Guerrero, Alonso. Toledo, m. s. xvii – Oseira (Orense), 27.VIII.1716. Monje cisterciense (OCist.), teólogo, catedrático de Filosofía, místico, liturgista.
Nacido en Toledo a mediados del siglo xvii, hizo su ingreso en el monasterio de Oseira, donde había dispuesto el general, que era quien orientaba a los aspirantes que se presentaban llamados al Císter, hacia los monasterios más capacitados o necesitados de personal.
Su juventud monástica coincidió con la época de mayor esplendor cultural de la congregación de Castilla, cuando se hallaba surtida de grandes maestros en los principales ramos del saber humano. Bien supoaprovecharse de las enseñanzas impartidas en ellos a juzgar por los frutos tangibles que fue produciendo a lo largo de su vida. No se lee, sin embargo, que ocupara ninguna sede abacial, a las que solían destinar a estos monjes tan bien formados. Sólo consta que desempeñó el cargo de definidor general de la congregación, o sea, consejero nato del general de la misma.
Fuera de esto, la docencia en los distintos colegios de la Orden fue la tarea a la que se aplicó con mayor asiduidad, en especial en las cátedras de Teología y Filosofía, aportando todo su saber para formar las nuevas generaciones de monjes. También debía de ser persona a propósito para regir las conciencias en el tribunal de la penitencia. En la vida de la venerable sor Luisa de la Cruz, monja de Santa Ana de Valladolid, alma dotada de grandes carismas, aparece la referencia a que al poco tiempo de profesar señalaron por confesor de Santa Ana a fray Alonso Guerrero, monje del monasterio de Oseira, catedrático de Teología en la Universidad de Salamanca. Este religioso iba a ser el hombre providencial enviado por Dios para hacer progresar a sor Luisa por caminos de una perfección encumbrada. Jamás habían hablado ambos, y no obstante, en la primera entrevista que tuvieron ya él se anticipó a manifestarle el estado de su alma, como si siempre la hubiera dirigido. La animó a proseguir en el camino comenzado, a ser fiel a la llamada de Dios, asegurándole que había abrazado el estado santo que era de su agrado. Gracias a las enseñanzas y al optimismo que le infundió el nuevo confesor, sor Luisa de Jesús llegó a un estado de perfección propio de los santos más eminentes, pues su identificación con la voluntad del Creador era absoluta.
Se ignoran los restantes pasos de su vida, sólo se puede añadir a los puestos desempeñados en la Orden, la alabanza que le tributa Muñiz, al decir de él que era “sujeto muy erudito, de un entendimiento elevado y elegante latino”. Su aportación a la cultura literaria fue estimable.
Obras de ~: Sacrae Cisterciensis Obaservantiae in Regnis Hispaniarum facultas ad nova Sanctorum Officia ordinanda, proprio que Breviario addenda, Madrid, 1716; Apostolicae Constitutiones Innocentii Papae XIII, su super Ecclesiastica disciplina in Regnis Hispaniarum instauranda, elucidatio pro Regularibus, s. l., s. f. (en Archivo de Oseira); Notitia de la Reducción de Misas de San Lamberto, y en qué conformidad: aplicación de estas Misas, precisa y personal obligación de decir las colectas para lograr el Privilegio, s. l., s. f. (ms. en la Biblioteca de San Isidro de Dueñas, secc. Manuscritos curiosos).
Bibl.: B. Mendoza, Synopsis monasteriorum Congregationis Castellae [...], Palencia, s. f., pág. 11 (ms., en la Biblioteca de San Isidro de Dueñas); R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense Española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, págs. 157-158; E. Martín, Los Bernardos españoles, Palencia, Gráficas Aguado, 1953, pág. 86; D. Yáñez Neira, “Toledanos ilustres en la orden del Císter”, en Anales Toledanos, XII (1977), págs. 9-97.
Damián Yáñez Neira, OCSO
