Mas i Navarro, Antonio. Barcelona, m. s. XVIII – Poblet (Tarragona), 8.XII.1813. Monje cisterciense (OCist.), historiador, polemista, fecundo escritor reformista, abad de Poblet.
Fue un hombre inquieto e inteligente (maestro en Teología), y de trayectoria monástica sorprendente.
Reaccionó contra el abad Vázquez de Varela, hombre de valía, futuro obispo de Solsona, pero impuesto por Carlos III a la comunidad, junto con otros futuros abades, el padre Joaquín Casanovas (1804-1808) y Jaime Pàmies (1815-1819), menos significadamente, y dos hermanos benedictinos, los padres Juan y José Font, de Sant Feliu de Guíxols, así como el sacerdote secular, antes paúl, Jaime Puig, alma del proyecto reformador del que se hace mención a continuación.
Todo comenzó con una maniobra equivocada del abad pobletano padre Miguel Cuyás (1752-1756), cuando entabló un pleito contra los vecinos de su priorato de Nazaret, los carmelitas de San José de la Rambla (en el edificio que es hoy, tras la desamortización, el mercado de San José o de la Boquería), cuando éstos amenazaron con llevar el asunto a la curia romana, solicitó el abad la protección del Rey.
Siendo abad más tarde José Güell (1776-1780), siguió con el pleito, invocando inocentemente la protección del Patronato Real. Él no esperaba que la Corte de Madrid, no sólo accediera, sino que pusiera de manera total el monasterio bajo ese patronato, y limitara incluso el derecho de elección abacial de la comunidad, de manera que en adelante sería el Rey mismo quien nombrase al abad. Siendo prior presidente de forma interina el padre maestro Francisco Ferrer, llegó en septiembre de 1781 la sentencia definitiva, que prohibía a la comunidad hacer las ternas acostumbradas en la Congregación para elegir abad, cosa que no pudo volver a hacer hasta 1784, cuando eligió al padre José Salvadó (1784-1786), que era, sin embargo, removido de su cargo, mientras el Rey lo sustituía por un monje de la Congregación de Castilla y antiguo reformador general de la misma, el gallego padre Agustín Vázquez de Varela, que ostentaría dicho cargo hasta 1792, cuando fue promovido a la mitra de Solsona, habiendo prorrogado el Papa antes su mandato abacial pro hac vice (el cuadrienio acababa el 1790).
En 1789, ese abad envió al Rey unos reglamentos para el gobierno del monasterio, que fueron promulgados en el Capítulo el 11 de septiembre del mismo año, y tres días después anunciaba el destierro de los monjes opuestos al Patronato Real. El padre maestro José Sabater (abad después de 1797 a 1800) fue enviado a Veruela; el padre maestro Antonio Mas (que será abad de 1801 a 1804), a La Oliva; y los padres lectores Joaquín Casanovas (abad de 1804 a 1808) y Ramón Queraltó, respectivamente, a Iranzu y Leyre.
Fue un destierro mínimo, porque todos estaban en Poblet de nuevo en 1791.
Fue nombrado abad después por Carlos IV, para cubrir la vacante del nuevo obispo de Solsona, el padre Pedro Serarols, en marzo de 1794, que no llegó a cumplir su cuadrienio, pues aparece ya en 1797 como abad José Sabater. Se trata evidentemente del triunfo de los que defendían los derechos tradicionales de Poblet, contra la ingerencia real. Parte de la comunidad, temiendo el pronto acceso al poder abacial del verdadero líder del movimiento, el padre Mas, escribieron contra él al Rey, pero, inmediatamente, reaccionó la gran mayoría de la comunidad a favor suyo, y se inclinó ante ello Carlos IV. Fue elegido en el cuadrienio siguiente, y lo sustituyó el padre Casanovas.
Pero, aparte de esas luchas domésticas, lo verdaderamente interesante era el proyecto de reforma, elaborado sobre todo por el mismo padre Antonio Mas. Ya como prior de Nazaret, debió de tener contactos con dos monjes benedictinos hermanos, los padres Juan y José Font de Sant Feliu de Guíxols, y un sacerdote secular y ex paúl, Jaime Puig. Torres Amat, su tío, le hizo acaudillar el movimiento, cuando parece que ese papel correspondía al padre Mas.
De hecho, sorprende a una mentalidad actual la índole arbitrista del proyecto de reforma, aunque no pueda llamársele jansenizante, como se ha pretendido a veces. Sí era audaz y alejado del verdadero espíritu monástico. En efecto, se pretendía, para llegar a evangelizar de nuevo al pueblo, reformar intelectual y espiritualmente al clero, transformando los monasterios en colegios tridentinos, con los profesores más preparados, los maestros espirituales idóneos y con un detallado plan de estudios.
El 21 de septiembre de 1781 escribió Mas al famoso beato capuchino Diego de Cádiz, exponiéndole el proyecto y recababa su ayuda. El 21 de noviembre de 1784, dirigió un memorial a Carlos III, junto con una carta al conde de Floridablanca, todopoderoso entonces, y de nuevo escribió a éste el 15 de agosto de 1785. Vuelto del destierro impuesto, escribió otra vez al Rey, ahora Carlos IV, el 8 de diciembre de 1795.
Finalmente, escribió al cardenal Luis de Borbón, arzobispo de Toledo y visitador apostólico para todo el clero regular español. Era, pues, un plan largamente madurado, durante veinte años, en buena parte utópico, e inspirado en los clásicos La Utopía de Tomás Moro y La Ciudad del Sol de Campanella.
Lo cierto es que, llegados esos hombres al gobierno de sus casas, no aplicaron en absoluto los planes largo tiempo alimentados.
Los datos aportados por el vademécum del padre Jaime Pàmies, su amigo y abad también más tarde (1815-1819), da a conocer la fecha exacta de la muerte del padre Mas. Tuvo lugar, en efecto, el 8 de diciembre de 1813, en Poblet mismo, a edad avanzada.
Obras de ~: Catecismo, s. f.; Explicación del monasterio de nueva planta, mapa, edificios y varios puntos relativos a las ciencias y facultades que en él se enseñarían, s. f.; Tratado del modo de vivir y saber que el P. S. Benito mandó observar a sus monjes, s. f.; Memorial al Rey, y carta al Excmo. Sr. Primer secretario de estado conde de Floridablanca con fecha 21 de noviembre de 1784 sobre la reforma de la congregación benedictina de Valladolid, s. f.
Bibl.: Libre de Orde de Fr. Jaume Pamies, Monjo de Poblet, 1776, fols. 2v. y 25r.; F. Torres Amat, Memorias para ayudar a formar un Diccionario crítico de los Escritores Catalanes [...], Barcelona, J. Verdaguer, 1836, págs. 259, 396-397 y 505-506; E. Toda y Güell, “Qüestions pobletanes”, en Estudis Pobletans (Tarragona) (1925), págs. 153-165; A. Altisent, Història de Poblet, Poblet, Abadía, 1974, págs. 566-569 y 573-577; J. Gibert, “Un intento de reforma monástica en el siglo XVIII”, en Studia Monastica, 18 (1976), págs. 131-155; A. Masoliver [“Mas I Navarro, Antonio”], en E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des Auteurs Cisterciens, vol. II, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St-Rémy, 1975- 1979, cols. 484-485.
Alejandro Masoliver, OCist.
