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Ignacio Girona i Targa

Biografía

Girona i Targa, Ignacio. Tárrega (Lérida), 26.X.1781 – Barcelona, 19.I.1867. Comerciante y banquero.

Los Girona fueron una de las familias más dinámicas de la gran burguesía catalana del siglo xix.

El ascenso se inició con Ignacio Girona, que se dedicó al comercio y al préstamo de dinero gracias a su origen familiar. Su abuelo paterno, Gaspar Girona, tendero de paños de la Selva del Camp (Tarragona), se estableció en Tárrega a mediados del siglo xviii al casarse con la hija de un comerciante. El primogénito de Gaspar y padre de Ignacio Girona, José Antonio, se especializó en las actividades mercantiles y se casó con Antonia Targa, hija de un rico comerciante local. Ignacio fue el mayor de siete hermanos y siguió la tradición profesional de sus ascendientes, que a lo largo del siglo xviii estuvo siempre relacionada con el comercio. La Botiga de Teles, el establecimiento de comercio en el que se formó Ignacio Girona junto a su padre y su abuelo, no se limitó a la venta de telas, sino que sirvió para negocios muy diversos. Ignacio aprendió la práctica del comercio al menor y, sin ser mayorista, la de los intermediarios de productos relacionados con la economía agraria, como animales y granos. Los arrendamientos públicos y privados y las operaciones de préstamo completaban la gama de actividades desarrolladas por los Girona. Pero la crisis económica general de finales del siglo xviii y su particular persistencia a principios del siglo xix desencadenaron un proceso de decadencia en el negocio familiar, que sufría a escala regional las dificultades del comercio internacional, agravadas por las guerras contra Francia e Inglaterra.

En 1803, Ignacio fue enviado a Barcelona para seguir estudios de comercio, hecho que resultó decisivo en el cambio de estrategia económica familiar. En Barcelona se casó con Antonia Agrafel, hija de un relojero con toda probabilidad de origen suizo, sin que dicho matrimonio supusiera un ascenso a un nivel superior social ni económico, ya que ambos cónyuges procedían de familias acomodadas. De este matrimonio nacieron Juan, María Mercedes y Antonia. Al fallecer su esposa, contrajo segunda nupcias con Rita, hermana de la anterior. De dicha unión fueron sus hijos Manuel, Ignacio, Esperanza, Jaime y Casimiro. Aunque la ocupación de la Ciudad Condal por las tropas napoleónicas supuso el retorno a Tárrega de Ignacio y su familia, la retirada del ejército francés en 1814 coincidió con su vuelta a la metrópoli para reanudar las actividades mercantiles.

En Barcelona, los negocios de Ignacio Girona se desarrollaron a mayor escala. Superadas las crisis económicas, Ignacio arrendó derechos señoriales, participó en la compra de productos agrarios, adquirió bienes afectados por endeudamientos o desamortizados, compró deuda del Estado, se especializó en el préstamo a particulares y financió algunas empresas industriales. En 1839 liquidó su propia casa de comercio y fundó Girona Hermanos Clavé y Compañía. La nueva sociedad mercantil facilitó la entrada y participación de sus hijos en un negocio que, en sucesivas reconstituciones, se convirtió en exclusivamente familiar. La diversidad de negocios realizados por la casa Girona —seguros, finanzas, industrias— estaba vertebrada por el sentido unitario que les confería la compañía, de la que ninguno de los hermanos Girona se segregó antes de su liquidación definitiva. Entre las empresas más destacadas, la sociedad financió la construcción de la línea de ferrocarril Barcelona-Zaragoza, y la realización del canal de Urgel, antiguo proyecto que convertiría en fincas de riego miles de hectáreas de tierras leridanas. También financió la construcción del Gran Teatro del Liceo y su posterior reconstrución después del incendio de 1861.

Ignacio Girona murió en Barcelona, a los ochenta y cinco años. Cuatro meses después se disolvió definitivamente la compañía familiar. Dejó al morir una considerable fortuna, que repartió proporcionalmente entre sus hijos. Cedió a su primogénito, Juan, la parte del patrimonio que había heredado de sus antepasados de Tárrega, para preservar simbólicamente una tradición de transmisión familiar regida por la catalana figura del hereu. Tras su muerte, sin romper la unidad familiar, y con el prestigio sólidamente ganado gracias al patriarca, los hermanos Girona emprendieron una trayectoria distinta que, especialmente en el caso de Manuel, tuvo amplias repercusiones en la esfera social, política y cultural del país.

 

Bibl.: À. Solà, L’elit barcelonina a mitjan segle xix, tesis doctoral, Barcelona, Universidad, 1977; J. Nadal y F. Doménech, “Joan Girona i Agrafel, un ‘maquinista’ malaguanyat”, en VV. AA., Miscellània en honor del Doctor Casimir Martí, Barcelona, Fundació Salvador Vives i Casajuana, 1994; L. Pla, “La família Girona i el Castell del Remei”, en J. Mateu et al., El tresor dels Canals d’Urgell. L’aigua com a factor transformador d’un territori, Lleida, Pagès Editors, 1996; L. Pla, “La família Girona a Tàrrega. Estratègies matrimonials i especialització professional”, en C. Martínez Shaw (ed.), Historia Moderna, Historia en Construcción, Lérida, Milenio, 1999; L. Pla, “Ignasi Girona i Targa (1781-1867). El fundador de la casa Girona”, en M. Gutiérrez (coord.) y A. Carreras et al. (eds.), Doctor Jordi Nadal. La industrialització i el desenvolupament econòmic a Espanya, vol. I, Barcelona, Universidad, 1999; Ll. Pla i Toldrà, Los Girona. La gran burguesía catalana del siglo XIX, Lleida, Editorial Milenio, 2017.

 

Lluïsa Pla i Toldrá