Urraca López de Haro. ?, s. m. s. XII – ¿Vileña (Burgos)?, c. 1226. Reina de León, esposa de Fernando II.
Doña Urraca era hija de Diego López de Haro, señor de Vizcaya, y de Aldonza Ruiz de Castro; su relación con la Corte leonesa, hasta convertirse en la tercera mujer de Fernando II de León, debió de producirse a través de su tío Fernando Rodríguez de Castro el castellano, noble que estuvo al servicio del Monarca leonés casi desde los inicios de su reinado y que se casó con una hermanastra del propio Rey. Es verdad que la influencia de Fernando Rodríguez en la Corte de León se vio neutralizada por la de otros partidos nobiliarios, como el gallego de los Traba o el también castellano de los Lara, sobre todo con ocasión del segundo matrimonio de Fernando II con Teresa Fernández de Traba entre 1175 y 1180. Pero a partir de esta última fecha, el de Castro y sus sobrinos, los hijos del señor de Vizcaya, recuperaron su influencia y ocuparon puestos de relevancia.
Doña Urraca, que además de sobrina de Fernando Rodríguez poseía una rica herencia en Tierra de Campos, se convirtió en amante de Fernando II, con quien tuvo dos hijos: García, que nació y murió en 1183, y Sancho, nacido en 1184. Al cabo el Rey decidió casarse con ella en 1187, en pleno declive biológico y apenas un año antes de su muerte.
La nueva Reina, con el apoyo de sus parientes, intentó entonces reservar la herencia del Trono de León para su hijo Sancho; en detrimento de Alfonso, el hijo del primer matrimonio del Monarca con Urraca de Portugal, siempre bajo el argumento de que este último había sido objeto de anulación canónica. La Reina consiguió incluso que su hijastro abandonara la Corte y se retirara a Galicia para pasar a Portugal con los parientes de su madre.
Sin embargo, a la muerte de Fernando II, el 22 de enero de 1188 en Benavente, ciudad que él mismo había procurado repoblar pocos años antes, su herencia recayó en el infante Alfonso, con el apoyo de la mayor parte de la nobleza leonesa, frente a las pretensiones de los castellanos.
Doña Urraca sobrevivió muchos años a su marido, por lo que supone el padre Flórez que habría de ser muy joven en el momento de su matrimonio con el rey Fernando. Se tuvo que enfrentar a las represalias de su hijastro Alfonso IX, que la desposeyó de los castillos de Monteagudo y Aguilar, que habían sido su dote. Dos años después de la muerte de su hijo Sancho, despedazado por un oso, en 1222, fundó el Monasterio de San Bernardo de Vileña con monjas procedentes de Las Huelgas, donde probablemente profesó y fue sepultada a su muerte.
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Manuel Recuero Astray