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Álvaro Pérez de Azagra

Biografía

Pérez de Azagra, Álvaro. Señor de Albarracín. ?, 1227 post. – c. VII.1260. Noble, señor.

Hijo de Pedro Fernández de Azagra y de la aragonesa Elsa García, se ignora la fecha exacta de su nacimiento pues, aunque Almagro supone que debió de nacer después de 1216, no alcanzó la mayoría de edad hasta la década de 1240. Además, en 1227 el heredero de Pedro era su hijo Fernando Ruiz, del que no ha quedado ninguna otra referencia documental y, aunque algunos lo identifiquen con Álvaro Pérez, tal afirmación es difícil de demostrar. Quizás Fernando falleció al poco tiempo, pues en ese mismo año su padre firmó un tratado con el señor de Molina, Gonzalo Pérez, por el que designaban por mutuos herederos a Pedro González de Lara y Teresa Pérez de Azagra, cuyo matrimonio garantizaría la unión de ambos señoríos autónomos. Aún se hallaba en vigor en 1235, aunque al final la presión de las monarquías vecinas debió deshacer tal pacto. Tres años después ya se cita a Álvaro Pérez de Azagra, cuando su progenitor negoció con Teobaldo I de Navarra el matrimonio de su hijo y sucesor con la infanta Inés. Por tanto, lo más probable es que Álvaro fuera menor que sus hermanos Fernando y Teresa, que al fallecer el primero se reconocieran inicialmente los derechos de aquélla y que, tras cambios en los intereses políticos, su padre se decantara por nombrar heredero a su hijo Álvaro.

En todo caso, en 1238 era aún menor de edad, pues las nupcias no se completaron hasta julio de 1243.

Durante estos años debió de acompañar a Pedro Fernández en su agitada vida política y militar, como lo muestra su presencia en la Corte de Jaime I en noviembre de 1245. Al poco tiempo falleció su padre y el joven Álvaro tuvo que hacer frente a las cuantiosas deudas contraídas por aquél. Por eso, retomando los contactos familiares con la Orden de Santiago, otorgó a su maestre su señorío de Albarracín y sus posesiones en Santa Eulalia, Chelva, Tuesa y Altura para que las empeñase y saldara las deudas pendientes. Mantuvo, no obstante, el gobierno de su señorío, permaneciendo fiel al monarca aragonés. En fecha imprecisa confirmó y amplió los fueros otorgados por sus antecesores y en 1252 acompañó a su esposa hasta Calatayud para conceder cierta donación y exenciones tributarias en sus dominios al Monasterio de Santa María de Piedra, acto que repitieron al año siguiente y por el que ambos eligieron este cenobio como panteón familiar.

En 1253 murió Teobaldo I de Navarra y su heredero era aún menor de edad. Por eso la Reina viuda acudió a su hija y al señor de Albarracín para que mediaran en la Corte aragonesa, buscando con ello neutralizar la presión castellana. El resultado fue el Tratado de Monteagudo de 9 de abril de 1254, acuerdo diplomático en el que intervino de forma decisiva Álvaro Pérez de Azagra, y unos meses después acompañó a Jaime I hasta Ágreda para entrevistarse con Alfonso X de Castilla. A cambio de su sometimiento, fidelidad y servicio, el soberano aragonés le cedió cuantiosas rentas sobre diversas localidades y los feudos de Calatayud, Híjar, Daroca, Teruel y Ademuz. Su lealtad se vio ratificada, además, con el matrimonio de Elsa Álvarez de Azagra, su hija menor, y Jaime de Jérica, hijo natural del Monarca. Álvaro también obtuvo beneficios para sus vasallos, pues el Rey concedió exenciones tributarias a los vecinos de Albarracín, lo que facilitaba su integración en el ámbito político y económico aragonés.

Sin embargo, algo alteró la situación, pues Azagra rompió con el Monarca en el verano de 1257. Viró entonces hacia Castilla, donde encontró marido para su heredera, y se dedicó en sus últimos años al gobierno de su señorío. El elegido, que acabó rigiendo los designios de Albarracín en nombre de su esposa, fue Juan Núñez de Lara I, magnate que se vio inmerso en numerosos conflictos en su Reino de origen y que intentó preservar la autonomía del señorío de su esposa frente a aragoneses y castellanos.

 

Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; B. Desclot, Crónica de Jaime I, ed. de M. Coll i Alentorn, Barcelona, 1949; M. Almagro, Historia de Albarracín y su tierra, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 1959-1964; J. Zurita, Anales de la Corona de Aragón, ed. de A. Canellas López, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1967-1970; F. Soldevila (ed.), Les Quatre grans cròniques: Jaume I, Bernat Desclot, Ramón Muntaner i Pere III, Barcelona, Selecta, 1971; Documentos de Jaime I de Aragón, ed. de A. Huici Miranda y M. D. Cabanes Pecourt, Zaragoza, Anubar, 1976; VV. AA., Jaime I y su época, X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1980; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.

 

Antonio Sánchez de Mora

Relación con otros personajes del DBE

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