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Diego Fernández de Córdoba

Biografía

Fernández de Córdoba, Diego. Conde de Cabra (I), Vizconde de Iznájar (I), señor de Baena (II). ?, 1435 – Baena (Córdoba), VIII.1481. Mariscal de Castilla, alguacil mayor y alférez mayor de Córdoba.

Hijo de Pedro Fernández de Córdoba y de Juana Fernández de Montemayor, Diego Fernández de Córdoba fue el personaje más prestigioso del linaje de los señores de Baena, pues estuvo al frente de esta casa nada menos que cuarenta y siete años, logrando durante ese largo período de tiempo situar a su familia a la cabeza de la nobleza cordobesa, en pugna siempre con la casa de Aguilar.

En 1439, Diego Fernández de Córdoba consiguió de Juan II el señorío sobre la villa de Cabra, como recompensa a sus esfuerzos militares en la frontera. Sin embargo, en el conflicto que enfrentó al Monarca y a su privado con los infantes de Aragón, el señor de Cabra se inclinó por el bando que representaban estos últimos, lo que provocó una reacción airada por parte de Juan II que llegó a privarle durante algún tiempo de sus oficios públicos, sobre todo del cargo de alguacil mayor de Córdoba, que cayó en poder, aunque temporalmente, de Pedro Fernández de Córdoba, señor de Aguilar. De aquí procede, según algunos autores, el origen de la enemistad y profunda rivalidad entre las dos ramas del mismo linaje: los condes de Cabra y los señores de Aguilar. Diego Fernández de Córdoba, no obstante, conseguiría posteriormente el perdón real, y ya en el reinado de Enrique IV, el nuevo Monarca le premió sus servicios militares en la campaña granadina de 1455 con la concesión del título condal de Cabra.

Se trataba, como ha puesto de relieve Concepción Quintanilla, del primer título nobiliario que recibía el frondoso linaje de los Fernández de Córdoba y el tercero que se concedía en toda Andalucía. Años después tuvo también una participación muy destacada en la conquista de Archidona, en 1462, que le significó la concesión de una nueva villa, Castro del Río, de la que, sin embargo, no llegó a tomar posesión. Como compensación, el Rey le cedió la alcaidía de Alcalá la Real y le donó las villas de Iznájar, Rute y Zambra.

El primer conde de Cabra formó parte del grupo de nobles que mantuvo su fidelidad a Enrique IV en la guerra civil que le enfrentó con su hermano Alfonso, que había sido proclamado Rey en Ávila por la facción nobiliaria rebelde. Aunque tuvo algunos problemas por mantener su obediencia a Enrique IV, el hecho cierto es que supo rentabilizar muy bien esa adhesión, pues el Rey, además de concederle las villas antes citadas, le donó la tenencia de Alcalá la Real y el castillo de Locubín. Tras la muerte del príncipe Alfonso, el conde de Cabra, sin abandonar a Enrique IV, se inclinó por apoyar la causa de Isabel la Católica frente a los partidarios de que la sucesión recayese en la presunta hija del Rey, Juana la Beltraneja.

El conde de Cabra falleció en Baena en agosto de 1481. Había contraído matrimonio dos veces. La primera con María Carrillo, hija de Pedro Carrillo, señor de Santa Eufemia. La segunda con Mencía Ramírez de Aguilera y Valenzuela. Le sucedió al frente de sus señoríos su hijo Diego, que para Margarita Cabrera era el primogénito, mientras que para Concepción Quintanilla era el segundo de los hijos que el conde había tenido de su primera mujer.

 

Bibl.: F. Fernández de Córdoba, “Historia de la Casa de Córdoba”, en Boletín de la Real Academia de Córdoba, vols. 70 (1954) a 92 (1972); M.ª C. Quintanilla Raso, Nobleza y Señoríos en el reino de Córdoba. La Casa de Aguilar (siglos xiv y xv), Córdoba, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros, 1979; M. Cabrera Sánchez, Nobleza, oligarquía y poder en Córdoba al final de la Edad Media, Córdoba, Cajasur, 1998.

 

Alfonso Franco Silva