería de á caballo con advertencias generales sobre el uso y ventaja de esta Artillería... / por... D. Vicente María de Maturana [...], s. l., 1808 (2.ª ed.); Discursos que el Mariscal de Campo D. Vicente María de Maturana [...] actual Director General del Real Cuerpo de Artillería, dirigió a la Oficialidad del mismo Cuerpo, el primero con motivo de haberle S.M. nombrado Jefe de Escuela del Departamento de Andalucía, y el segundo cuando de regreso a Sevilla de la Campaña de Gibraltar trató de principiar las Juntas de Instrucción [...], Sevilla, Imprenta de Hidalgo, 1809.

 

Fuentes y bibl.: Archivo general Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. M-2353.

J. Vigón, Historia de la Artillería Española, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1947.

 

Ubaldo Martínez-Falero del Pozo