Pastor y Juliá, Modesto. Albaida (Valencia), 9.VIII.1825 – Valencia, 31.I.1889. Escultor imaginero.
Pertenece el artista, junto con su hermanastro Damián Pastor y Micó, a una dinastía familiar, la de los Pastor y Juliá, que hizo fortuna en Valencia en el ámbito de la escultura imaginera durante el último tercio del siglo XIX, al igual que en esta y la centuria anterior había ocurrido con los Capuz, Vergara, Esteve y Piquer.
Modesto Pastor y Juliá significó una vida entregada a la realización de una imaginería entre tradicional y posbarroca, en la línea de Ignacio Vergara y José Esteve Bonet (cuyos bocetos en terracota abundaban en su taller y le servirían de inspiración y modelo), destinada a muchas iglesias de Valencia, Madrid, Murcia, Salamanca, Huesca y Jaén.
Todavía niño se dedicó al “dibujo de figura” y después a la escultura, en la que hizo rápidos progresos.
Realizó sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, de Valencia; en esta ciudad abrió taller (asociado con el escultor José Burgalat), en la calle de Salvador Giner. Pese a su pródiga escultura, jamás concurrió a exposición o certamen alguno en el transcurso de su vida.
De sincero espíritu devoto y pese a haber desaparecido en gran parte su producción artística en la zona levantina, sus obras fueron muy apreciadas, y en ellas recupera cierto patetismo castizo que les supo imprimir.
Amplio es el bagaje imaginero de este escultor. En su haber se hallan numerosas tallas escultóricas destinadas para iglesias parroquiales, templos conventuales, ermitas y oratorios privados. En ese contexto se inscriben, en Valencia capital, una Beata Inés de Benigánim en la capilla de la Inmaculada de la Catedral de Valencia, que conoció Elías Tormo; una talla escultórica de Santa Rita para la iglesia parroquial de San Lorenzo; un San José, de 1866, en el altar de los Desposorios, de la iglesia del Milagro; una Purísima para el Colegio de San José, de hacia 1885; un Corazón de Jesús, de hacia 1886, para la iglesia de la Compañía; un Ecce Homo, del tamaño del natural, que talló asociado con José Burgalat en 1888 y policromó José Bodría, y varios retablos que realizó años antes, en 1879, con destino a la iglesia del Monasterio de la Zaidía, así como para otros templos, las imágenes de la Virgen de las Escuelas Pías con San José y varios niños, Niño Jesús, San Francisco de Paula y varios crucifijos; y en pedanías, en Marchalenes, un Niño Jesús y una Purísima Concepción; y en El Grao, una Purísima Concepción.
En la provincia de Valencia es autor de las siguientes obras: en Aielo de Malferit, una Santa Engracia; en Albaida (su pueblo natal), una Virgen de los Desamparados, un San Judas Tadeo, un San José, una Santa Ana, un San Roque y la restauración en 1875 de la imagen de la Virgen de los Remedios, patrona de dicha villa, así como un trono y andas para la misma, todas para la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Remedio; en Bélgida, una Purísima Concepción; en Benilloba, otra Purísima; en Bocairente, un San José; en Carcagente, las imágenes de San Francisco Xavier, Cristo crucificado y Purísima Concepción para la iglesia parroquial; en Chulilla, un dosel para el Santísimo Sacramento de la iglesia parroquial; en Gandía, los grupos escultóricos de La Santísima Trinidad y los Santos Abdón y Senén para la colegiata, que subsisten; en Oliva, un San José para la iglesia de San Roque; en L’Ollería, un Cristo atado a la columna; en Onteniente, las imágenes del Ecce Homo, Niño Jesús, Corazón de Jesús, Nuestra Señora de la Saleta, San Miguel Arcángel y San Gabriel; en Otos, La Santísima Trinidad; en Puzol, unos grupos de ángeles con un relicario; en Sagunto, San Jaime apóstol; en Sempere, un San Joaquín; en Sueca, un dosel, dorado por Vicente Jarque y costeado por Francisco Barranco, que data de 1876, para la iglesia parroquial, y en Játiva, una Purísima, una Sagrada Familia y una Virgen de los Desamparados.
Asimismo, en la provincia de Alicante, se conservan numerosas obras: en Agost, un Jesús Nazareno; en Beniarrés, una Santa Teresa de Jesús; en Benidorm, un Cristo Resucitado; en Callosa d’Ensarriá, una Purísima Concepción; y en Cocentaina, un San José y La Transfiguración del Señor. En la provincia de Castellón son suyas: en Burriana, una Inmaculada Concepción en la iglesia parroquial; en Segorbe, las tallas escultóricas de los evangelistas San Marcos y San Lucas, ambas del doble tamaño que el natural, las alegorías de Las Virtudes Teologales, y una imagen de la Asunción, de 1867, en la catedral; en San Mateo, la imagen procesional de San Mateo Evangelista, de la iglesia arciprestal; en Torres, un Crucificado; en Villarreal, una Virgen de la Aurora, en la iglesia arciprestal, y en Vinaroz, otra Inmaculada para el templo parroquial.
En Murcia, y con destino al santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, próximo a la capital, realizó, de 1859 a 1860, las imágenes de San Antonio de Padua con el Niño Jesús en los brazos —de 128 centímetros de altura, cuyo coste ascendió a 1760 reales de vellón—, San Cayetano (con un coste de 1500 reales) y San Blas, del tamaño del natural (que importó 2500 reales); las tres imágenes se hallan desaparecidas.
Y para la ciudad de Caravaca de la Cruz talló, en 1876, una imagen del Salvador.
En otras poblaciones españolas existe constancia de las imágenes de San Ignacio de Loyola y un Corazón de Jesús para Carrión de los Condes; un San Pedro Apóstol para Calomarde; un Sagrado Corazón de Jesús para Durango; una Dolorosa con Jesucristo en brazos para Frías (Aragón); el Misterio de la Asunción para Jaén; una Purísima y dos imágenes del Niño Jesús para Madrid; un Corazón de Jesús para Salamanca; un San Rafael Arcángel y una Piedad para Huesca, las imágenes de San Joaquín, Santa Ana, San Juan de la Cruz, San Alberto y la Purísima Concepción para San Sebastián; otra Purísima para Sarriá (Barcelona), y un Sagrado Corazón de Jesús para Tarragona.
Modesto Pastor estuvo considerado como uno de los mejores talentos imagineros de su tiempo y su taller fue heredado, tras su fallecimiento, por su hermanastro Damián Pastor y Micó; taller cuyo ritmo de trabajo era muy intenso, dada la floreciente demanda que cubría incluso el mercado hispanoamericano, circunstancia que marginaba toda preocupación estética o renovadora.
Por él pasaron generaciones de artistas, como José Burgalat, Felipe Farinós, Venancio Marco, José Antonio López Palao, Modesto Quilis y José Tena.
Obras de ~: San Antonio de Padua, San Cayetano y San Blas, santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta (Murcia), 1859- 1860; Virgen de los Desamparados, San Judas Tadeo, San José, Santa Ana, San Roque y restauración de la antigua imagen de la Virgen del Remedio, iglesia parroquial de Nuestra Señora del Remedio, Albaida (Valencia), 1875; El Salvador, iglesia parroquial de Caravaca (Murcia), 1876; varios retablos para la iglesia del Monasterio de la Zaidía, Valencia, 1879; Purísima, iglesia del Colegio de San José, Valencia, 1885.
Bibl.: V. Boix, Noticia de los artistas valencianos del siglo XIX, Valencia, Imprenta de Manuel Alufre, 1877, págs. 52-53; J. Ruiz de Lihory, barón de Alcahalí, Diccionario biográfico de artistas valencianos, Valencia, Imprenta de Federico Doménech, 1897, pág. 389; E. Tormo y Monzó, Levante: Provincias valencianas y murcianas, Madrid, Guías Regionales Calpe, 1923, pág. 51; S. Aldana Fernández, Guía abreviada de artistas valencianos, Valencia, Ayuntamiento, 1970, pág. 267; M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, Madrid, Librería Gaudí, 1980, págs. 517-518; A. E. Pérez Sánchez, Valencia. Arte, Madrid, Fundación Juan March, 1985 (serie Tierras de España), pág. 344; J. L. Melendreras Gimeno, Escultores murcianos del siglo xix, Murcia, Caja Murcia Obra Social, 1996, págs. 215-218; F. J. Delicado Martínez, “Los escultores Modesto y Damián Pastor y Juliá”, en Pasos de Semana Santa (Madrid), 17 (enero-marzo de 2002), págs. 56-58.
Francisco Javier Delicado Martínez
