Soria Ferrando, Ricardo. Valencia, 1839 – 1906. Escultor.
Acreditado escultor valenciano, se formó con Antonio Marzo y Antonio Alonso, y fue discípulo de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, de la que sería catedrático de Escultura en 1890 hasta su fallecimiento, ejerciendo su magisterio en la que sería la última generación de artistas imagineros.
En 1865 se trasladaba a Madrid, donde amplió estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. De su etapa de juventud (cuando contaba dieciocho años de edad) el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias “González Martí” conserva una efigie de El grabador Rafael Esteve, realizada en yeso, que presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1858. Concurrió, también, a la Exposición Regional Valenciana de 1867, organizada por la Sociedad Económica de Amigos del País; y en 1868, a la Exposición Aragonesa, en la que obtuvo Medalla de Cobre.
En 1869 regresó a Valencia y estableció taller de escultura, primeramente, en la calle del Portal de Valldigna, número 14, y más tarde en la calle de Roteros, número 15, lugares de donde saldrá toda su labor creadora.
La obra de Ricardo Soria se integra dentro del naturalismo clasicista y neobizantino, y la temática fundamental de su producción artística estará presidida por asuntos de la Pasión y marianistas, con destino a templos parroquiales y oratorios privados de diversos municipios de la geografía española. La iconografía del Crucificado va a constituir su tema más reiterado, unido al de la representación de la Purísima Concepción.
Los materiales utilizados por el escultor serán preferentemente la madera, el yeso, el barro y el mármol; y la policromía de sus tallas devocionales estará a cargo de Benito Lleonart y Costa (fallecido en 1885), uno de los maestros doradores y encarnadores de mayor prestigio en el ámbito valenciano.
Profusa fue la obra laborada por Ricardo Soria, en suma medida dispersa (perdida la circunscrita al ámbito valenciano y murciano), entre la que cabe destacar: en Algemesí, un Cristo yacente para la iglesia parroquial; en Almácera, una estatua de La Fé, de mayor tamaño que el natural en yeso para la iglesia del Santísimo Sacramento; en Arenas de San Pedro (Ávila), un San Pedro de Alcántara para la iglesia parroquial; en Benigánim, el Patriarca San José, para la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, que fue galardonada con Medalla de Plata en la Exposición Regional de 1884; en Madrid, un San José y una Virgen de los Desamparados, destinadas para oratorios privados; en Paiporta, una Purísima Concepción, de 1896, para la iglesia de San Jorge mártir; en Sagunto, el Grupo escultórico del Descendimiento de la Cruz, compuesto de seis figuras, encargado por la Asociación de la Purísima Sangre como paso procesional, que data de 1884 y que fue destruido durante la Guerra Civil; en Santiago de Compostela, una Sagrada Familia; en Silla, una Purísima Concepción y un sagrario de carácter bizantino con dos mancebos que sostienen dos candelabros, con destino para la Capilla de la Comunión de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, de 1878; en Teruel, las imágenes de Nuestra Señora de Lourdes y de San Antonio de Padua; en Valencia capital, el Retrato de José Vicente Fillol, busto cincelado en mármol para la Gran Asociación de Racionistas, premiado con Medalla de Plata en la Exposición del Casino Obrero celebrada en 1881, y un Jesús Nazareno para la iglesia parroquial de El Pilar, de 1895; y en Yecla (ciudad a la que le unían vínculos familiares), en la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, el Grupo escultórico de Nuestra Señora de la Saleta, compuesto de tres figuras del tamaño natural, de 1870, una Virgen del Carmen, de tamaño menor que el natural y de estilo neobizantino, de 1872, un Grupo escultórico de la Sagrada Familia, mixtura de cinco hechuras, del mismo año que la anterior, la Purísima Concepción, y dos estatuas en yeso de San Pedro y San Pablo; y para la iglesia del convento de monjas concepcionistas, el Busto del prelado Antonio Ibáñez Galiano, Obispo de Teruel, de perfecto parecido y esmerada ejecución, que figuró sobre su panteón, construido en 1892 en dicho templo por el arquitecto José Juan Camaña y Laymón.
Ricardo Soria fue académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, para la que redactaría la lección inaugural del curso académico 1893-1894 sobre el tema La escultura decorativa, que por indisposición leería durante el curso siguiente su compañero de Academia el pintor Gonzalo Salvá, y que sería publicada posteriormente. También demostró gran preocupación por la enseñanza de la escultura, y sus programas de estudios revolucionarían el modelo académico.
Obras de ~: Retrato del grabador Rafael Esteve, Valencia, 1858; Grupo escultórico de Nuestra Señora de la Saleta, iglesia parroquial de la Purísima Concepción, Yecla, 1870; Purísima Concepción y sagrario con dos ángeles mancebos, iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, Silla, 1878; El Patriarca San José, iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, Benigánim, 1884; Grupo escultórico del Descendimiento de la Cruz, Sagunto, 1884; Busto del prelado Antonio Ibáñez Galiano, Obispo de Teruel, iglesia de las monjas concepcionistas, Yecla, 1892; Jesús Nazareno, iglesia parroquial de El Pilar, Valencia, 1895; Purísima Concepción, iglesia parroquial de San Jorge Mártir, Paiporta, 1896; Ángel tutelar, iglesia de la Compañía de Jesús, Valencia, 1899.
Bibl.: M. Osorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, Moreno y Rojas, 1975, págs. 649-650; J. Ruiz de Lihory, Barón de Alcahalí, Diccionario biográfico de artistas valencianos, Valencia, Imprenta de Federico Doménech, 1897, págs. 396-398; F. J. Delicado Martínez, “Ricardo Soria Ferrando (Valencia, 1839-1906), estatuario e imaginero romántico, académico y maestro precursor”, en las Actas del Primer Congreso de Historia de la Ciudad de Valencia. Siglos XIX y XX, vol. III, Valencia, Ayuntamiento, 1988, págs. 3.3.1.-3.3.15.
Francisco Javier Delicado Martínez
