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Ildefonso de Talavera

Biografía

Talavera, Ildefonso de. La Pueblanueva (Toledo), 1640 – Cádiz, 18.XII.1714. Fraile jerónimo (OSH), predicador real y obispo de Cádiz.

Hijo de “muy esclarecidos y virtuosos padres”. Ingresó en la Orden de San Jerónimo, fue ordenado sacerdote, alcanzó el grado de maestro y fue lector de Teología en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, regentando la Cátedra quince años. El 5 de mayo de 1690 fue nombrado y confirmado como prior de dicho monasterio. El 20 de abril de 1693 fue nombrado diputado para el capítulo privado, visitador general y presidente del capitulo general de su religión.

Fue predicador del rey Carlos II, examinador de la Suprema Inquisición y examinador sinodal en la archidiócesis de Toledo. Mantuvo correspondencia y buenas relaciones con la reina viuda, Mariana de Neoburgo, y con la Reina regente y primera esposa de Felipe V, María Luisa de Saboya.

El 18 de junio de 1696 fue nombrado obispo de Cádiz. Fue consagrado en Madrid, en San Jerónimo extramuros, el domingo 2 de septiembre de 1696, por el cardenal Luis Manuel Fernández Portocarrero, arzobispo de Toledo, asistido por Luis Lemos Usategui, antiguo obispo de Imperial-Concepción (Chile), y por Francisco Zapata Vera y Morales, obispo titular de Dara y auxiliar de Toledo. Entró solemnemente en la ciudad de Cádiz el 7 de noviembre de 1696.

Al cumplirse los cinco años de su toma de posesión, y después de visitar la diócesis, envió a Roma el preceptivo informe de visita ad limina, fechado el 11 de septiembre de 1701.

Fue testigo en tiempos difíciles de acontecimientos como el desembarco de las fuerzas aliadas en los puertos de la bahía de Cádiz, en 1702, y la pérdida de Gibraltar, en 1704. Gastó sumas importantes en la atención a los enfermos del Hospital de San Juan de Dios y en la reedificación de la casa que la comunidad tenía en la Isla de León. Restauró el edificio del Colegio Seminario de San Bartolomé, en la calle San Juan, dotándolo para que pudiese cumplir mejor sus fines.

Fomentó las conferencias morales del clero, urgiéndolas en los pueblos donde no las había, y alentó las congregaciones de los rosarios públicos. Colocó en la capilla mayor de la Catedral Vieja de Santa Cruz una imagen de san Jerónimo y dotó una fundación para su mantenimiento y fiesta. Dos hechos diocesanos le causaron profundo sufrimiento: la vida escandalosa de algunos clérigos, y los enfrentamientos sufridos entre los miembros del Cabildo catedralicio, viéndose obligado a destituir y encausar a su provisor y vicario general Lorenzo Martínez de Herrera.

Murió en el Palacio Episcopal, el 18 de diciembre de 1714. Previamente, el 7 de diciembre, había realizado la confesión general, recibiendo solemnemente el Santísimo Sacramento en viático público de manos del presidente del Cabildo catedralicio. Fue enterrado el día 20 en la capilla de las Reliquias de la Catedral Vieja de Santa Cruz. Sus restos se encuentran ahora en la cripta de enterramiento de los obispos bajo la capilla de las Reliquias de la Catedral Nueva. El pregón fúnebre fue predicado por el doctor fray Miguel del Castillo, exdefinidor de la provincia y exprior de los conventos de Murcia y Cádiz, en el Convento- Hospital de San Juan de Dios de Cádiz, el 15 de enero de 1715. Se conserva un retrato suyo, obra de Antonio Silvera, en el Seminario de Cádiz.

 

Bibl.: F. Fernández Serrano, “Obispos hispánicos de la Orden de San Jerónimo”, en Studia Hieronymiana, 1793; R. Ritzler y P. Sefrin (eds.), Hierarchia Catholica medii et retentioris aevi, t. V, Padua, Il Messaggero di S. Antonio, 1952, pág. 207; V. Guitarte Izquierdo, Episcopologio Español (1700-1867), Españoles obispos en España, América, Filipinas y otros países, Roma, Instituto Español de Historia Eclesiástica, 1994; P. Antón Solé, La Iglesia Gaditana en el siglo xviii, Cádiz, Universidad, 1994; A. Fernández Collado, Obispos de la provincia de Toledo, 1500-2000, Toledo, Instituto Teológico San Ildefonso, 2000.

 

Ángel Fernández Collado