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Vicente Roa Miranda

Biografía

Roa Miranda, Vicente. La Habana (Cuba), 7.XII.1891 – Madrid, 7.I.1973. Militar, general de brigada de Ingenieros Aeronáuticos, procedente del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1908, de la que salía como primer teniente, el 25 de junio de 1913, después de terminar los estudios reglamentarios. E1 17 de febrero de 1914 pasaba del 2º Regimiento de Zapadores Minadores, donde había sido destinado al salir de la Academia, a la Unidad de radio-telegrafía de campaña. En 1915 hacía el curso de observador de aerostación en la Escuela de Observadores de Guadalajara, pasando a continuación al Marruecos español. Y en 1916, en el marco de la larga guerra de pacificación de Marruecos, recibía como recompensa a los servicios prestados durante las operaciones realizadas del 1 de mayo de 1915 al 30 de julio de 1916, en la zona de Ceuta-Tetuán, la Cruz al Mérito Militar de 1ª clase, con distintivo rojo.

Por una R.O. de agosto de 1917, cambiaba de destino del 1er. Regimiento de Zapadores-Minadores a la Comandancia de Ingenieros de Melilla. Durante el año de 1918 permaneció destinado en África y en 1919 estaba en comisión de servicio en la Aeronáutica Militar. Para entonces ya era un acreditado piloto de 1ª categoría y también observador de aeroplano. Destinado ese mismo año a Tetuán, participó en acciones de reconocimiento y bombardeo, regresando, el 4 de julio de 1919, a la Península para realizar en Getafe prácticas de vuelo con los aviones más modernos del ejército. De nuevo en Marruecos, era recompensado con otra cruz al Mérito Militar de 1ª clase, con distintivo rojo, por las operaciones en el Protectorado, en las que participaba desde el 1 de febrero de 1922 a finales de julio del mismo año.

En 1924, con el título de Ingeniero Aeronáutico obtenido ese mismo año en L´Ecole Supérieure de l´Aeronautique de París (fundada en 1909), era contratado como director técnico de la fábrica de aviones de La Hispano. Para la convalidación de títulos logrados en el extranjero, como el de L´Ecole Supérieure de l´Aeronautique de París, se formaba una comisión, dirigida por el ingeniero militar Emilio Herrera, que convalidaba el de Roa Miranda en julio de 1929. Al comienzo de su dirección técnica en la citada fábrica, se inició la construcción de un avión de entrenamiento bajo su dirección que fue abandonado a medias antes de su terminación. Su situación militar era la de excedente sin sueldo y afecto a la Comisión de Movilización de Industrias Civiles. Antes de 1924 estarían disponibles para la Aeronáutica Militar Española veinticinco aviones DH-6 y cuarenta DH-9 construidos en Guadalajara bajo la dirección del capitán de Ingenieros Luis Ocariz y el control de Roa Miranda, más tarde director de la factoría.

En 1928 había ascendido a comandante, por antigüedad, manteniendo su puesto de director técnico de la citada fábrica.

A finales de mayo de 1931 presentaba públicamente en Guadalajara un proyecto para fabricar automóviles en cadena en asociación con la FIAT italiana, que había comprado la mayoría de acciones de La Hispano. El proyecto se presentó al gobierno de la República y, al no obtener las ayudas solicitadas, se redujo a montar una pequeña serie de automóviles a partir de piezas importadas de la casa matriz. En diciembre del año 1931 se reincorporaba a la Aviación Militar en Cuatro Vientos, adscrito al laboratorio del Servicio de Material, manteniendo efectiva su condición de piloto. En 1932 visitó en comisión de servicio París y también hizo un recorrido por Alemania, acudiendo a Berlín, donde visitó el Centro de Investigación y Técnica Aeronáutica, el de Hidráulica de Hamburgo y el laboratorio de Gotinga.

En 1934 representaba a las Líneas Aéreas Postales Españolas en la XXXI Reunión de la Asociación Internacional de Compañías de Tráfico Aéreo, que se celebraba en Praga los días 22 y 23 de marzo. Durante el mismo año, realizó un viaje presidiendo una comisión de Material de Aviación para la selección de aviones de transporte dotados de motores de nueva tecnología. También dio clases en la Escuela Superior de Aerotecnia. Posteriormente fue nombrado director técnico de La Hispano Aircraft y, al finalizar 1934, reingresaba en el servicio de Aeronáutica militar, pese a lo cual mantuvo su relación con la sección de aviación de la Hispano Suiza, antes La Hispano, diseñando el avión de entrenamiento básico HS E-34, adquirido en 1935 por la Aeronaval (aviación de la Marina de Guerra). Este avión fue un entrenador elemental biplano, monomotor y biplaza en tándem, diseñado por Vicente Roa y construido por la firma Hispano-Suiza en su factoría de Guadalajara.

En 1936, una Orden de 20 de abril ordenaba su pase del Arma de Aviación al de Ingenieros, quedando en la situación de disponible forzoso. Durante la Guerra Civil se decantó por el bando “nacional”, y en 1941 era general de brigada del Cuerpo de Ingenieros Aeronáuticos y director general de Industria y Material, además de secretario de la misma Dirección General. Fue el primer director de la Academia Militar de Ingenieros Aeronáuticos (Escuela Superior de Aeronáutica), creada por decreto de 15 de diciembre de 1939. También se dedicó a preparar a ingenieros aeronáuticos civiles en la escuela creada en 1948 para su ingreso como tales ingenieros en el Ejército del Aire. Finalmente, en enero de 1958, era director general de Aeropuertos.

Entre otras condecoraciones poseía la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco.

Estaba casado con Natalia de la Torre Trassierra y Fernández Duro, con la que tuvo siete hijos, de los cuales hubo un varón y el resto fueron mujeres.

Falleció en Madrid el 7 de enero de 1973.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales; Boletín Oficial del Estado, 8 de enero de 1943; Boletín oficial del Ministerio del Aire, año VI, núm. 124, 13 de diciembre de 1945.

M. Lage et al., La Hispano Suiza 1904-1972, hombres, empresas, motores y aviones, Madrid, LID, 2003; Flores y Abejas, n.º 612, 21 de mayo de 1931; J. Warleta Carrillo y J. Salas Larrazabal, Aviones Militares Españoles 1911-1986, Madrid, Instituto e Historia y Cultura Aérea (IHCA), 1986; J. Martorell Guisasola, “VIII. La aviación durante la República”, en Historia de la Aviación española, Madrid, Instituto de Historia y Cultura Aérea, 1988, págs. 163-190; A. González-Betes, Historia Gráfica de la Aviación Española, Madrid, COIAE, 1998, págs. 219, 233, 277, 289, 309, 317,326, 333, 335, 373, 374 y 492; E. San Román López, Ejército e Industria: el nacimiento del INI, Barcelona, Crítica, 1999; M. García Cruzado, “La Escuela de Ingenieros Aeronáuticos. 75 aniversario”, en Historia 16, año XXVII n.º 335 (marzo de 2004); J. M. Sánchez Ron, “La aeronáutica española en los tiempos de Torres Quevedo”, en F. González de Posada, F. A. González Redondo y D. Trujillo (eds.), Actas del III Simposio “Ciencias y Técnica en España de 1898 a 1945, Cabrera, Cajal, Torres Quevedo”, Lanzarote, Amigos de la Cultura Científica, 2004; J. Gutiérrez Flores y E. Gudín de la Lama, “Cuatro derroteros militares de la guerra civil en Cantabria”, en Monte Buciero, 11 (2005), págs. 18-298; A. Enrique et al., El Escorial: historia, arte, ciencia y matemáticas, Madrid, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2011; P. J. Pradillo y Esteban, “Hispano-Aircraft”, en EnWada, 2 de marzo de 2012 [en línea], disponible en https://enwada.es/wiki/Hispano-Aircraft.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño