Guzmán Guállar, José. Valencia, 15.X.1844 – 1929. Escultor imaginero.
Fue discípulo del escultor Francisco Pérez Figueroa, a cuyo servicio entró a la edad de catorce años, simultaneando el aprendizaje de la talla en madera con los estudios realizados en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia, donde aparece matriculado durante el curso académico 1868-1869 de las asignaturas de Dibujo Antiguo y Escultura. Entre tanto, y a la edad de veintitrés años —en 1867—marchó a Lyon y París, con objeto de buscar un más amplio espectro a sus aspiraciones artísticas, que debieron de ser muchas, pero la realidad es que la guerra franco-prusiana le hizo desistir en el empeño, por lo que regresó a su tierra natal.
Trabajó los primeros años (de 1870 a 1880) con el escultor y mestre pedrapiquer José Aixa, abriendo luego taller en la calle de Salinas, n.º 9, donde se fraguó la totalidad de su producción escultórica. Ésta tuvo como destino no sólo la capital y provincia de Valencia, sino otros muchos lugares de la geografía hispana y de tierras de América del Sur, siendo considerado como uno de los grandes temperamentos de la imaginería del siglo xix. Colaboró en el oficio su hijo Jaime (que sería catedrático en Palma de Mallorca) y en cuyo obrador se formaron los escultores Isidoro Garnelo Fillol, Emilio Calandín Calandín (que casó con una hija de José Guzmán), Vicente Benedito, Juan Bautista Porcar y Victorino Gómez López.
En su trayectoria artística contó en todo momento con la eficacísima ayuda del dorador José Bodría Roig, que fue quien encarnó todas las tallas devocionales salidas de su taller, en el estudio que dicho pintor- decorador poseía en la calle del Salvador, n.º 29, uniéndoles a ambos no sólo la profesión sino también la afición por la literatura. Al respecto cabe anotar que Guzmán Guállar, además de escultor, fue un distinguido literato, autor de distintas obras dramáticas de resonante éxito, como Nit d’Albaes, con música del maestro Giner, que se hizo popularísima, expresándose siempre en lengua vernácula. En los Juegos Florales de 1892 obtuvo un accésit por un cuadro lírico dramático, escrito en valenciano, y fue elegido, también en dicho año, presidente de Obreros Católicos de San Vicente Ferrer; en 1895 fue designado asimismo vicepresidente de la Sección de Artes de la asociación Lo Rat Penat.
Artífice con una dilatada vida profesional, dominó todas las técnicas (madera, arcilla, piedra y mármol), siendo numerosas las imágenes devocionales en estilo neogriego que talló en madera para iglesias y oratorios, así como bustos y cenotafios labrados en mármol para personajes ilustres. Una de sus primerizas obras es un barrococido que representa a Un torero herido, llevada a cabo en 1877 y que, dos años después, destinaría para la rifa que los artistas valencianos celebrarían a favor de las víctimas de la inundación de Murcia.
Fue también asiduo participante a exposiciones, concurriendo en 1893 a la Exposición Eucarística de Valencia, con una imagen del Corazón de Jesús y un proyecto de carroza eucarística, por los que fue premiado con un accésit, junto a los escultores Manuel Chambó y Rafael Gérique.
En el contexto de obras realizadas, se inscriben, en Valencia capital, un tabernáculo neobizantino para la iglesia de Jesús y María, de 1878, realizado en colaboración con José Aixa; una talla escultórica de La Purísima Concepción para la iglesia parroquial de los Santos Juanes, de 1886; los Santos Cosme y Damián para la capilla de la Asociación de Médicos que tenía en la iglesia de San Juan del Hospital; dos ángeles del tamaño del natural en adoración, colocados en el altar mayor de la iglesia de San Bartolomé (desaparecida), de 1892; un San José para la iglesia de los padres carmelitas, en dicho año; un Santo Tomás para la iglesia parroquial de Santo Tomás y San Felipe Neri, de 1894; y los Santos Atanasio y Agapito para el oratorio privado de Anastasio Lleó, de 1895. En la provincia de Valencia cabe destacar las siguientes obras: en Alcira, un Cristo yacente para la iglesia parroquial de Santa Catalina y de Santa María, de 1885; en Ayelo de Malferit, un anda para el Santísimo Cristo de la Pobreza, de 1887, y un Cristo amarrado a la columna, de 1890, considerada esta segunda una de sus mejores obras, para la iglesia de San Pedro; en Gandía, un grupo escultórico de Nuestra Señora de la Saleta, para la iglesia parroquial, de 1885; en Orcheta (dependiente del arciprestazgo de Villajoyosa), una talla de La Resurrección del Señor, para la iglesia parroquial de San Jaime, de 1885; en Rafelcofer, una Virgen del Remedio para la iglesia parroquial de San Antonio de Padua; y para Játiva, por encargo de la colonia setabense existente en Valencia, una Virgen de las Nieves, de perfecto modelado, de 1895.
En otras provincias españolas, existe constancia documentada de que llevó a cabo, para Santander, una imagen de La Purísima Concepción, de 1879; para Segovia, una escultura de San Antonio de Padua, con destino a una familia, de idéntico año; para Yecla (Murcia), las imágenes de La Purísima Concepción, que fue muy aplaudida, Cristo crucificado y San Pedro apóstol, las tres talladas entre 1886 y 1887 para la iglesia parroquial del Niño Jesús y actualmente desaparecidas, más una imagen de San Francisco de Paula, de la misma época, acaso para el referido templo si no lo fue para la capilla que la Orden Tercera Franciscana posee en la iglesia de San Francisco de dicha localidad murciana; y para Vélez Rubio (Almería), un Corazón de Jesús, del tamaño del natural, de 1889.
Otras muchas tallas escultóricas de Guzmán y Guállar se hallan repartidas por la geografía del Centro y Sur de América, llevadas a cabo de 1900 a 1925.
En lo que concierne a obras labradas en mármol, hay que hacer referencia al gran mausoleo que llevó a cabo para los condes de San Carlos (el potentado y militar Francisco Albalat Navajas y su primera esposa, la baronesa de Caix), que acoge la iglesia-panteón de San Francisco de Asís, de Caudete (Albacete), realizado hacia 1921, así como el sepulcro del cardenal Barrio, construido muchos años antes (hacia 1878) para la capilla de la Santísima Trinidad, de Valencia.
La prensa valenciana (Las Provincias, 27 de noviembre de 1886 y 27 de febrero de 1892) siempre elogió la minuciosidad en el detalle de las obras de Guzmán Guállar, achacando a sus obras tempranas una falta de soltura y de movimiento. Sin embargo, con la experiencia de los años en el oficio, el artista sería considerado como uno de los mejores imagineros del siglo xix en Valencia, centuria en la que desarrolló el grueso de su obra, adquiriendo nombre y justa popularidad.
Son muy celebradas obras suyas como la desaparecida Purísima Concepción de la capilla de la Comunión, en la iglesia parroquial de los Santos Juanes de Valencia, copia de la de José Esteve Bonet que existía en la catedral de Valencia, otra Purísima Concepción y un San Pedro Apóstol que hizo para Yecla, y el mausoleo de los condes de San Carlos, en Caudete (Albacete).
Obras de ~: Cristo yacente, iglesia parroquial de Santa Catalina, Alcira (Valencia), 1885; Purísima Concepción, capilla de la Comunión de la iglesia parroquial de los Santos Juanes, Valencia, 1886; Mausoleo de los condes de San Carlos, iglesia-panteón de San Francisco de Asís, Caudete (Albacete), c. 1921.
Escritos: Nit d’Albaes: Drama lírico [...] bilingüe y en verso, Valencia, José Peidró [¿1900?]; Alboradas: Drama lírico en un acto [...] original y en verso, Valencia, José Peiró, 1903; De Buenos-Aires al Serrallo: juguete cómico bilingüe en un acto y en verso, Valencia, M. Ferreró y Cía., [1905].
Bibl.: J. Ruiz de Lihory, barón de Alcahalí, Diccionario biográfico de artistas valencianos, Valencia, Imprenta de Federico Doménech, 1897, pág. 379; F. Elías, L’Escultura Catalana Moderna, vol. II, Barcelona, Barcino, 1928, pág. 106; “Necrológica del escultor José Guzmán Guállar”, en Almanaque Las Provincias para 1930, Valencia, Est. Tipográfico Doménech, 1929, pág. 427; S. Aldana Fernández, Guía abreviada de artistas valencianos, Valencia, Ayuntamiento, 1970, pág. 180; M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo xix, Madrid, Ediciones Giner, 1975; F. J. Delicado Martínez, “El escultor José Guzmán y Guállar (Valencia, 1844-1929)”, en Pasos de Semana Santa (Madrid), 15 (julio-septiembre de 2001), págs. 20-21.
Francisco Javier Delicado Martínez