Heredia, Antonio de Jesús. Requena (Valencia), 1510 – Vélez Málaga (Málaga), 1601. Fraile carmelita calzado y luego descalzo (OCD).
De familia ilustre, tomó el hábito a los diez años en el Carmen de su ciudad natal. Estudió Artes y Teología en Salamanca (1552-1557). Ordenado sacerdote a los veintidós años, desempeñó varios cargos de gobierno: en 1536 prior de La Moraleja (Valladolid); de Requena en 1558; de Toledo entre 1561 y 1564; de Ávila en 1564-1567. Acompañó al padre Ángel de Salazar al Capítulo General de Roma en 1564. Luego, comisionado por el nuevo provincial, fray Alonso González, para visitar los conventos españoles, ostentó título de “vicario provincial”. Ayudó a organizar la vida en el recién fundado monasterio de San José de Ávila por la madre Teresa de Jesús, explicando las normas de la vida según la Regla primitiva. En el Capítulo Provincial de Ávila (12 de abril de 1567) fue nombrado prior de Medina, donde ayudó a la madre Teresa en la fundación. Fue de los dos primeros, junto con fray Juan de la Cruz, que se ofrecieron a la madre fundadora para abrazar la Regla primitiva; se juntó, en noviembre de 1568, con fray Juan de la Cruz en Duruelo. Fray Antonio de Jesús fue el primer prior de Duruelo, de “los ermitaños contemplativos” del Carmen, y fray Juan de la Cruz, subprior y maestro de novicios.
El primer problema que se planteó, cuando la madre Teresa recibió el breve de fundación (2 de febrero de 1562), fue el de determinar el estilo de vida de la nueva comunidad. El primer núcleo de constituciones era de 1567, cuando la fundadora las sometió a la aprobación del prior general Rubeo. Refiere Ángel de Salazar: “Este testigo vio y aprobó los capítulos y Regla de los monasterios de descalzos, así de monjas como de frailes, que la dicha Madre presentó ante el general de la Orden, el cual asimismo vio y aprobó dicha Regla”. Al ofrecerse, pues, dos candidatos para la fundación del primer convento de contemplativos, es este texto constitucional —de las Constituciones de 1567— el que les entregó la madre fundadora, y que ellos pasarán del femenino al masculino. La copia que se conserva en el Archivo General de la Orden Carmelita es de mano de Antonio de Jesús, pero calcado sobre el texto de la madre Teresa para las monjas. Se refiere ante todo a la repartición del tiempo.
En 1573, Pedro Fernández, visitador apostólico, le nombró prior del Carmen de Toledo, oficio que tuvo hasta 1575. Fundó el convento de Almodóvar (17 de marzo de1575). En noviembre acompañó al padre Gracián a Sevilla, donde fue prior de Los Remedios de 1576 a 1578. Elegido primer definidor en el Capítulo de Almodóvar (1576), convocó, contra el parecer de la madre Teresa, el segundo Capítulo (octubre de 1578), con que los descalzos irritaron al nuncio, Felipe Sega. Fray Antonio fue castigado y considerado por el diplomático romano como “il capo di questa novità” y uno de los cuatro “principales revoltosos” (Monumenta Historica Carmeli Teresiani, 2, 45). A mediados de 1577 ya había sufrido prisión en Toledo. La madre Teresa lo escribió al Rey: “Que [fray Antonio] es un bendito viejo, el primero de todos” (Carta, 211, 9). En 1580 fray Antonio volvió a ser nombrado prior de Mancera. En el Capítulo de la separación de Alcalá, en 1581, fue elegido definidor segundo, y no provincial, a pesar de la campaña de fray Ambrosio Mariano, que defendía la candidatura de fray Antonio de Jesús contra el candidato de la madre fundadora, su padre Jerónimo Gracián. En las cartas que tratan de esta contienda, Teresa da a fray Antonio el nombre cifrado de Macario, ya que desconfiaba de sus dotes de gobierno y le molestaban sus celillos frente a la persona de Gracián. En calidadde vicario del padre Gracián, acompañó a la madre Teresa en el postrer viaje a Alba de Tormes y ahí asistió a su muerte (septiembre-octubre de 1582). Ya en 1591 había sido designado provincial de Andalucía, y en calidad de tal asistió a la muerte de fray Juan de la Cruz en Úbeda (14 de diciembre de 1591). Pasó sus últimos años en Los Mártires de Granada, y finalmente en Vélez Málaga, donde murió.
Bibl.: C. de Villiers y G. Wessels, “Antonius a Iesu seu Heredia”, en Biblioteca Carmelitana, Roma, 1927, págs. 170-172; O. Steggink, “Antonio de Jesús (Heredia)”, en Obras completas de Santa Teresa de Jesús, t. III, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, t. 189, 1959, pág. 991; La reforma del Carmelo español, Roma, Institutum Carmelitanum, 1965, págs. 390- 399; P. Chandler, “Princeps et exemplar carmelitarum: The prophet Elijah in the Liber de Institutione primorum monachorum”, en A Journey with Elijah, Romae, Institutum Carmelitanum, 1991, págs. 110-134; Tiempo y vida de Santa Teresa, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, Maior, 52, 1996 (3.ª ed.), págs. 386-387 y parte II, n.º 545, págs. 31-32; O. Steggins, “Elías en la tradición mística del Carmelo teresiano primitivo [santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y Jerónimo Gracián]”, en El profeta Elías, Padre de los carmelitas (trad. del francés por M. Ordóñez Villarroel), Burgos, Monte Carmelo, 1998, págs. 153-183; E. de la Madre de Dios y O. Steggink, “Antonio de Jesús (Heredia)”, en T. Álvarez (dir.), Diccionario de Santa Teresa. Doctrina e historia, Burgos, Monte Carmelo, 2002, págs. 723-726.
Otger Steggink, OCarm