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Francisco Javier Ferrero Llusiá

Biografía

Ferrero Llusiá, Francisco Javier. Madrid, 3.XII.1891 – 27.X.1936. Arquitecto.

Nació el 3 de diciembre de 1891 en Madrid, ciudad en la que falleció trágicamente en 1936. Hizo sus estudios de Arquitectura en la capital y se tituló en 1916. Desde sus inicios profesionales colaboró con su padre, Luis Ferrero Tomás, arquitecto titulado en 1893 en Madrid, ciudad en la que nació y murió (1868-1938). La arquitectura de Francisco Javier Ferrero se confunde con la de su padre hasta su decidida apuesta por la corriente racionalista en torno a 1926, cuando, formando parte del equipo dirigido por Luis Bellido, se hace cargo de la construcción de varios edificios municipales en la capital.

Aunque había ingresado en el Ayuntamiento de Madrid en 1919, no fue hasta ese momento cuando su capacidad expresiva encontró una vía autónoma para manifestarse. De hecho, aunque la autoría de los proyectos realizados por él o por su padre puede llegar a deslindarse con alguna precisión, lo producido por uno u otro resulta básicamente acorde con un pensamiento ecléctico claramente instalado en su vertiente regionalista.

Si los primeros edificios de Luis Ferrero aún responden a una opción historicista-renacentista (edificios en la calle de Arrieta, 1912; Previsores del Porvenir, en Gran Vía, n.º 3, 1915; en la plaza de Canalejas, 1914), a partir de la terminación de la carrera de Francisco Javier Ferrero (1916), y la participación sucesiva entre 1916 y 1920, en varios concursos para edificios de Correos en Alicante, Valladolid, Palencia y Vitoria, en los que las mismas bases solicitaban la expresión de una arquitectura nacional-regionalista, la arquitectura de ambos, realizada por separado o conjuntamente, quedó marcada por el empleo retórico de elementos pertenecientes al repertorio regional más o menos depurado. De este modo, los edificios realizados en la calle de Goya con vuelta a General Pardiñas; Alberto Aguilera, n.º 27, con vuelta a Gaztambide; Santa Engracia, n.º 5, Manuel Cortina; el Patronato de Enfermos en Santa Engracia con vuelta a Nicasio Gallego; Castelló, n.º 49, y los cines Alcalá en la calle de Alcalá con vuelta a Jorge Juan, y Arniches en la calle de Cedaceros, n.º 7, e incluso la actuación en el monte Abantos en El Escorial, son el resultado de esta interpretación, en algunos casos de excelente calidad. Incluso la producción municipal de Francisco Javier Ferrero, en esos años (1919-1926), se produce en la misma línea, favorecida por el casticismo que se quiso imprimir desde el Ayuntamiento a la arquitectura institucional (tenencias de alcadía).

Sin embargo, en 1926 se produce la conversión racionalista casi automática de Francisco Javier Ferrero, que produjo en pocos años una serie fundamental de obras municipales de una calidad excepcional, lo que constituye, probablemente, el conjunto racionalista más radical y coherente de la arquitectura madrileña, además del más temprano, sin transición ni titubeos. A este conjunto pertenecen los desaparecidos mercados municipales de Legazpi (1926), Puerta de Toledo (1927), Olavide (1931) y las posteriores obras de la Imprenta Municipal (1932), el Parque Sur de Limpiezas (1933) y el viaducto de la calle de Bailén (1932).

A partir de esa fecha (1926), la producción de Ferrero Tomás prácticamente desparece, aunque alguna obra “familiar” muestra un interesante maridaje entre el racionalismo municipal y el eclecticismo racionalista (viviendas en la calle del Doctor Esquerdo o en el paseo de las Delicias n.º 3, de 1926).

Coincidentes con la Guerra Civil, las muertes de Francisco Javier Ferrero Llusiá (1936) y Luis Ferrero Tomás (1938) cerraron una producción abundante y de extraordinario interés, que ilustra como pocas el cambio al que se vieron sometidos los arquitectos madrileños en aquellos años críticos y cruciales. El paso, sin transición formal aparente, del regionalismo castizo al racionalismo estricto, sólo puede aceptarse considerando uno y otro como variantes de un eclecticismo de base clasicista, que se ajustaba a las demandas del carácter de los edificios y a las condiciones del contexto, sin problemas ideológicos insalvables.

 

Obras de ~: Mercado de Legazpi, Madrid, 1926; Viaducto, calle de Bailén, Madrid, 1932; Edificio Parque Sur, paseo de la Chopera, 41, Madrid, 1933.

 

Bibl.: M. Á. Baldellou y A. Capitel, Arquitectura española del siglo xx, Madrid, Espasa, 1995; M. Á. Baldellou, Los Ferrero. Arquitectos en Madrid, Madrid, Ayuntamiento, 2005.

 

Miguel Ángel Baldellou Santolaria

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