Aguirrebengoa y Aguirre, María Jesús. Ciudad de México (México), 13.V.1811 – Bilbao (Vizcaya), 8.VIII.1857. Benefactora.
Nació en la ciudad de México en el seno de una familia de indianos guipuzcoanos. Su padre, José Ignacio Aguirrebengoa Goenaga (1765-1848), era natural de Zumárraga, desde donde emigró primero a Cádiz y después a México, país en el que reunió una importante fortuna con actividades comerciales. Fue una mujer muy religiosa y con una exquisita formación: tenía conocimientos de música y canto, así como habilidades para la pintura, faceta en la que destacó por sus dotes para el retrato. En 1824, los Aguirrebengoa regresaron a España y, tres años más tarde, a la edad de dieciséis años, María Jesús Aguirrebengoa contrajo matrimonio con José Javier Uribarren, un indiano nacido en Lequeitio (Vizcaya) que había trabajado al servicio de su progenitor en tierras americanas. La pareja, que no tuvo descendencia, fijó su residencia en Burdeos, donde previamente se había instalado José Ignacio Aguirrebengoa. Éste creó junto a su yerno la firma bancaria Aguirrebengoa Fils & Uribarren, que en 1834 trasladó su sede a París, donde en 1852 Uribarren creó su propia casa comercial, J. J. Uribarren y Cía.
Pese a residir en Francia, los Uribarren-Aguirrebengoa mantuvieron lazos con el municipio de Lequeitio, donde acostumbraban a pasar estancias vacacionales.
A partir de 1831, el matrimonio se convirtió en benefactor de esta localidad: a comienzos de los años treinta, ambos promovieron la construcción de una escuela de niños; en 1842, costearon la ampliación del cementerio y la capilla del mismo; en 1850, contribuyeron a la edificación de la casa de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl así como a la construcción de un colegio de niñas regentado por la misma congregación; en 1854, promovieron un nuevo hospital y adquirieron un órgano para la iglesia parroquial. En lo referente a María Jesús Aguirrebengoa, algunas publicaciones aparecidas a mediados del siglo XIX incluyen referencias a sus constantes dádivas a los pobres, enfermos y necesitados del pueblo natal de su esposo.
José Javier Uribarren y María Jesús Aguirrebengoa fueron enterrados en el panteón familiar de Uribarren del cementerio de Lequeitio, sepultura construida en 1842. En 1886, sus restos fueron trasladados a un mausoleo erigido por iniciativa municipal, a modo de monumento, en la iglesia de la Compañía de Jesús de la localidad. Esta obra —diseñada por el arquitecto Casto de Zavala en 1882 y construida por un equipo de artistas dirigido por el escultor Bernabé de Garamendi Zaldívar— está decorada con las figuras yacentes del matrimonio y con diversos relieves que representan las obras promovidas por la pareja en dicho municipio.
Bibl.: A. Cavanilles, Lequeitio en 1857, Madrid, Imprenta J. Martín Alegría, 1858, págs. 48-69; G. Duo, Lekeitio en el siglo XIX y José Javier Uribarren (1791-1861), Pamplona, 1998; M. Basas, “Hombres ilustres de la economía vizcaína. Los Uribarren y Abaroa, banqueros en París”, en Información, 1.439 (1988), págs. 57-60; G. Duo, “Lekeitio en el siglo XIX y José Javier Uribarren (1791-1861)”, en Cuadernos de Sección de Historia y Geografía, 23 (1995), págs. 137-162; M. Paliza Monduate, Bernabé de Garamendi, un escultor bilbaíno (1833-1898), Bilbao, BBK, 1999, págs. 58-94.
Maite Paliza Monduate
