Ruiz de Velasco y de la Val San Martín, Juan. Madrid, p. t. s. XVI – 10.VI.1605. Militar, secretario de Felipe II y Felipe III, caballero de Santiago.
Hijo de Jerónimo Ruiz de Velasco y Fernández de Aceves, militar, embajador de Carlos I ante la República de Venecia, gentilhombre de Felipe II, y de Isabel de la Val San Martín, de la casa condal del mismo nombre en Saboya.
Perteneció a una rama de los Ruiz de Velasco que a finales del siglo XV abandona el señorío de Pico de Velasco en la montaña, para acudir a la toma de Granada y posteriormente se establece en la Corte dando lugar a una saga de militares y altos funcionarios del Imperio durante los siglos XVI y XVII.
Por ello, Juan Ruiz de Velasco, cuarta generación de esta rama, inicia muy joven su carrera política de la mano de uno de los personajes más importantes del momento, Ruy Gómez de Silva, príncipe de Eboli y duque de Pastrana, a quien le fue confiado por su padre, del que era buen amigo.
Ejerce unos años de secretario del Príncipe, sirviéndole de intermediario ante Felipe II, hasta que don Juan de Austria le nombra comisario general de la Armada de Poniente, iniciándose así un período naval y militar que Ruiz de Velasco no abandonará nunca, compatibilizando el servicio de las armas con el escritorio del Rey.
Intervino de forma directa en la preparación y organización administrativa y militar de la flota combinada que en 1571, en el golfo de Lepanto, derrotó definitivamente a los turcos.
El éxito de las armas españolas le supuso como recompensa inmediata el nombramiento de alcaide de las Torres y Castillos de León, que ostentará hasta su muerte, así como el ingreso, poco tiempo después, en la Cámara del Rey, hecho éste que marcará el resto de su vida política.
No obstante, Ruiz de Velasco no fue el clásico secretario encerrado entre pliegos y lacre, sino que alternó su despacho de El Escorial con misiones navales que le encargaba el Rey, como la contenida en carta fechada en Aranjuez el 30 de abril de 1584, en la que le: “ordena que embarque en sus cuatro galeras con la gente de Don Francisco de Bovadilla, para acudir con ella al socorro de Tánger”.
La caída en desgracia de Antonio Pérez no tuvo, a diferencia de otros secretarios, la más mínima influencia en Juan Ruiz de Velasco que continuó en el ejercicio de todas sus funciones, e incluso se desenvolvió en el proceso judicial con entera libertad, llegando a testificar a favor de Pérez y exculpándole de cargos.
Sin embargo, parece ser que su declaración, al igual que la del duque de Alba y del marqués de la Fabara que tampoco le imputaban delito alguno, no fue incorporada a los autos del procedimiento.
Alzó de nueva planta la iglesia y el Convento de Nuestra Señora de Valverde, una de las Vírgenes más famosas de Madrid, en la vecina Fuencarral (todavía sigue en pie, aunque cercada de autovías y radiales), convirtiéndose en su patrono y vinculando su mantenimiento y el de los monjes dominicos que lo habitaban, a las rentas del mayorazgo de los Ruiz de Velasco, lo que a la postre significaría la ruina de éste.
Está considerado como uno de los más íntimos confidentes de Felipe II en sus últimos años de vida.
Baste como ejemplo el famoso y no menos increíble codicilo del testamento del Rey, en el que ordena que todos los papeles abiertos o cerrados de fray Diego de Chaves, que fue su confesor en los peores momentos de la crisis de Pérez, se quemaran por una comisión formada por Cristóbal de Mourua, Juan de Idiaquez y fray Diego de Yepes, comisión que habría de quemar dichos papeles en presencia y bajo testimonio de Juan Ruiz de Velasco.
Felipe III le confirmó en todos los cargos hasta su fallecimiento, que se produjo en Madrid, el 10 de junio de 1605. Está enterrado en el Altar Mayor de la Iglesia y Convento de Nuestra Señora de Valverde.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Santiago; Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Madrid; Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Sala de Hijosdalgos; Respuestas de la Villa de Auñón a Felipe II ; Pleito del Mayorazgo de la Casa de Ruiz de Velasco; Archivo particular de la Casa de Ruiz de Velasco.
V. Fernández Asís, Epistolario de Felipe II, Madrid, Editorial Nacional, 1943; M. Fernández Álvarez, Felipe II y su tiempo, Madrid, Espasa Calpe, 1998; G. Marañon, Antonio Perez, Madrid, Espasa Calpe, 1998; J. A. Escudero, Felipe II. El rey en el despacho, Madrid, Universidad Complutense- Colegio Universitario de Segovia, 2002.
Jaime Ruiz de Velasco y Ercilla
