Meer y Kindelán, Ramón de. Conde de Gra (I), barón de Meer. Barcelona, 11.I.1787 – Madrid, 5.XI.1869. Teniente general, caballero Laureado y Gran Cruz de la Orden de San Fernando.
De origen flamenco, era hijo de José de Meer, capitán de Reales Guardias Walonas y mariscal de campo, y de Vicenta Kindelán Barnevall. En 1792 comenzó a cursar estudios de Matemáticas en la Academia de Nobles Artes de San Fernando de Madrid y en 1799 ingresó como cadete en el Cuerpo de Reales Guardias Walonas, tomando parte dos años después en la campaña de Portugal.
Al producirse el levantamiento de España contra Napoleón se encontraba en Barcelona como alférez supernumerario, siendo hecho prisionero y conducido a Francia, de donde regresó en julio de 1814, incorporándose seguidamente a su Regimiento de la Guardia Real, en el que recibió los ascensos a segundo teniente, primer teniente y capitán.
Entre 1817 y 1822 permaneció de guarnición en Madrid, y al ser disuelta la Guardia Real en este último, como consecuencia del levantamiento de la misma en el mes de julio, solicitó y obtuvo el retiro, fijando su residencia en Alicante y más tarde en Leganés.
En 1826 fue purificado y destinado a Cataluña, donde consiguió el empleo de primer comandante de la Guardia Real, luchando al año siguiente a las órdenes del conde de España para sofocar el levantamiento de los “malcontents”.
Obtuvo en 1828 el empleo de teniente coronel y en 1833 el de coronel del 4.º Regimiento de la Guardia Real, con el que intervino enseguida en operaciones contra las fuerzas carlistas en las provincias del norte.
En 1834, siendo ya brigadier, fue nombrado por Quesada jefe de la Brigada de Reserva, con la que concurrió en la provincia de Navarra a las acciones de Alsasua y Muez; en el mes de julio, al mando de la 2.ª Brigada de la 1.ª División, y a las de Olazagoitia y Artaza; el 22 de febrero a la de Bermeo (Vizcaya), donde ganó la Cruz de San Fernando de 4.ª Clase, Laureada, y, por último, a las de Orbiso (Álava), Zúñiga, Mendaza y Arquijas (Navarra).
Al año siguiente le confió Mina la comandancia general de Tudela, hasta que Valdés le dio el mando de la 2.ª División, con la que concurrió al levantamiento del primer sitio de Bilbao. Nombrado virrey de Navarra por Córdoba, combatió en la batalla de Mendigorría (Navarra), siendo recompensado con el ascenso a mariscal de campo. En el mes de octubre resultó herido de gravedad en la cabeza durante la destrucción del puente de Ibero (Navarra).
Por Real Cédula de 8 de julio de 1836 fue recompensado con la Gran Cruz de San Fernando por su destacada actuación en las acciones de Zuriain y Larrasoaña (Navarra), y tomó parte a continuación en el levantamiento del segundo sitio de Bilbao y en la acción de Castrejana, ganando en estas últimas acciones la Cruz de 3.ª Clase de San Fernando y el empleo de teniente general.
En 1837 se incorporó a Barcelona como capitán general interino de Cataluña, disponiéndose enseguida a la lucha contra los carlistas. En el mes de mayo acudió en ayuda de los defensores de Solsona (Lérida), obligando a Tristany a abandonar la ciudad, y dos meses más tarde, cuando don Carlos cruzó el Cinca para penetrar en Cataluña, le persiguió, enfrentándose con él y venciéndole el 12 de junio en la batalla de Gra, en la que cargó contra el enemigo poniéndose al frente de un batallón del Regimiento de África y de la Caballería del Castilla. Más tarde, levantó el sitio puesto por Urbiztondo en Prats de Llusanés (Barcelona), pero no pudo salvar Ripoll (Gerona), que cayó en manos de los carlistas. En el mes de agosto creó el Consejo Superior Central de Cataluña, destinado a financiar la guerra librada contra los carlistas.
En julio de 1838 tomó Solsona, ciudad fortificada por el enemigo, que había llegado a ser su centro del poder en Cataluña, siendo recompensado con la Gran Cruz de Carlos III.
Fue relevado del mando en Cataluña en 1839, pasando a Francia a restablecer su decaída salud. En los años siguientes le fue ampliada varias veces la licencia, que le sería denegada en julio de 1843, siendo dado de baja del escalafón de generales en situación de cuartel, volviendo a ser repuesto en ese mismo año y nombrado capitán general de Cataluña, cargo que desempeñaría hasta 1845. Ese año le fue concedido el título nobiliario de conde de Gra, como premio a su actuación en la batalla del mismo nombre, habiendo sucedido a su padre en el de barón de Meer.
Fue gentilhombre de Cámara de Su Majestad y senador vitalicio desde la legislatura 1845-1846.
En 1856 se le confió el elevado cargo de presidente del Tribunal Supremo de Guerra y Marina y en 1858 fue nombrado vocal de la Junta Consultiva de Guerra.
Poseía las Grandes Cruces de San Fernando, San Hermenegildo, Isabel la Católica y Carlos III, así como la Legión de Honor de Francia.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Sevilla), Secc. 1.ª, leg. M-2922.
A. Pirala, Historia de la Guerra Civil y de los partidos liberal y carlista, Madrid, Felipe González Rojas Editor, 1890, págs. 807-885; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez