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Arturo Castilla Rodríguez

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Biografía

Castilla Rodríguez, Arturo. Bilbao (Vizcaya), 21.X.1916 – Madrid, 21.XI.1996. Empresario de circo y de teatro, artista de circo.

Estudió en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal Música, Pintura y Escultura; casado con Mercedes Sánchez Gómez (hija de Mariano Sánchez Rexach, director del Circo Americano, y primer empresario- director español del Circo Price de Madrid, en la década de los años treinta), sin tener precedentes familiares en relación con las artes circenses, sintió siempre una ferviente afición por el circo, llegando a tomar parte activa en distintas funciones de carácter benéfico en Bilbao. En 1939, una vez terminada la Guerra Civil española, crea con carácter profesional un grupo de clowns musicales denominado Los Hermanos Cape, que durante los años 1940-1946 fueron contratados por el Circo Feijóo y actuarían con gran éxito creando el famoso número: “¿Qué le dijo?”, consistente en una serie de preguntas y respuestas sucesivas que se hacen muy populares. Los Hermanos Cape eran, en realidad, cuatro amigos de Bilbao (Carlos, Arturo, Pedro y Esteban) y el nombre artístico de Cape con el que actuaban no era más que las iniciales de los citados nombres.

Arturo Castilla, al quedar vinculado con la familia Feijóo de reconocido prestigio circense, ya que una hermana de su mujer, Pilar Sánchez Gómez, contraería matrimonio con Manuel Feijóo Salas (1897- 1969), fundó en el año 1947 con Feijóo el famoso Circo Americano que toma este nombre en recuerdo y homenaje del también Circo Americano de Mariano Sánchez Rexach. Desde entonces, la marca Feijóo- Castilla constituyó una razón social o marca de identidad de buen gusto y de una extraordinaria calidad.

Ambos empresarios conocían profundamente el circo, y forman una unidad indisoluble, perfecta y equilibrada. Son de referencia imprescindible y obligada para comprender, cabalmente, la historia del circo español. Elevaron el nivel artístico del mismo.

El Circo Americano supuso una renovación importante y decisiva del circo español por su perfecta planificación, por la calidad exquisita, seriedad, método de organización, variedad y lujo de los números contratados, alejándose del circo rutinario. Todo en él era deslumbrante hasta el punto que los espectadores no se llegaron a creer nunca que se trataba de un verdadero circo español, sino que por el contrario se pensaba que era un circo procedente de los Estados Unidos de América. Mr. Looge, embajador de Estados Unidos en Madrid acudía siempre a sus repre sentaciones, instalado en el tramo final del Paseo de la Castellana. Esta creencia aún subsiste en la actualidad, ya que muchas personas recuerdan con nostalgia a este circo comparándolo con los actuales. El Circo Americano contaba con varias carpas o chapiteaux.

La dirección era de los propios Feijóo y Arturo Castilla, pero las respectivas familias formaban parte en su realización, como es tradicional en el ámbito circense; cabe citar en este sentido a las respectivas esposas, Pilar y Mercedes; Raimundo Castilla, Manuel Feijóo, hijo, Fidel Castilla, etc. Mercedes Sánchez Gómez, de una fina sensibilidad, creaba los figurines de los distintos artistas. Las cabalgatas que se montaban en las distintas ciudades para anunciar su debut eran impresionantes por su esplendor, belleza y magnificencia.

En 1961-1962 ambos empresarios deciden, por primera vez, llevar el circo español fuera de nuestras fronteras, en concreto a Alemania (giras por Berlín, Dortmund, Essen, Düsseldorf, Stuttgart, etc.), acontecimiento que nunca antes se había producido en el circo de nuestro país, actuando con el nombre de Spanischer National Circus y obteniendo un gran éxito en todos los sentidos. Posteriormente, recorren otros países, como Holanda, Bélgica, Austria, Luxemburgo, Italia, Grecia y Yugoslavia. El éxito tan clamoroso que obtienen Manuel Feijóo Salas y Arturo Castilla llega al extremo de que las distintas embajadas españolas informan al Gobierno español y el ministro de Asuntos Exteriores Fernando María Castiella les concede la Orden de caballeros de Isabel la Católica en el año 1968. Por otra parte, organizaron también el Circo Americano asociado a la familia Togni actuando por toda Italia con el favor de todos los públicos, siendo incluso recibidos en audiencia especial por el papa Pablo VI.

Desde la temporada oficial de 1960 a la de 1970 ambos también se hicieron cargo como directores y empresarios del célebre Circo Price de Madrid, sustituyendo al empresario Juan Carcellé, presentando extraordinarios espectáculos y contratando a numerosos artistas extranjeros de notorio prestigio.

Al fallecer, en 1969, Manuel Feijóo Salas, Arturo Castilla siguió con los circos (Circo Price en gira por España y Circo Monumental) y espectáculos de su propia empresa en unión de sus hermanos.

Desde el 12 de abril de 1970 en que el Circo Price es, desgraciadamente, derribado (producto de la especulación) y el solar es adquirido primero por el Banco Urquijo e inmediatamente después por el Estado (donde se trasladó el Ministerio de Cultura de reciente creación), y hasta el año 1976, el Circo Price actúa de gira por toda España, por así decirlo en destierro forzoso fuera de su derribada sede madrileña: es el Circo Price itinerante; y ya en el año 1977, Arturo Castilla ante la falta del circo estable de Madrid, toma la dirección del Teatro Monumental en Madrid hasta el año 1988 que pasa al empresario Matías Colsada.

Es de resaltar la labor de Arturo Castilla desarrollada por medio de los grandes Festivales Mundiales de Circo que se celebraron en los Palacios de Deportes de Madrid y de Barcelona durante los años 1956 a 1980, potenciando de esta manera más aún el circo en España. Estos festivales pasaron a encuadrarse en el ámbito artístico de los denominados Festivales de España (con la colaboración del Ministerio de Información y Turismo). Los lugares escogidos eran los citados Palacios de Deportes, aunque también se llegarían a celebrar en Price y generalmente se presentaban durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. En ellos se concedía el Oscar Mundial del Circo, siendo condición indispensable que el número seleccionado fuera inédito en España, con lo que se conseguía que estos festivales constituyeran, dentro de la línea tradicional, una auténtica novedad. La organización, presentación y los distintos números artísticos eran de una magnífica calidad. El jurado estaba siempre compuesto por diversos directores de los circos más importantes y prestigiosos de Europa, como, por ejemplo, Knie, Schumann, Benneweis, Davis Smart, Krone, Mills, Togni, o Palmiri.

Tanto el Feijóo como Castilla fueron condecorados, además de con la Cruz de Caballeros de la Orden de Isabel la Católica, con la Medalla del Trabajo, la Medalla de Oro del Royal Circus de Bruselas, el Oscar alemán al mejor circo extranjero, la Medalla del Papa Su Santidad Pablo VI, la Estrella Dorada del Circo de Moscú de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la Medalla del Círculo de Bellas Artes de Madrid, la Medalla del Real Círculo Artístico de Barcelona, y el Oscar de la Federación Internacional de Circo de Viena. En 1989 se concedió a Castilla el Premio Leo Sennegon como personalidad del año en Francia, etc.

En 1990, se le otorgó la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, que fue entregada por el rey don Juan Carlos en reconocimiento a sus cincuenta años de dedicación al circo español.

Arturo Castilla fue autor de varios espectáculos musicales, por ejemplo: Historias del cuplé, Luces de Madrid y De Madrid al cielo, así como de varios libros y artículos dedicados a la defensa del circo. Ha tenido un gran prestigio internacional. En 1974, Castilla fundó la Asociación Española de los Amigos del Circo, y fue el promotor del I Congreso Internacional de los Amigos del Circo que se celebró en Madrid el año 1988, impulsando de esta forma la revitalización del circo en nuestro país. Presentó, también, el Libro Blanco del Circo a la Administración, donde se realizaba un diagnóstico de la situación del circo español así como propuestas concretas. Desde la desaparición del edifico del Circo Price de la plaza del Rey, dedicará toda su voluntad y todo su trabajo en promover el proyecto cultural de que la ciudad de Madrid contara con un circo estable; para ello, realizó innumerables gestiones ante los distintos poderes públicos, especialmente, ante los sucesivos alcaldes de Madrid, colaborando con él González Villa, Rocamora García- Valls, Higuera Guimerá, Álvarez Barrios y Alberich.

 

Obras de ~: La Otra cara del circo. Revelaciones de un mundo aparte, Madrid, Ediciones Albia, 1986; Presente y futuro del circo en Europa: con la inclusión del texto íntegro de las ponencias presentadas en el Congreso (I Congreso Internacional de Amigos del Circo, Madrid, 1988), Madrid, La Ensopa, 1989.

 

Bibl.: J. M. Armero y R. Pernas López, Cien años de circo en España, Madrid, Espasa Calpe, 1985; J. F. Higuera Guimerá, El circo en España y el circo Price de Madrid, Madrid, La Avispa, 1998.

 

Juan Felipe Higuera Guimerá

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