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Antonio de Zúñiga

Biografía

Zúñiga, Antonio de. ?, s. XV – Gerona, 3.XI.1525. Prior de Castilla de la Orden de San Juan de Jerusalén y virrey de Cataluña bajo el reinado del emperador Carlos V.

Perteneció a uno de los linajes de mayor estirpe naturales del reino de Castilla, que acrecentó su prestigio social, patrimonial y político con el apoyo prestado a la causa de Enrique de Trastámara en la guerra civil contra el rey Pedro I. Antonio de Zúñiga era hijo del matrimonio entre Pedro de Zúñiga y la señora de Ayamonte, Teresa de Guzmán. Se casó con Luisa Mepá de Guzmán. Cuando fue nombrado virrey de Cataluña, ya había sido investido como prior de Castilla, distinguida prebenda perteneciente a la poderosa Orden Militar de San Juan de Jerusalén. Para entonces, la ostentaba ya nuestro personaje escindida de su antiguo priorato de León, subdivisión que hubo de resolver salomónicamente el emperador Carlos V ante el contencioso que mantuvieron durante largos años el mismo Antonio de Zúñiga y Diego de Toledo, hijo del duque de Alba, enfrentados ambos por la posesión de las encomiendas de la orden. Durante su tiempo como prior de Castilla, hubo de atajar los abruptos sinsabores derivados de la revuelta de las Comunidades.

Al servicio del emperador y al frente de las tropas reales, Antonio de Zúñiga asumió un destacado cometido desde su imponente castillo de Consuegra, cabeza y capital del priorato castellano de San Juan, desde donde planeó y ejecutó el decisivo cerco de Toledo, el último foco de la resistencia comunera, en el año 1522, que condujo a la definitiva capitulación de los rebeldes. Su mandato en el Principado fue breve, duró poco más de un año, entre el 21 de agosto de 1523, cuando tomaba posesión y juraba del cargo de lugarteniente de la Corona estando su credencial firmada ya desde el mes de marzo del mismo año y con carácter trienal, el año 1525. Durante ése tiempo coincidió con la espiritual estancia barcelonesa del fundador de la Compañía de Jesús, Ignacio de Loyola. En el plano político, como virrey, tuvo que enfrentarse a la creciente amenaza de la piratería turca, que asediaba permanentemente todo el litoral mediterráneo, ufanada más aún tras la reciente conquista otomana de la isla de Rodas. La situación de indefensión de la costa catalana se hacía cada vez más evidente y afectaba al tradicional tráfico de comercio del país realizado por el mediterráneo. Uno de los objetivos prioritarios del gobierno de entonces, al margen del latente conflicto con la vecina Francia, se centraba pues en la política defensiva, con planes para las fortificaciones y la adecuación preventiva de las murallas de la capital catalana con las reformas en sus baluartes, mientras paralelamente algunos miembros de prominentes familias nobiliarias del Principado, colaboraban con el poder real en las campañas mediterráneas a fin de detener el avance turco. También acució durante el virreinato de Zúñiga el ya arraigado problema del bandolerismo rural y nobiliario. Éste último alcanzaba y envenenaba, por intricadas filiaciones clientelares, el funcionamiento de las mismas instituciones del país tanto como de las delegadas del gobierno virreinal. De ahí que en vano, tal como harían antes y después otros virreyes, Antonio de Zúñiga no dudara en priorizar el uso de la administración de justicia, la real audiencia, al objeto de perseguir a los bandos sistemáticamente.

No faltaron tampoco otras actuaciones de orden público en relación con la extirpación definitiva, por entonces controlada, de ciertos estallidos localizados fruto de reivindicaciones populares y antiseñoriales, similares a las conocidas germanías que habían estado extendiéndose en otros territorios de la Corona de Aragón. Finalizado su virreinato, tan sólo un año después, la familia del virrey dejaba su huella entre la aristocracia catalana. Un miembro de los Zúñiga llegó a emparentar con la heredera del condado de Palamós, Estefanía de Requesens, cuya descendencia proseguiría ofreciendo a la Corona leales servidores en muchos de sus territorios.

 

Bibl.: F. Schwartz y F. Carreras i Candi (dirs.), Manual de Novells Ardits vulgarment apellat Dietari del Antich Consell Barceloní, t. III, Barcelona, Imprenta Henrich y Cía., 1894; J. Mateu i Ibars, Los virreyes de los estados de la antigua Corona de Aragón. Repertorio biobibliográfico, iconográfico y documental, t. I, tesis doctoral, Barcelona, Universidad, 1960; J. Reglà i Campistol, Els virreis de Catalunya: els segles XVI i XVII, Barcelona, Vicens Vives, 1961; F. Soldevila, Història de Catalunya, t. II, Barcelona, Alpha, 1962; J. Lalinde, La institución virreinal en Cataluña, 1471-1716, Barcelona, Instituto de Estudios Mediterráneos, 1964; J. M. Sans i Travé (dir.), Dietaris de la Generalitat de Catalunya, t. I, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1994; P. Molas Ribalta, L’alta noblesa catalana a l’edat moderna, Vic, Eumo Editorial, 2004.

 

Mariela Fargas Peñarrocha

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