Villalba y Albín, Tomás. Dolores (Uruguay), 9.XII.1805 – Montevideo (Uruguay), 12.VII.1886. Político, legislador, ministro y presidente interino de la República de Uruguay.
Fueron sus padres el gallego Antonio Villalba y Cova y Bartolina de Albín y Olmos de Aguilera. Comenzó su carrera administrativa como auxiliar del Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores en 1829. En la revolución promovida por el general Fructuoso Rivera contra el presidente Oribe, permaneció fiel a este último y se halló entre los vencedores en la batalla de Carpintería, con el grado de teniente primero de la Guardia Nacional de Colonia (19 de septiembre de 1836). En la “Guerra Grande” (1843-1851), sirvió a las órdenes de Oribe y, en 1846, fue designado jefe político y comandante de Colonia. En 1852 el presidente Giró lo nombró jefe político y de Policía de Colonia, y poco tiempo después del departamento de Soriano, poniendo de manifiesto su capacidad como administrador. Al asumir la Presidencia de la República, el general Venancio Flores lo designó jefe político de Cerro Largo, por decreto de 10 de junio de 1854. Reglamentó el trazado de las calles de Melo, dándoles un ancho de 18 varas. Intervino con energía para impedir los crímenes de delincuentes fronterizos del Brasil que secuestraban negros en territorio uruguayo, los cuales eran vendidos como esclavos en el Imperio del Brasil. Vacante la Contaduría General de la Nación, por decreto de 24 de febrero de 1855, Flores lo designó para titular de dicho cargo, donde realizó una inteligente y proficua gestión. En la presidencia de Gabriel Pereira fue nombrado inspector del Gobierno en los bancos Comercial y Mauá, primeras instituciones de crédito establecidas en el país.
El presidente Bernardo Prudencio Berro lo designó ministro de Hacienda el 8 de marzo de 1860. En 1863 fue elegido senador por Canelones, se declaró nula la elección, pero fue nuevamente votada su candidatura e ingresó en el Senado, y el 15 de febrero de 1865 este alto cuerpo lo designó presidente; ese mismo día Atanasio Cruz Aguirre le transfirió la titularidad del poder ejecutivo en plena revolución florista. Inmediatamente Villalba nombró al senador Manuel Herrera y Obes para que iniciara tratativas de paz con Venancio Flores, jefe revolucionario. El 20 de febrero de ese año, se suscribía en la Villa de la Unión el acuerdo de paz que ponía fin a la guerra civil. El 1 de marzo de 1865 el general Flores lo designó contador general del Estado y comisario general de Bancos. Durante casi veinte años ejerció con corrección y solvencia su labor.
Su deceso se produjo casi repentinamente en su casa de la calle Ituzaingó, que se le había regalado por suscripción pública a raíz de la pacificación de 1865.
Bibl.: H. Gomensoro Moyano, Apuntes genealógicos, Buenos Aires, La Facultad, 1937; J. M.ª Fernández Saldaña, Diccionario Uruguayo de Biografías, Montevideo, Editorial Amerindia, 1945, págs. 1333-1335.
Fabián Melogno Vélez