Fue el artista más destacado del panorama escultórico del segundo tercio del siglo XVI en Cataluña, pero se conservan muy pocas obras. Su padre era maestro de casas de la provincia de Guipúzcoa y, seguramente, emigró hacia Aragón. En Zaragoza y alrededores vivían los dos hermanos de Martí, y en esta ciudad podría haber aprendido el oficio de escultor, quizás en el taller de Damián Forment, con quien se relaciona posteriormente. A partir de 1527 se halla en Cataluña; la primera mención documental se trata de un peritaje de unas pinturas en Vilassar de Dalt. Tenía fama de ser duro en las visuras de obras, por ello es llamado con frecuencia: en 1532, junto con Forment, realiza el peritaje del sepulcro de Ramón de Cardona en Bellpuig, obra de Giovanni Marigliano llamado Giovanni da Nola; en 1535 el del retablo mayor de la iglesia del monasterio de Poblet, de Forment, a quien criticó exageradamente para que no tuviera más encargos en Cataluña y se fuera a otra parte; en 1570 analiza un retablo para la iglesia de Santa María de Palamós, realizado por Joan Plaga. [...]