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Joaquín Michavila Asensi

Biografía

Michavila Asensi, Joaquín. Ximo Michavila. Alcora (Castellón), 21.I.1926 - Albalat de Taronchers (Valencia), 21.VIII.2016. Pintor y catedrático de Expresión Plástica.

Nació en el seno de una modesta familia ilustrada —su padre era un vocacional maestro de escuela, liberal y católico— originaria de Albalat dels Tarongers, en el Camp de Morvedre.

Influido por el ejemplo paterno y siguiendo una poderosa vocación pedagógica, estudió Magisterio en la Universidad de Valencia y se licenció en Filosofía y Letras en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Poco antes de terminar sus estudios artísticos se incorporó al renovador grupo Los Siete, y de ahí arrancó su más que notable carrera artística.

La primera etapa pictórica del joven Joaquín Michavila, entre 1952 y 1960, fue un tiempo de búsqueda indecisa del propio camino y de ciertas indefiniciones estéticas. Los paisajes dominaban sus pinturas, dentro de un marco todavía estrictamente figurativo. Son telas que plantean la captación del paisaje como una totalidad estructurada, que quieren definir la realidad en su esencialidad física.

El verdadero Michavila, es decir, el artista con un nombre propio y lenguaje unívoco aparece hacia 1960, cuando surge el pintor constructivista que muestra preocupaciones pictóricas radicalmente modernas, y cuyo recorrido plástico transcurre entre 1960 y 1978 aproximadamente. Michavila se mantuvo durante las décadas de 1960 y 1970 fiel a la pesquisa de un arte dominado por la geometría, que mantendría actitudes paracientíficas. El período constructivista de Michavila llegó a su madurez con las obras de finales de la década de 1970, que estudian la fractura del espacio mediante superficies planas, siempre sin olvidar el rigor absoluto de la composición.

A finales de la década de 1970, Michavila abandonó abruptamente el constructivismo y redescubrió la temática paisajística de su juventud. Así salió del pozo especulativo en que había enclaustrado su última obra geométrica y volvió sus ojos hacia la Albufera. En 1978 nació un nuevo Michavila, el autor de una serie justamente célebre, El llac, a la cual siguió otra menos conocida, El riu. Esta nueva etapa, que algunos han definido como abstracción lírica, abarca la totalidad de la década de 1980. Más que de abstracción lírica, término con el cual se ha definido una pintura abstracta de tipo espontáneo y expresión desgarrada, habría que hablar de paisaje abstracto o, más extremadamente, de abstracción paisajística, porque a partir de una realidad geográfica, el lago de la Albufera, y de un género pictórico, el paisaje, con un lenguaje abstracto se crea la obra de arte. Es la feliz y sorprendente conjunción de una realidad visual regionalista, de un género pictórico clásico y de un lenguaje artístico vanguardista. En la serie El llac compuso, a partir de una realidad paisajística de la cual extrae unas formas que depura y sintetiza, y con las cuales estructura la superficie del cuadro, donde utilizará amplias zonas verticales y líneas horizontales, trasunto obvio de las grandes superficies acuosas y de la línea del horizonte.

La década de 1990 la dedicó en gran medida, sin abandonar la pintura, al cultivo del collage a partir del empleo del papel de arroz japonés. Los collages de Michavila son conceptualmente deudores, por una parte, de la pintura matérica abstracta, por cuanto participan del gusto por los valores libres de la sustancia pura, y por otra cabe aprehenderlos como una herencia lejana del collage dadaísta, ya que aceptan la inserción de cualquier objeto real, cotidiano, el cual sólo adquiere valor estético por el estricto acto de voluntad del artista. Y es que estos collages están impregnados de dos concepciones divergentes, aunque no contrapuestas: la matérica y la objetual, ligadas ambas por el recurso de la memoria.

Según predomine una u otra tendencia, hay que hablar de dos tipos de collages: los objetuales o los matéricos, los puramente memorialistas de tipo autobiográfico y los que celebran la sensualidad de la materia y sus sutiles connotaciones.

Michavila también inició una nueva etapa a partir de su última producción, la serie de acrílicos de título genérico Contrapunto, un término eminentemente musical. De ahí brota esta serie, de muchas y variadas piezas musicales de autores vanguardistas como Schönberg o Luis de Pablo, aprehendidas en el silencio del estudio. El punto de partida pictórico de la serie Contrapunto denota cierto drama existencial derivado del tenebrismo pictórico, del fondo negro desde el cual se opera. En esas condiciones el sonido es una forma pura, una abstracción, vibración sonora, semejante a la vibración lumínica o color, que adquiere significado no por sus referencias imitativas del mundo real, sino por las cualidades intrínsecas del lenguaje empleado, es decir, composición, armonía, ritmo, tono, aunque también disonancia, ruptura, azar. En realidad, no se trata de transponer mediante notación la música en pintura, sino de una especulación abstracta a partir de un juego reverberante de sensaciones sinestéticas.

Como miembro activo de los grupos de vanguardia Los Siete, Parpalló y Antes del Arte, Michavila ha participado en algunos de los movimientos (manifiestos, revistas, exposiciones, programas) más renovadores del arte valenciano contemporáneo. También ha destacado como escenógrafo teatral, colaborando en la representación de obras de vanguardia de Fernando Arrabal, Bertolt Brecht, Jean Cocteau o Max Frisch, como teórico de la pedagogía artística, e incluso cuenta con una brillante filmografía documental. Fue profesor de Colorido en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia y catedrático de Expresión Plástica en la Escuela Universitaria de Magisterio de Valencia, donde introdujo la pedagogía y el arte contemporáneos en la Universidad.

Fijó su lugar de residencia y trabajo en Albalat dels Tarongers (Camp de Morvedre, Valencia).

En 1975 fue elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, la cual presidió desde el año 2002 hasta 2007. En 1985 recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Valencia, en 1996 fue galardonado con el Premio Alfons Roig de la Diputación de Valencia y, en 2001, se le otorgó la Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana, en 2006 el Ayuntamiento de Valencia le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad y en 2007 recibió el Premio de las Artes Plásticas de la Generalitat Valenciana.

 

Obras de ~: Nocturno, suburbio, 1950; Vista de Segovia, 1951; Paisaje de Conca, 1952; Campo de arroz, 1954; Barcas en el puerto, 1956; Naturaleza muerta, 1957; La caldera, 1958; Máscara, 1959; El principio, 1964; Manhattan, 1966; Flor de herbario, homenaje a Cavanilles, 1966; Contactos, 1968; Helicoidal, 1968; Helios, 1969; Galaxia, 1971; Continuo I, 1973; Necrópolis, 1975; Interior, 1976; Tangente, 1977; El Palmar, 1977; Azimut, 1978; Les aigües brutes, 1978; Homenaje a Tárrega, 1979; Les parets negres, 1984; Escombraries a l’aigua, 1987; La casa negra, 1988; Les últimes cases, 1991; La plomada i la mesura, 1991; El pont, 1992; Fi del curs de pintura, 1993; Quodlibety, John Cage in Memoriam, 1997; Glossa, 1998.

 

Bibl.: S. Aldana Fernández, “El arte de Joaquin Michavila”, en Bellas Artes (Madrid), 73, 20 (febrero de 1973); J. Garneria, “El constructivismo temático de Joaquín Michavila”, en Joaquín Michavila, Zaragoza, Sala Luzán, 1975; M. Muñoz, “Joaquín Michavila: El Llac”, en Cimal (Valencia), 13 (1982); V. Aguilera Cerni, Michavila, Paterna, Vicent García Editores, 1983; M. García García, “Joaquín Michavila”, en Lápiz (Madrid), 2 (enero de 1983); R. de la Calle, “Ximo Michavila: Fidelitat de la troballa”, en Reüll (Valencia, Departament d’Estètica de la Universitat, Diputació Provincial), 8 (1985); J. J. Barbera Zamora, Joaquín Michavila: del constructivismo al paisaje (análisis de un proceso evolutivo 1957-1985), tesis doctoral, Valencia, Universitat Politècnica, Facultat de Belles Arts, Departament de Pintura, 1988 (en microficha); P. Patuel, “Joaquín Michavila: del constructivismo al ecologismo”, en Archivo de Arte Valenciano (Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos) (1992); Michavila, Alzira, Girarte 94, 1994; Joaquín Michavila, Valencia, Sala Parpalló, Centre Cultural la Beneficiència, Diputació Provincial, 1998; A. Forment Romero, Joaquím Michavila: Converses amb un pintor d’avantguarda, Valencia, Tàndem, 1999; P. Patuel, Michavila, s. l., La Navegaleria, 1999; VV. AA., Ximo Michavila. 50 anys de pintura, Valencia, Fundació Bancaixa, 2002; Ximo Michavila, Materia Reservada, Valencia, Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, 2007.

 

Albert Forment Romero

 

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