Pedro y Fernández de Heredia, Serapio. Alcañiz (Teruel), 14.XI.1801 – ?, 5.VIII.1888. Militar, artillero, mariscal de campo, Cruz de 1.ª Clase de San Fernando.
Era hijo de Mariano de Pedro y de Esplugas, barón de Salillas, y de Javiera Fernández de Heredia y Villanueva.
Su carrera la inició al ingreso como cadete en el Colegio de Artillería de Segovia a principios de 1817, saliendo subteniente a fin de 1820 para seguir los dos años de estudios sublimes, a los que sólo los primeros de cada promoción accedían, por los que le correspondió el grado de teniente, el cual, por haberlo sido dado en la época constitucional, fue anulado al cesar ésta y no se le revalidó hasta agosto de 1827. No por esto llegó tarde, pues ascendió a teniente en julio de 1833, o sea a los doce años y medio de subteniente; brillante carrera, por cierto, para un oficial facultativo y además sobresaliente entre sus compañeros. Y en junio del mismo año de 1833 fue agraciado con el grado de capitán por la jura de Isabel II.
Después de haber servido en el primer Regimiento del Arma y haber sufrido el bloqueo de Barcelona por las tropas francesas en 1823, estuvo con licencia indefinida en Zaragoza hasta fin de 1825 que consiguió la purificación y fue destinado al 2.º Regimiento, del que fue ayudante hasta 1836, habiendo sido maestro de Matemáticas de los cadetes de dicho regimiento, con el que pasó de profesor al nuevo Colegio de Alcalá de Henares.
En 1834 pasó a Zaragoza y entró en operaciones, con artillería de montaña en Aragón, Navarra y Provincias Vascongadas. Se halló en ese año, en las acción de Muez, en la de Erice, en la que por méritos y gran valor fue premiado con la Cruz de 1.ª Clase de San Fernando. También ese mismo año participo, en la de Olazagoitia y en la de Foz de Asprerx, y al año siguiente en la de Arrigorriaga y en la defensa de Alcañiz. Quedó de comandante del castillo de esta ciudad hasta el año siguiente que pasó a la Brigada de Artillería de la Guardia Real, en la que obtuvo el grado de teniente coronel y desempeñó el cargo de ayudante.
Fue destinado de profesor al Colegio del Arma, que se hallaba en Madrid desde la aproximación de pretendiente a la Corte. En 1839 se le concedió el grado de coronel por sus servicios en campaña.
En noviembre de 1839 se trasladó con el Colegio a Segovia por haber concluido la primera guerra civil carlista. Fue uno de los profesores de más experiencia y rectitud, y escribió diversos cuadernos, aclaración y ampliación del Odriozola, que servía de texto de matemáticas, y entre ellos se encuentra una traducción del traslado de máquinas de vapor de Pambour. Por eso continuó en el profesorado aun después de su ascenso a comandante de 1849. Además obtuvo las recompensas reglamentarias por años de Academia, de 2º comandante en 1844, teniente coronel en 1849 y coronel en 1852, todos empleos de Ejército.
El año 1854 ascendió a teniente coronel de Artillería, siendo destinado a Morella y después de director a la Salitrería de Zaragoza y fábrica de pólvora de Villafeliche, de las que en mayo de 1859 pasó con igual cargo a la de pólvora civil de Manresa, dependiente del ramo de rentas estancadas.
En 24 de septiembre de 1860 ascendió a coronel con destino a la Junta Superior Facultativa, en 1862 a la Maestranza de Madrid, y en 1863 de comandante general del Arma en Navarra.
En enero de 1864 ascendió a brigadier de Artillería con destino de comandante general subinspector de Aragón, donde le cogió la insurrección de Zaragoza los días 7 y 8 de octubre derrotados, fue agraciado con Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. En 1871 fue nombrado comandante general de Artillería del Ejército del Centro.
En febrero de 1873 quedo separado del servicio, por la llamada cuestión artillera, como lo fue toda la oficialidad facultativa del Cuerpo, reingresando en su destino nuevamente en septiembre de ese año. Se encontró en los sucesos de Zaragoza, que tuvieron lugar enero de 1874, donde desempeñaba el cargo de comandante general de Artillería, donde demostró sus dotes de mando y fue felicitado por el capitán general. En agosto de ese año fue destinado al mismo cargo del Ejército del Centro. En enero de 1876 ascendió a mariscal de campo, y quedó en el mismo destino por haberse declarado de general. En 1878 se le otorgó la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, en permuta de la de tercera clase que se le había dado en 1867.
Por Real Orden de 12 de Mayo de 1879 pasó a la sección de reserva, sin embargo su hoja se cierra al fallecimiento el 5 de agosto de 1888.
Estaba en posesión de Cruz, Placa y Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, Exp. personal.
E. Guiu y Martí, Año Militar, Barcelona, 1890; J. Vigón, Historia de la Artillería Española, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1947; E. García-Menacho y Osset, Efemérides Artilleras, Segovia, Patronato del Alcázar, 1990; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando, Infantería, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
Eduardo García-Menacho y Osset
