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Atilano Espina

Biografía

Espina, Atilano. Tarazona (Zaragoza), p. m. s. xvii – ?, s. m. s. xvii. Monje cisterciense (OCist.) de Veruela (Zaragoza), paleógrafo, archivero e historiador de Veruela, Trasobares, Tulebras y Santa Lucía de Zaragoza.

Sólo se sabe que era oriundo de Tarazona y que debió de nacer a comienzos del siglo xvii, a juzgar por la fecha que llevan sus manuscritos.

Son insignificantes los datos personales que se pueden ofrecer sobre este monje ilustre de Veruela, pues en los catálogos de la Orden pasa casi inadvertido por completo. Ni siquiera lo menciona Muñiz, porque seguramente no le enviaron información desde Veruela, como hicieron de otros monjes ilustres de la casa, ni tampoco Nicolás Antonio, y habiendo desaparecido las obras de los historiadores del monasterio, hay que contentarse con lo que ofrecen algunos escritores extraños a la Orden, aunque como una excepción muy de agradecer se puede mencionar a Lorenzo Herrera, quien envió la reseña que ofrece el Dictionnaire des auteurs cisterciennes del padre Manning, la información más completa sobre este monje, cuyas noticias fueron extractadas principalmente de los historiadores aragoneses.

Se ha encontrado un vivero de datos complementario sobre este monje en la obra de García Colombás, sobre el monasterio de Tulebras, en la que señala algunas producciones desconocidas sobre su labor y a la vez ofrece una serie de datos estimables. Al hablar de los orígenes oscuros del monasterio de Tulebras, saca a colación la labor investigadora del monje en cuestión, a quien tanto debe el monasterio. “No deben negarse —escribe— al padre Atilano de la Espina los méritos que en justicia le corresponden. Profesó un gran amor a los viejos pergaminos; catalogó importantes acervos documentales; descifró, transcribió o resumió con paciencia benedictina un material ingente. En Tulebras, concretamente, llevó a cabo una labor meritoria, al menos, hasta cierto punto. Porque hay que reconocer que, al mismo tiempo que desarrollaba sus cualidades de archivero nato, tributaba un culto exagerado a las glorias monásticas del pasado, estaba obsesionado por realzar el prestigio de los monasterios —disimulando sus miserias—, se dejaba llevar de su imaginación más allá de los límites razonables y, lo que es realmente grave, no dudaba en recurrir a tergiversaciones cuando convenía a sus planes”.

 

Obras de ~: Registro universal de todas las escrituras que se hallan en el archivo de este real monasterio de Veruela, 1671 (ms.); Memorias de cosas antiguas del Real Monasterio de Veruela de Aragón, 1685 (ms.); Espejo del santo y real monasterio de Tulebras, en el qual se manifiestan todas las escrituras y cosas memorables desde su fundación. Y la hizo el fray Atilano de la Espina, monge de Beruela, 1686 (ms.).

 

Bibl.: F. de Latassa, Biblioteca antigua y nueva de escritores aragoneses, aumentada y refundida en forma de Diccionario Bibliográfico-Biográfico por D. Miguel Gómez Ueriel, t. I, Saragosse, 1884, pág. 441 (Zaragoza, Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País Ibercaja, 2004); J. M. López Landa, Estudio arquitectónico del Real Monasterio de Nuestra Señora de Veruela, Lérida, Imprenta Mariana, 1918, págs. 57 y 58; P. Trías, El Real Monasterio de Santa María de Veruela, Palma de Mallorca, Imprenta Mossén Alcovers, 1949, pág. 129; E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des auteurs cisterciens, Rochefort, Abbaye, 1975, pág. 234; G. M. Colombás, Monasterio de Tulebras, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1987, passim.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO