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Benito Molas García

Biografía

Molas García, Benito. Burgos, 21.I.1885 – Yela (Albacete), 15.IX.1928. Militar del arma de Artillería, observador y piloto de Aerostación.

Terminados los estudios de bachillerato en Burgos, en 1902 ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, donde permaneció cinco años consiguiendo el ascenso a teniente en 1907.

Destacó por su afición al estudio, su capacidad técnica y sus enormes conocimientos científicos. En 1917, redactó una “Memoria” sobre la corrección del tiro de Artillería, fruto de un curso práctico de tiro celebrado en la provincia de Soria. La citada “Memoria” fue premiada por una Real Orden, con el viaje por varias ciudades francesas, donde visitó fábricas de material y conoció así el nuevo armamento y las tácticas empleadas por los ejércitos en la Primera Guerra Mundial.

El 4 de febrero de 1918 fue nominado por la Escuela Central de Tiro para asistir a las conferencias que se dictaban en el Curso de Observadores en el Servicio de Aerostación en Guadalajara. La aerostación le prendió en sus redes y demostró tanto interés por la nueva ciencia que fue propuesto por la Jefatura de Aeronáutica para incorporarse al Curso de Observadores.

Completado el mismo, recibió el título de observador aerostero en abril de 1922 y le ofrecieron un puesto de profesor, incorporándose a la plantilla de la Escuela.

Le dieron facilidades para visitar y estudiar los Servicios Aerológicos existentes en el Servicio de Aeronáutica.

El 26 de octubre, después del preceptivo reconocimiento médico, se le concedió el título de observador de globo y la gratificación de efectividad de 1.000 pesetas.

Se le designó en 1923 profesor para el Curso de Observadores del Servicio de Aerostación de Guadalajara y le concedieron el distintivo de profesorado. Con ocasión de la entrega de un Estandarte al Servicio de Aerostación de Guadalajara, participó como observador en el globo Clío en la exhibición, en la que participaron cuatro globos, recorriendo 300 kilómetros y tomando tierra en Villafranca de Córdoba.

En 1924 ascendió a capitán por Real Orden de 6 de marzo y quedó disponible pero agregado al Servicio de Aerostación. Asistió al Curso de Artillería de Costa en Cádiz. Siguió el Curso de Piloto Aerostero para obtener los títulos de observador aerostero y piloto de 2.ª categoría de globo libre. Asistió a un Curso Abreviado para Observadores de Aerostación.

El 6 de mayo en las pruebas del curso, con un globo alcanzó 2.140 metros de altitud y recorrió 60 kilómetros, obteniendo así el título de piloto aerostero de 2.ª categoría.

Pasó destinado en 1925 como agregado a la Unidad Expedicionaria de Aerostación y en situación A del vigente reglamento con base en Marruecos.

Participó como voluntario en el desembarco de Alhucemas.

El 8 de septiembre, Molas, desde su plataforma de observación, de observador en un globo cautivo amarrado por un cable al acorazado Jaime I, contempló el desembarco de las tropas.

Participaban veintidós buques de guerra, que lanzaban sus obuses sobre puntos estratégicos de la costa, y cuarenta de otros tipos que lanzaban cientos de barcazas al mar, que eran remolcadas hacia las playas. Observó desde su barquilla a una flota de aeroplanos entre los que se encontraban los “Bristol” y “Fokker” y varios hidroaviones que bombardeaban la costa para apoyar a las barcazas de desembarco. Permaneció dieciocho horas seguidas en el globo, durante las que apoyó la operación corrigiendo el tiro de la artillería y señalando los grupos enemigos que se oponían al desembarco.

En 1926, le concedieron el título de piloto de 1.ª categoría de globo libre, por Real Orden de 14 de junio de 1928 con antigüedad del 26 de mayo de 1927, con derecho al 20 por ciento del sueldo que disfrutó durante el tiempo de validez del título.

Participó en Amberes (Bélgica) representando a España en la Copa “Gordon Bennet” pilotando el globo Capitán Aranda, clasificándose en 6.º lugar, entre catorce participantes.

En 1927 le concedieron la Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo por veinticinco años de servicio, con la antigüedad del 22 de septiembre de 1926.

El 14 de junio le otorgaron la Cruz de 2.ª Clase del Mérito Naval, con distintivo rojo. Ya tenía en su poder la Cruz de 2.ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo por el período en campaña desde el 1 de agosto de 1924 al 1 de octubre de 1925.

El 20 de octubre de 1928 ascendió a comandante, con antigüedad de 23 de septiembre de 1926. Se le concedió, por Real Orden de agosto de 1927, permiso para trasladarse a Detroit (Estados Unidos) y participar en la Copa Gordon Bennet.

Pilotó el globo Hispania con otro tripulante, el comandante Maldonado. Consiguieron el 5.º puesto después de recorrer 1.038 kilómetros. Después de esta prueba visitó la Escuela de Globos y Dirigibles de Scott Field. Regresó a España el 10 de octubre de 1927.

Participó como observador en un ejercicio de ataque por aeroplanos a un globo cautivo.

En 1928, se desplazó a Guadalajara al Servicio de Aerostación para impartir una conferencia, sobre el desembarco de Alhucemas, en el Curso de Información para Jefes y Oficiales del Estado Mayor de Artillería e Ingenieros. Igualmente, en comisión de servicio se desplazó a Ferrol para impartir conferencias en el Curso de Observadores de Globo. Las conferencias tuvieron lugar desde el 16 de agosto hasta el 24 del mismo mes.

Pasó destinado a la Jefatura Superior de Aeronáutica-Negociado de Aerostación. En este destino le quedaba más tiempo libre y se dedicó a preparar una Memoria relacionada con el proyecto de batir la marca mundial de altura en globo, entonces en poder de Estados Unidos.

En la preparación para batir la marca mundial de altitud en globo, estudió todos los elementos necesarios desde el globo, la meteorología y el diseño de un traje especial. Diseñó y construyó una escafandra, como traje protector para sobrevivir a grandes altitudes. La marca estaba en 13.000 metros, conseguida por el americano Gray. Eligió para el proyecto el globo Hispania.

El comandante Molas, subió a la barquilla del globo el 15 de septiembre de 1928. Con el globo preparado e inflado con dos mil doscientos metros cúbicos y trescientos kilogramos de lastre y enfundado con la escafandra, dio orden de soltar amarras. El globo se elevó lentamente y se le observó llegar sin problemas hasta tres mil metros de altitud, perdiéndose entonces el contacto visual. Al anochecer, el globo apareció desinflado en Yela, término de Nerpio, en la provincia de Albacete, con el comandante Molas muerto. Se demostró por la autopsia que había perdido la vida por asfixia.

El globo había alcanzado ocho mil metros, descendió hasta seis mil quinientos y después ascendió hasta once mil doscientos metros, bajando desde esa altitud lentamente hasta el suelo.

En 1929, como homenaje póstumo se le dio el nombre de Comandante Molas a un globo construido por el Servicio de Aerostación en recuerdo de este esforzado aeronauta. Está enterrado en el cementerio de Carabanchel al pie del Monumento a las Víctimas de la Aviación. Estaba en posesión de una Cruz del Mérito Militar, dos Cruces del Mérito Naval y la Cruz de San Hermenegildo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Ejército del Aire (Villaviciosa de Odón, Madrid), Servicio Histórico y Cultural, Exp. P 72142.

E. Herrera Alonso, “Semblanzas. Benito Molas García”, en Revista de Aeronáutica y Astronáutica (Madrid) (marzo de 1982).

 

Antonio González-Betés Fierro