Ayuda

Catalina Verdugo y Trejo

Biografía

Verdugo y Trejo, Catalina. Catalina del Espíritu Santo. Arévalo (Ávila), 1578 – Monasterio de Santa María la Real de Arévalo (Ávila), 12.II.1631. Religiosa cisterciense (OCist.), mística.

Nacida de uno de los linajes más distinguidos de la ciudad de Arévalo, cuyo hogar se alzaba en la plaza del Real, en la parte opuesta del Monasterio de Santa María la Real de religiosas cistercienses. Desde la niñez mostró inclinación a la piedad, a los siete años ya se retiraba ella sola a orar y hacer sus devociones en sitios donde no la molestaran, bien en el templo, bien en el propio hogar.

A la oración asidua unía la penitencia voluntaria, que comenzó pronto a practicar.

Deseaba consagrarse a Dios en la vida religiosa.

Cumplidos los treinta años, había mejorado un poco su estado físico y aprovechó para intentar ingresar en la vida consagrada. Varias órdenes religiosas le abrían las puertas en la propia ciudad. Se inclinó por Santa María la Real, monasterio cisterciense del siglo xii, fundado en un principio en el lugar de la Lugareja, a dos kilómetros al mediodía de la ciudad. Hizo su ingreso el 22 de julio de 1612, y su primera medida fue dejar a un lado apellidos honrosos, y adoptar sólo el nombre del Espíritu Santo. Su ilusión constante era vivir oculta a las miradas de los humanos, tratando de pasar inadvertida en la comunidad.

Los diez y nueve años transcurridos en el servicio divino, las continuas penitencias, sacrificios y enfermedades de todo género que padeció, minaron por completo su vida hasta conducirla a las puertas de la muerte. La impresión dejada en la comunidad fue que habían perdido una santa, pero la habían ganado para el cielo. Sus restos mortales han sufrido diversos traslados, siempre precedidos de un permiso especial del obispado, la última en 1958, en presencia de un contado número de asistentes.

Esta religiosa no escribió ninguna obra, sino cuadernos y papeles sueltos, en los cuales exponía el estado de su alma. Sólo su confesor, el padre Cristóbal Méndez, religioso trinitario, que la trató los últimos doce años de su vida conocía cuanto pasaba en su interior. Con esos escritos a la vista, compuso el padre Cristóbal Méndez el códice con que teje la vida de la venerable Catalina del Espíritu Santo, una antología completa de los escritos de esta religiosa, ya que los originales debieron de quedar en poder del confesor, y se han perdido, o yacen ignorados en algún archivo.

 

Obras de ~: [Vida de la Venerable], mss. (¿desapar.?) (códice comp. por C. Méndez, Monasterio de Santa María la Real).

 

Bibl.: C. Rodero Sáez, Una joya Cisterciense, la Venerable madre Catalina del Espíritu Santo, Arévalo, 1947, pág. 114; S. Lessen, Hagiologium cisterciense, vol. II, Tilburg, 1949, pág. 192; S. Moro Briz, “Gracia y apostolado”, en Cistercium, XII (1960), págs. 114-116; B. Jiménez Duque, “Mística de la Vble. Catalina del E. S.”, en Cistercium, XII (1960), págs. 117-120; P. Cabrera, “La venerable Catalina del Espíritu Santo y la Eucaristía”, en Cistercium, XII (1960), págs. 121-123; C. Rodero Sáez, “Semblanza de la Venerable Catalina del Espíritu Santo”, en Cistercium, XII (1960), págs. 143-147; P. Cabrera, “Testimonios históricos que justifican la fama de santidad de la Venerable Catalina del Espíritu Santo”, en Cistercium, XII (1960), págs. 148-150; D. Yáñez Neira, “Venerable Madre Catalina del Espíritu Santo (1578-1631)” en Hidalguía, XXVIII (1980), págs. 165-184.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía