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Francisco Oller y Ferrer

Biografía

Oller y Ferrer, Francisco. San Vicente dels Horts (Barcelona), 1758 – San Juan (Puerto Rico), 1831. Médico, cirujano.

Hijo de Pablo Oller y de Catalina Ferrer. Se graduó de bachiller en Cirugía en Barcelona y entró a servir de segundo cirujano en las Reales Guardias Walonas en noviembre de 1779, a los veintiún años de edad.

En 1784 fue nombrado cirujano mayor en Santo Domingo por unos cuatro años, y trasladado a Puerto Rico (1789). En 1798 aparece en su hoja de servicio como graduado de doctor en Cirugía en el Real Colegio de Cádiz, habiendo sido su título certificado por la Real Célula del 16 de febrero de 1800. El gobernador Toribio Montes lo nombró médico del Hospital Militar (1804) y más tarde ascendió a cirujano mayor de dicha institución. También recibió el título de médico de cámara honorario de su Majestad. En Puerto Rico ocupó el cargo de cirujano del Regimiento de Milicias Disciplinadas, del Regimiento Fijo y, desde 1792, fue admitido a ejercer su profesión por el Cabildo de San Juan. Fue médico de la Real Cárcel desde 1794, del Hospital de Caridad.

Se distinguió como cirujano en el ataque inglés de 1797 bajo Harvey y Albercromby a la plaza de San Juan, en tiempos del gobernador Ramón de Castro; donde la gran escuadra inglesa fue malamente derrotada por las tropas españolas y las milicias disciplinadas puertorriqueñas.

Su mayor gloria la obtuvo cuando se supo que la vacuna contra la viruela, descubierta por el inglés Edward Jenner, se estaba usando en la vecina isla de Santomas. Con permiso del gobernador de Castro, se llevó a Santomas diez esclavos negros de San Juan, y, usando el método Jenner, la trajo a Puerto Rico. Él mismo vacunó a más de mil quinientas personas. Por esa época había una gran epidemia de viruela en la isla. El 9 de noviembre de 1804 llegó la gran expedición científica, nunca antes realizada, enviada por el rey Carlos IV de España, para inocular a toda la población de las colonias españolas de América y del Pacífico. Ésta se había organizado bajo la dirección del médico de cámara de Su Majestad, el doctor Francisco Javier de Balmis, en la goleta de guerra María Pita.

Cuando el doctor Balmis llegó a San Juan (1804), encontró que la población había sido previamente vacunada bajo la dirección del doctor Oller, montó en cólera y dio a entender que en la vacunación realizada por Oller a la población, se había usado una técnica incorrecta, y la emprendió contra él. Pero el gobernador de Castro apoyó la actuación de Oller, y lo mandó abandonar San Juan. Éste se llevó varios esclavos negros recién vacunados y llegó a Venezuela y pudo vacunar la población. De allí se pasó a Colombia, México y sucesivamente a todas las colonias españolas en América y el Pacífico. Así España tuvo la gloria de ordenar vacunar a sus súbditos americanos así como a los españoles en su suelo natal por la ley VII, título XVIII.

Oller se llevó el honor de vacunar a la población de Puerto Rico, el primer país en la América española en recibir el beneficio de la vacunación en masa, un año antes de que Balmis visitara San Juan, y precisamente fue Puerto Rico el primer país que visitó la expedición de Balmis. A Oller también se le deben las medidas que se tomaron para vacunar obligatoriamente a la población, una de ellas usando las listas de los niños bautizados en todos los pueblos. Estas medidas de Oller permitieron el control de la viruela en la isla, aunque todavía quedó como enfermedad endémica en el país. Las muertes evitadas por la vacuna de la viruela fueron una de las principales causas que hicieron que la población se duplicara de quinientas mil almas a un millón entre 1800 y 1900.

También el doctor Francisco Oller, junto con el doctor José Espaillat, dominicano, y el doctor José Vargas, venezolano, que más tarde fue presidente de su país, establecieron la primera Escuela de Medicina en Puerto Rico, y su primer y único graduado fue el doctor Emigdio Antiques, ya que la escuela duró muy poco (Real Orden de 30 de enero de 1816).

El doctor Oller fue el médico predilecto y consultor de los gobernadores y el que más se distinguió durante un cuarto de siglo en su profesión al servicio del Gobierno español y del pueblo de Puerto Rico.

Oller dejó una vasta descendencia en el país. Fue abuelo del pintor Francisco Oller Cesteros de reconocido prestigio, que pintó el retrato de su abuelo, expuesto en el Ateneo de Puerto Rico.

 

Bibl.: C. Coll y Toste, Boletín Histórico de Puerto Rico, vols. III, IX y XIII, San Juan, Tipografía Cantero Fernández y Cía., 1914-1927, págs. 28-29, pág. 366 y pág. 279, respect.; S. Arana Soto, Diccionario de Médicos Puertorriqueños, San Juan, 1963, pág. 203; O. Costa Mandry, Apuntes para la Historia de la Medicina en Puerto Rico, San Juan, Departamento de Salud, 1971, págs. 7- 9; S. Arana Soto, Historia de la Medicina en Puerto Rico, San Juan, 1974, págs. 173-182; VV. AA., Diccionario de Datos Históricos, Barcelona, Manuel Pareja, 1975, pág. 680; S. Arana Soto, El Hospital de Puerto Rico, San Juan, 1976, págs. 66-72; El Dr. José Espaillat y la Enseñanza Médica en Puerto Rico, San Juan, Academia Puertorriqueña de la Historia, 1978, págs. 63-70; A. de Hostos, Tesauro de Datos Históricos, vol. IV, Río Piedras, Universidad de Puerto Rico, 1994, págs. 86-87; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada europea-americana, vol. XXXIX, Madrid, Espasa Calpe, 2002.

 

Luis J. Torres Oliver

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