Gutiérrez de Vega, Fernán. ?, s. m. s. xiv – 1435. Señor de Grajal de Campos y de Castril de Vela. Noble, señor.
En los primeros años del siglo xv, un personaje prácticamente desconocido en el círculo de los ricos hombres del reino de Castilla logró crear en la tierra leonesa de Campos un extenso señorío en un territorio cercano al otrora poderoso monasterio de Sahagún. Este dominio, que iba a tener como centro la villa de Grajal de Campos tuvo su origen en una donación regia, aunque ya su beneficiario había conseguido, mediante compras, hacerse con algunos pequeños pueblos en la merindad de Carrión. Setrataba de un joven criado del regente Fernando de Antequera llamado Fernán Gutiérrez de Vega, hijo de Lope Fernández de Vega, a quien la Crónica de Juan II menciona en 1412 con el oficio de repostero mayor del infante. Ya en ese año, era uno de los hombres de la máxima confianza del regente, hasta el punto de que éste le envió, como su representante personal, a entrevistarse en Caspe con los nueve compromisarios reunidos en esa villa para resolver el problema de la sucesión al trono en la Corona de Aragón.
La misión de Gutiérrez de Vega era defender el derecho a esa Corona por parte de su amo y tratar de presionar y de influir favorablemente sobre los compromisarios.
El resultado, como ya sabemos, fue favorable a las pretensiones de don Fernando que fue elegido rey en esa villa aragonesa. Al año siguiente, y ya coronado rey de Aragón, Gutiérrez de Vega le acompañó, junto al mariscal Álvaro de Ávila, como uno de sus principales capitanes, cuando don Fernando partió de Zaragoza para enfrentarse al conde Jaime de Urgel. El agradecimiento del regente castellano no se haría esperar.
A comienzos de 1413, don Fernando le concedió Grajal de Campos, una villa que en los siglos x y xi había sido el centro político y comercial de una ancha comarca, y que mucho más tarde había terminado por ser un lugar de behetría perteneciente a los dominios del privado de Pedro I, Juan Alfonso de Alburquerque.
Antes de hacerse con la jurisdicción de Grajal, Fernán Gutiérrez, casado con María Rodríguez de Escobar, hija de un hidalgo rural de Meneses, Sancho Rodríguez de Escobar, era ya señor de Castril de Vela, una villa próxima a Meneses, que había heredado de su suegro. Dos años antes de la donación de Grajal, en 1411, Gutiérrez de Vega y su esposa habían comprado a Juana de Cifuentes, señora de Almazán, dos lugares de behetría, Villalinvierno y Villaya próximos a Castril y cerca de Meneses, por 2.800 florines. No terminarían aquí, las compras, pues en 1418, compraban a Ruy Gutiérrez Quijada, maestresala de Juan II, otra villa cercana a sus posesiones, Torre de Herrín, por 35.000 maravedís.
Dos años más tarde, en 1420, el matrimonio encontraría una nueva oportunidad para hacerse con otra villa en la ribera de Valderaduey, Villa Bellaco, un lugar situado entre Arenillas y Grajal. El vendedor de esta última villa fue el monasterio de San Benito de Valladolid, y el precio de la compra fue de 60.000 maravedís.
El señor de Grajal continuaría sirviendo a sus patrones, los infantes de Aragón, hijos y herederos de su gran protector, aunque a diferencia de otros servidores más poderosos, mejor situados en la escena del poder y por tanto más comprometidos con el partido aragonés, como el conde de Castro, Diego de Sandoval, lograría salvar su patrimonio en el transcurso del duro enfrentamiento entre los infantes y Álvaro de Luna entre los años de 1426 y 1429. No sólo conservaría sus señoríos sino que incluso, tras la licencia real de 1427, pudo crear un mayorazgo para sus hijos Lope y Hernando.
Tres años después de fundar esos mayorazgos, en 1435, fallecía, ya muy anciano, Fernán Gutiérrez de Vega. De su matrimonio con María Rodríguez de Escobar tuvo cinco hijos: Lope, Hernando, María, mujer de Rodrigo de Prado, Brianda, casada con Nuño Cabeza de Vaca, y Leonor de Vega que permaneció soltera.
Bibl.: A. Franco Silva, Grajal de Campos: Un señorío leonés en la Baja Edad Media, con anotaciones catastrales de L. de Mora-Figueroa, Cádiz, Universidad, 2001.
Alfonso Franco Silva
