Nació en Zaragoza, pero su familia se trasladó, tras su nacimiento, a Tudela. Cuando tenía unos veinte años viajó a Palestina, y volvió por Grecia e Italia para, a continuación, regresar a su país natal, en donde se dedicará esencialmente al estudio de la Cábala. Sus puntos de vista y opiniones le acarrearon gran oposición, sobre todo del gran rabino de Barcelona Salomón ben Aderet, quien lanzó un anatema contra él, por lo que se vio obligado a alejarse de la Península e instalarse en las proximidades de Malta.

Sus especulaciones proféticas le llevaron lejos de las ideas en boga en aquellos tiempos entre los cabalistas, sobre la naturaleza divina y la manifestación de ésta en los seres vivos. Él nos habla de una unión con Dios que se manifestará a través de los distintos nombres de éste utilizando la guemetria, ciencia que estudia la relación numérica de las letras del alfabeto hebreo; su estilo cabalístico fue denominado cábala estática o profética. Su movimiento quedó totalmente marginado. [...]