Íñiguez Abarca, Diego. Sangüesa (Navarra), s. t. s. XVII – Madrid, c. 1695. Provisor y vicario general de Salamanca, delegado y juez ordinario y apostólico de la Universidad de Salamanca, asesor del corregidor de Salamanca, alcalde de la Real Corte Mayor de Navarra, oidor del Consejo Real de Navarra, alcalde de Casa y Corte, gran canciller de Milán, regente del ducado de Milán y regente del Consejo de Italia.
Vástago de una antigua familia originaria de Aragón, apellido que más tarde llevaron los marqueses de la Real Defensa. Nació en Sangüesa y era hermano de José Íñiguez Abarca, quien llegó a ser prior de Roncesvalles.
Estudió Cánones en la Universidad de Huesca, donde se graduó de bachiller, presidiendo diez actos de conclusiones, y se presentó en dos ocasiones como opositor a cátedra. En 1653 fue a Salamanca, donde ingresó en el colegio mayor de San Bartolomé y presidió allí seis actos de conclusiones; obtuvo la licenciatura en Leyes, se presentó a seis oposiciones a cátedra, y fue profesor de Decretales. Además, por su condición eclesiástica, se le nombró provisor y vicario general de Salamanca en 1662. Fue delegado y juez ordinario y apostólico de la Universidad salmantina, por enfermedad del titular, y asesor del corregidor de la ciudad en 1665.
Se le nombró alcalde de la Corte Mayor de Navarra, en sustitución de Martín José de Badarán, el 5 de octubre de 1667, cargo que simultaneó con el de juez conservador del arrendamiento del tabaco hasta enero de 1673. La causa de su cese en este último cargo se debería a una disposición suya según la cual se podía reconocer a los correos en los lugares donde dejaban las cartas para averiguar si alguna de las misivas portaba tabaco.
Cuando ascendió a oidor del Consejo Real, el 28 de agosto de 1680, Mateo López de Dicastillo le sustituyó en la Corte Mayor. Su nombramiento de consejero de Navarra lleva fecha del 19 de julio de 1678, ocupando la plaza que dejaba vacante Esteban Fermín de Marichalar, promovido a fiscal de Millones.
Posteriormente fue nombrado alcalde de Casa y Corte en Madrid el 20 de noviembre de 1684, cargo en el que permaneció hasta agosto de 1686. En esta ocasión fue sustituido en el Consejo navarro por Alonso Pérez de Araciel, al que se designó el 28 de octubre de 1685. De ahí pasó a Milán como gran canciller, para pasar a convertirse más tarde en regente del ducado. En 1690 volvió a España y ocupó el cargo de regente del Consejo de Italia, puesto que ocupaba cuando murió.
En 1692, durante la controversia en Navarra debida al intento del Monarca de suprimir el Tribunal navarro de la Cámara de Comptos, la ciudad de Pamplona solicitó su ayuda y apoyo en este caso y él lo brindó.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Navarra, Mercedes Reales, lib. 29, fol. 235v.; lib. 30, fols. 75r., 111r. y 262r.; secc. Tribunales Reales, Archivo Secreto, tít. 3, fajo 1, n.º 43; secc. Tribunales Reales, subsecc. Tercera, Libros de Gobierno y Administración, Autos Acordados, lib. 41, fol. 296v.; Archivo Municipal de Pamplona, Correspondencia, leg. 4, cartas 183 y 214; Archivo General de Simancas, Quitaciones de Corte, leg. 11, 1464-1473; Archivo Histórico Nacional, secc. Consejos Suprimidos, Relación de Méritos y Servicios, leg. 13383, n.º 114; Consejos Suprimidos. Sala de alcaldes, leg. 13641 y 13642.
J. Ibarra, Biografías de los ilustres navarros del siglo XVII, Pamplona, Imprenta Jesús García, 1951, pág. 117; M.ª D. Martínez Arce, Aproximación a la Justicia en Navarra durante la Edad Moderna. Jueces del Consejo Real en el siglo XVII, Pamplona, Fecit, 2005, págs. 28, 67, 120, 129, 151-152, 162, 168, 191- 196, 198-199, 203 y 243.
María Dolores Martínez Arce
