Lebrón de Quiñones, Jerónimo. Guadalupe (Cáceres), 1505 – Puerto Rico, I.1545. Regidor y alcalde mayor de la ciudad de Santo Domingo, gobernador interino de Santa Marta y gobernador de la isla de San Juan.
Su padre, el licenciado Cristóbal Lebrón de Quiñones, llegó, en 1515, a Santo Domingo para sustituir al fallecido Pedro Ibáñez de Ibarra y residenciar a los oficiales colombinos. Posteriormente, se quedó en la ciudad como oidor de la Audiencia de la capital primada.
Se convirtió en un miembro de la elite, pues, además de ejercer su oficio, financió expediciones de rescate y poseyó un ingenio de azúcar en Santo Domingo, donde trabajaban setenta esclavos negros.
Al igual que su padre, Jerónimo Lebrón vivió entre la elite dominicana. Según Oviedo se crió desde que era un muchacho en la ciudad de Santo Domingo, donde era “hidalgo” y “hombre principal”. En dicha ciudad desempeñó el cargo de regidor y alcalde mayor, antes de su marcha hacia Santa Marta.
En 1534, se embarcó en la armada del nuevo gobernador de Santa Marta, el canario Pedro Fernández de Lugo. El gobernador falleció repentinamente en 1535.
Poco tiempo después, la Audiencia de Santo Domingo, para evitar un vacío de poder, decidió nombrar a Jerónimo Lebrón como gobernador interino. Tuvo serios problemas, porque los colonos, temerosos de perder sus repartimientos, pedían un gobernador elegido por ellos. En la villa de Vélez, tras presentar sus credenciales, fue acatado su nombramiento. Desde allí se dirigió a Tunja, donde Hernán Pérez de Quesada no lo quiso recibir por gobernador. Finalmente, tras presentar Lebrón sus provisiones en el Cabildo y amenazarlos de traición, fue finalmente aceptado. Problemas similares se encontró en Santa Fe, aunque fue finalmente recibido como gobernador.
Durante su corto período como gobernador interino debió de enfrentarse a graves problemas. Primero, con los indios que permanecían en algunas zonas alzados.
Según Herrera, siempre procuró “amansar aquellos indios feroces y rústicos”, mediante la “comunicación”, es decir, por medios pacíficos.
También afrontó serios problemas jurisdiccionales con las gobernaciones limítrofes. Especialmente serias fueron sus discrepancias con Pedro de Heredia, gobernador de Cartagena de Indias. Al parecer, Lebrón con el beneplácito de la población samaria, defendió que la recién fundada villa de Santa Cruz de Mompox, estaba dentro de su jurisdicción. Los vecinos de Santa Marta hacían continuas incursiones de pillaje contra los indios de Cartagena, e incluso, saqueaban tumbas en el Cenú. Frecuentemente, Lebrón dejaba en Santa Marta un teniente de gobernador y acudía, con una partida de hombres, a buscar esmeraldas o a saquear a los indios.
En 1541 la Corona decidió nombrar por fin al nuevo gobernador titular, que recayó en Alonso Luis de Lugo, hijo del anterior gobernador.
Jerónimo Lebrón regresó a Santo Domingo hasta que, en 1544, fue designado gobernador de la isla de Puerto Rico. Sin embargo, poco tiempo lo ostentó, ya que le sorprendió la muerte en enero de 1545, en pleno ejercicio de sus funciones. Se dijo de él que, en su cargo de gobernador, siempre actuó “con mucha fidelidad y rectitud”.
Tras su óbito, su hijo Juan Lebrón, reclamó la regiduría que éste tenía en la ciudad de Santo Domingo.
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Esteban Mira Caballos